Amar La Habana es tener respeto
Todos amamos La Habana, con la fuerza y pasión de sentirla en los huesos y respirar profundo con su aroma de mar. Pero, ¿qué hacer por ti, Habana nuestra? Pues, lo preciso para regresar a inhalar un aire no contaminado, sin miedos ni pánico a un muy mortal virus, adornado por una corona, no de miel, sino de enfermedad y hasta muerte.
No obstante, el amor que inspira nuestra ciudad, hay quienes no la aprecian lo suficiente como para cumplir con la disciplina establecida y hacer lo que deben: cuidarse a sí mismos y al prójimo.
Permanecen en las colas sin nasobuco o colgados al estilo babero, se aproximan hasta encimarse sobre los demás, hacen reuniones cual, si nada pasara y, en fin, corren tras la locura de no importarles la salud humana, ni la suya propia.
Es triste tributo a esta ciudad queestuvo en cero casos hacerla retroceder, es desconsiderado para con todos aquellos que sí nos cuidamos y velamos por los demás.
Amar La Habana es defender la salud de todos y cada uno. Es aspirar a que llegue el día en que volvamos a respirar ese aire tan propio de mar, sal y música sin aprensiones. Aplaudimos cada noche el esfuerzo de médicos, del personal todo que se sacrifica por salvar vidas, pero ¿es esa ovación, solamente, lo que necesitan? Yo aseguraría que no. Podría afirmar que nuestros galenos, quienes entregan su energía, tesón y valentía, cada día, para salvar vidas, precisan también de consideración, precisan de que La Habana regrese a cero casos, como lo han logrado otras provincias del país, con orden, conciencia y empeño.
Fuente: Tribuna de La Habana
Tema: Acontercer cubano en salud. Publicado: sep 14th, 2020.