Puerto seguro en medio de la adversidad
La tripulación del crucero ms Braemar, de la línea británica Fred Olsen, llevaba varios días en aguas caribeñas con viajeros afectados por el nuevo coronavirus
Por su dimensión humanitaria y altruista pudiera parecer una escena de película. La tripulación del crucero ms Braemar, de la línea británica Fred Olsen, llevaba varios días en aguas caribeñas con viajeros afectados por el nuevo coronavirus.
A pesar de las gestiones diplomáticas del gobierno del Reino Unido, a la embarcación se le había negado la entrada en múltiples puertos de la región. Pero nada de ficción encerraba la situación urgente de los pasajeros, que ponía en peligro la vida de los enfermos y en una compleja coyuntura al resto de las personas, precisamente en medio del mar.
Cuba dijo sí y ofreció puerto seguro en medio de la adversidad, con modestia, sin pedir titulares en los grandes medios de prensa, ni absolutamente nada a cambio. Tal decisión generó quizá la incomprensión de algunos, esos mismos de siempre que no advierten el valor de una mano amiga en medio de la catástrofe.
Pero, a la mayoría de los cubanos, nos llena de orgullo patrio, de esa emoción solo comprensible por las mujeres y hombres de buena voluntad de diferentes latitudes. Porque en «tiempos de coronavirus» las palabras «ayudar, cooperar, trabajar juntos» deberían estar de moda en el planeta. Porque la civilización humana debiera entender, de una vez y para siempre, que solo unida vencerá los desafíos comunes y podrá sobreponerse a la tragedia.
La Mayor de las Antillas, fiel a sus principios, no podía actuar de otra manera, ni tampoco es la primera vez que realiza una acción similar. La solidaridad está en los genes del pueblo cubano, forma parte de nuestra idiosincrasia y ha tejido páginas memorables que se repiten.
Tal vez por estas razones, en época de Covid-19, los ojos del mundo observan esperanzados a Cuba, y nuestro pueblo, en medio de dificultades y un bloqueo feroz, no ha dudado en responder.
Solicitudes de apoyo se han cursado desde varias partes del mundo. Una delegación técnica especializada cubana llegó este 15 de marzo a Venezuela para apoyar la estrategia de contención de la Covid-19, mientras que el medicamento nacional Interferón Alfa 2B ha sido solicitado por más de diez países. En tanto, otros envían por estos días miles de militares a Europa para desarrollar las mayores maniobras desde la Guerra Fría, y protagonizan una injuriosa campaña contra la colaboración cubana en el planeta. ¿La respuesta de Cuba?, un ejército de batas blancas al servicio de los desposeídos: más de 400 000
colaboradores de la salud que, en 56 años, han cumplido misiones en 164 naciones.
Mujeres y hombres de esta tierra caribeña enfrentaron el ébola en África, la ceguera en América Latina y el Caribe con la Operación Milagro, y el cólera en Haití. Veintiséis brigadas cubanas del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Desastres y Grandes Epidemias Henry Reeve –Premio de Salud Pública en Memoria del Dr. Lee Jong-wook, otorgado por el Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud– auxiliaron en tiempos difíciles a Pakistán, Indonesia, México, Ecuador, Perú, Chile y Venezuela, entre otros estados.
Así que estos hechos no tienen nada de película, y sí de solidaridad a la cubana, que entiende a la salud como un derecho humano, apoya en lo que puede y comparte lo que tiene con los que más lo necesitan en las horas difíciles. Ya lo dijo Martí: «Cuba no anda de pedigüeña por el mundo: anda de hermana y obra con la autoridad de tal. Al salvarse, salva». Así fue y así será.
Fuente: http://www.granma.cu/mundo/2020-03-17/puerto-seguro-en-medio-de-la-adversidad-17-03-2020-02-03-29
Tema: Acontercer cubano en salud. Publicado: mar 17th, 2020.