De ustedes depende que su mundo siga siendo bello
Jesús Menéndez, Las Tunas.–«Cuando me diagnosticaron como positiva a la covid-19 mi mundo se derrumbó. Mi primer pensamiento fue hacia mi hija y mi familia. Fue terrible el desespero al pensar que ellos también pudieran estar infectados. Fueron momentos en los que yo solo lloraba».
Aun cuando este diálogo tuvo que ser mediante la tecnología, por razones obvias, no es difícil descubrir en Iliana Pérez Pérez a una persona de gran corazón, a la que esta enfermedad le dejó huellas en el alma. Ella cuenta su historia, pero lo hace, sobre todo, con la esperanza de sensibilizar a los demás, para que entiendan cuán difícil es estar en la situación que ella enfrentó.
«Tuve que poner mucho de mi parte y ser fuerte. El tratamiento me hizo mucho bien, pero las reacciones adversas me hacían sentir muy mal. En medio de todo eso, aun estando lejos, mi familia fue mi fuerza. Saber que todos dieron negativos fue mi impulso para luchar contra la enfermedad. Mi esposo sí estuvo muy grave, tuve que enfrentar la posibilidad real de perderlo, enfrentarme a que esa podría ser una triste realidad. Llegué a pensar que él no podría recuperarse, porque tiene otras patologías, pero gracias a Dios y a la medicina cubana pudo rebasar la gravedad».
Días terribles, momentos desesperantes, tristeza, ansiedad, así describe ella su batalla personal contra el nuevo coronavirus. Por eso, aquel «negativo», después del tratamiento, fue un rayo excepcional de esperanza. Sin embargo, la batalla personal de esta muchacha, residente en la comunidad de Guayacán, en el municipio de Jesús Menéndez, no había terminado. Su cuerpo sanaba, pero a su voluntad aun le faltaban retos insospechados. «Ya en la casa, seguimos aislados por 15 días y mantuvimos el tratamiento. Esos también fueron días difíciles».
Poco a poco las sombras se han disipado y ella está más fuerte. Es una sobreviviente y tiene ahora toda una vida por delante; una vida que le hace sentirse agradecida: «Para mí es un orgullo ser cubana y decir que me recuperé gracias a ese maravilloso personal de salud que nos atendió de una manera única. Por eso siento gran admiración y gratitud por todos los héroes de batas blancas, y me sumo al aplauso de cada noche, para agradecerles su labor».
A Iliana le preocupa que mucha gente no entienda la gravedad del momento que vivimos, que se den el lujo de violar las medidas, de ser indisciplinados, de no cuidarse. A ellos también les habló desde el alma: «Mi consejo para todos es que tomen conciencia de la magnitud de esta enfermedad. Adquirirla te cambia la vida, y lamentablemente no todas las historias tienen un final feliz. Habiendo vivido con este virus y sufrido tanto, les puedo aconsejar de corazón que se cuiden y cuiden a los demás. Quédense en casa, que esa es la mejor manera de estar seguros. De ustedes depende que su mundo siga siendo bello».
La primera tunera que fue diagnosticada con la covid-19 se ha convertido, también, en la primera, de los pacientes recuperados en el hospital holguinero Fermín Valdés Domínguez, que dona su plasma, con el fin de salvar otras vidas que ahora se debaten en un instante crucial que para ella ya es pasado. Pero antes de saberse lista su decisión estaba tomada, como afirmó a esta reportera: «Claro que voy a donar, ese es el aporte que le hago a mi país, esa es mi manera de retribuir el haberme salvado la vida».
Fuente: Granma
Tema: Acontercer cubano en salud. Publicado: abr 26th, 2020.