Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 13 de abril de 2020
Buenos días, buenas tardes y buenas noches.
Algunos países y comunidades llevan soportando restricciones sociales y económicas desde hace varias semanas.
Algunos países están sopesando cuándo levantar estas restricciones; otros están considerando si deben introducirlas y cuándo hacerlo.
En ambos casos, estas decisiones deben basarse ante todo en la protección de la salud humana y guiarse por lo que sabemos sobre el virus y su comportamiento.
Desde el principio, esta ha sido un área a la que la OMS ha prestado una intensa atención.
Como ya hemos dicho muchas veces, se trata de un nuevo virus y de la primera pandemia causada por un coronavirus.
Todos estamos aprendiendo todo el tiempo y ajustando nuestra estrategia en función de las últimas pruebas disponibles.
Solo podemos decir lo que sabemos, y solo podemos actuar en función de lo que sabemos.
La evidencia de varios países nos está dando una imagen más clara de este virus, de su comportamiento y del modo de detenerlo y tratarlo.
Sabemos que la COVID-19 se propaga rápidamente y que es letal —10 veces más letal que la pandemia de gripe de 2009—.
Sabemos que el virus se puede propagar más fácilmente en entornos concurridos como las residencias de ancianos.
Sabemos que la detección temprana de casos, las pruebas, el aislamiento, la atención de cada caso y el rastreo de cada contacto son esenciales para detener la transmisión.
Sabemos que en algunos países los casos se están duplicando cada 3 o 4 días.
Sin embargo, si bien la COVID-19 se acelera muy rápido, se desacelera mucho más lentamente.
En otras palabras, el camino hacia abajo es mucho más lento que el camino hacia arriba.
Eso significa que las medidas de control deben levantarse lentamente y de manera controlada. No pueden levantarse de una vez.
Las medidas de control solo se pueden levantar si se aplican las medidas de salud pública adecuadas, en particular una capacidad significativa de rastreo de contactos.
Con todo, mientras que algunos países están estudiando la forma de atenuar las restricciones, otros están contemplando la posibilidad de introducirlas, especialmente muchos países de ingresos bajos y medios de África, Asia y América Latina.
En los países con grandes poblaciones pobres, las órdenes de permanencia en el hogar y otras restricciones utilizadas en algunos países de ingresos altos pueden no ser prácticas.
Muchos pobres, migrantes y refugiados ya viven en condiciones de hacinamiento con pocos recursos y escaso acceso a la atención sanitaria.
¿Cómo se sobrevive a un confinamiento cuando se depende del trabajo diario para comer? En las noticias que llegan de todo el mundo se señala que mucha gente está en peligro de quedarse sin acceso a los alimentos.
Mientras tanto, las escuelas han cerrado, lo que afecta a 1400 millones de niños. Esto ha detenido su educación, ha expuesto a algunos de ellos a un mayor riesgo de abuso y ha privado a muchos otros de su principal fuente de alimentos.
Como ya he dicho muchas veces, la restricción consistente en el distanciamiento físico es solo una parte de la ecuación, y hay muchas otras medidas básicas de salud pública que es necesario aplicar.
También hacemos un llamamiento a todos los países para que se aseguren de que, cuando apliquen medidas de permanencia en el hogar, no lo hagan a expensas de los derechos humanos.
Cada gobierno debe evaluar su situación, protegiendo al mismo tiempo a todos sus ciudadanos y, especialmente, a los más vulnerables.
Para apoyar a los países en la adopción de estas decisiones, la OMS publicará mañana su asesoramiento estratégico actualizado.
La nueva estrategia resume lo que hemos aprendido y traza el camino a seguir. Incluye seis criterios que los países deben tener en cuenta al considerar la posibilidad de levantar las restricciones:
En primer lugar, la transmisión ha de estar controlada.
En segundo lugar, el sistema de salud ha de tener capacidad para detectar, someter a pruebas, aislar y tratar a cada caso y rastrear a cada contacto.
En tercer lugar, los riesgos de brotes deben haberse reducido al mínimo en entornos especiales como centros sanitarios y residencias de ancianos.
En cuarto lugar, se han de aplicar medidas preventivas en los lugares de trabajo, las escuelas y otros lugares a donde sea esencial que las personas acudan.
En quinto lugar, los riesgos de importación se deben poder gestionar.
Y, en sexto lugar, las comunidades deben estar completamente informadas, comprometidas y empoderadas para ajustarse a la «nueva norma».
Todos los países deberían aplicar un amplio conjunto de medidas para frenar la transmisión y salvar vidas, con el objetivo de alcanzar un estado estable de bajo nivel de transmisión o de ausencia de transmisión.
Los países deben alcanzar un equilibrio entre las medidas para abordar la mortalidad causada por la COVID-19 y aquellas relacionadas con otras enfermedades debidas al desbordamiento de los sistemas de salud, así como las repercusiones económicas y sociales.
A medida que la pandemia se ha ido extendiendo, sus repercusiones socioeconómicas y para la salud pública han sido profundas y han afectado de manera desproporcionada a las personas vulnerables. Muchas poblaciones ya han experimentado una falta de acceso a los servicios de salud rutinarios y esenciales.
Nuestra conexión mundial significa que el riesgo de reintroducción y resurgimiento de la enfermedad continuará.
En última instancia, será necesario que se desarrolle y ofrezca una vacuna segura y eficaz para interrumpir totalmente la transmisión.
Por último, quisiera dar las gracias al Reino Unido por su generosa contribución de £200 millones a la respuesta mundial a la COVID-19.
Apreciamos mucho esta demostración de solidaridad mundial.
En un editorial de la semana pasada, los Ministros de Desarrollo del Reino Unido, Dinamarca, Islandia, Finlandia, Alemania, Noruega y Suecia hicieron un llamamiento a todos los países para que se sumen a este esfuerzo común.
Dijeron que nuestra única opción es hacer frente a esta enfermedad juntos.
No puedo estar más de acuerdo. Para salir adelante necesitamos solidaridad: solidaridad a nivel nacional, y solidaridad a nivel mundial.
Gracias.
Tema: Noticias. Publicado: abr 14th, 2020.