La forma en la que solemos contagiarnos con el virus de la gripe y los catarros es cuando entramos en contacto de alguna forma con los estornudos y la tos de los enfermos. Suelen expulsar así a la atmósfera pequeñas gotas de saliva que son las portadoras. Estas son “grandes”, milimétricas o un poco menores, y caen en las superficies a no más de un metro de distancia del emisor, o se respiran directamente por una persona sana. En las superficies quedan latentes y el que las toque y se lleve la mano a la nariz o a la boca puede quedar también infectado. Se dice que los virus de las gripes comunes pueden supervivir en superficies duras hasta 24 horas, en los tejidos solo 15 minutos, y en las manos mucho menos.
De una forma muy parecida se trasmite el virus que provoca la COVID-19. Se ha descubierto que es detectable en aerosoles durante hasta tres horas, hasta cuatro horas en cobre, hasta 24 horas en cartón y ¡hasta dos o tres días en plástico y acero inoxidable! Esto lo hace muy estable y contagioso. Y no podemos pensar que los “aerosoles” son solo aquellos que se expelen al toser o estornudar.
Tema: Noticias. Publicado: abr 13th, 2020.