Seis maneras de proteger a los niños en tiempos de COVID-19
El paso del nuevo coronavirus por el mundo no solo ha dejado una estela de más de cuatro millones de personas afectadas, sino que ha evidenciado una vez más las diferencias sociales, las debilidades de determinados sectores poblacionales, y la necesidad de proteger a grupos tan vulnerables como los niños.
De acuerdo con la directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore, es necesario llevar un esfuerzo internacional para proteger a la infancia durante la crisis de la COVID-19, pues un 99% de los menores de 18 años viven en países con restricciones como la cuarentena obligatoria. Esto supone que más de 2000 millones de niños han dejado de percibir protección infantil, salud, nutrición y educación, al cerrar escuelas y centros educativos.
«Sin una acción urgente, esta crisis de salud corre el riesgo de convertirse en una crisis de derechos de los derechos de los niños. Solo trabajando juntos, podemos mantener a millones de niñas y niños saludables, seguros y aprendiendo», alerta Fore.
Por su parte, el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres advirtió que «los efectos nocivos de esta pandemia no se distribuirán de manera equitativa, sino que se prevé que serán más perjudiciales para los niños de los países más pobres y de los barrios más pobres, así como para los que ya están en situación de desventaja o vulnerabilidad».
En este sentido, la UNICEF asegura que se deben llevar a cabo acciones urgentes, pues la emergencia por el nuevo coronavirus podría convertirse en una crisis de derechos del niño. Es así que propone algunas formas para que los Estados puedan proveer protección, salud, educación y seguridad a cada uno de los niños durante la COVID-19.
Sistemas de salud, protección necesaria
Seis son las medidas que explica la UNICEF en función de garantizar todos los derechos de los más pequeños. Como la primera de estas formas menciona la necesidad de mantener a los niños sanos y bien alimentados.
Al respecto, refiere que se debe trabajar en reforzar los sistemas de salud, asegurando que los suministros y el equipo de protección lleguen a las comunidades afectadas, además de hacer hincapié en la capacitación de los trabajadores de salud para prevenir, diagnosticar y tratar la enfermedad por coronavirus como herramienta para combatir el virus.
No obstante, explica el organismo internacional que los sistemas de salud sobrecargados constituyen una gran amenaza, pues en las partes más pobres del mundo, «los niños que necesitan servicios básicos pero esenciales, incluidos aquellos para protegerse contra enfermedades como la neumonía, la malaria y la diarrea, corren el riesgo de no recibirlos. A medida que los sistemas de salud se estiren, los bebés y los niños perderán la vida por causas prevenibles».
Es así que se insta a los gobiernos y socios para que mantener los servicios de salud materna, neonatal e infantil que salvan vidas.
«Esto significa continuar satisfaciendo las necesidades urgentes planteadas por COVID-19, mientras se llevan a cabo intervenciones de salud críticas, como la financiación de vacunas, que aseguran que los niños sobrevivan y prosperen. Nuestra respuesta a COVID-19 debe ser una que fortalezca los sistemas de salud a largo plazo».
Agua, saneamiento e higiene
Durante la pandemia se ha puesto de manifiesto la importancia de la higiene de las manos, a través de adecuadas prácticas de lavado de manos. Sin embargo, asegura la UNICEF que para muchos menores en el mundo, las instalaciones básicas de agua e higiene permanecen fuera del alcance.
«Algunos niños no tienen agua segura porque viven en áreas remotas o en lugares donde el agua no está tratada o contaminada. Otros niños carecen de acceso a las instalaciones porque no tienen hogar, viven en barrios marginales o en la calle».
Por esta razón, el llamado es a priorizar a estos niños, así como invertir en fondos de apoyo para que se pueda «llegar a más niñas y niños con instalaciones básicas de agua, saneamiento e higiene».
Niños y educación
La pandemia también ha provocado que muchas de las escuelas y centros escolares fueran cerradas, teniendo que ser educados los niños en casa. Pero la realidad de esta educación de los hogares no es factible para todos los menores, pues aún persisten en el mundo brechas en el acceso a la información.
Explica al respecto la UNICEF que al no tener todas las niñas y niños acceso a Internet, libros o útiles escolares, se debe hacer más para garantizar que todos puedan acceder de igual forma al aprendizaje.
Familias y necesidades del niño
«El impacto socioeconómico de COVID-19 será más difícil para los niños más vulnerables del mundo. Muchos ya viven en la pobreza, y las consecuencias de las medidas de respuesta de COVID-19 corren el riesgo de sumirlos aún más en dificultades», explica el organismo internacional.
Mientras millones de padres intentan en el medio de la crisis mantener sus medios de vida e ingresos, es imprescindible que los gobiernos amplíen las medidas de protección social, «programas y políticas que conectan a las familias con la atención médica, la nutrición y la educación que salvan vidas».
Niños, violencia, explotación y abuso
Mientras más comunidades sean afectadas producto de la pandemia, más niños correrán el riesgo de sufrir violencia, explotación y abuso, volviéndose aún más vulnerables.
«La agitación social y económica aumentará el riesgo de las niñas de contraer matrimonio prematuro, embarazo y violencia de género. Con aislamiento, los niños que enfrentan violencia en el hogar o en línea estarán más lejos de la ayuda. Y el estrés y el estigma de la enfermedad y la tensión financiera exacerbarán las situaciones familiares y comunitarias volátiles», explica la UNICEF.
Es así que recomiendan tener en cuenta los riesgos únicos de las niñas y los niños vulnerables, incluidos los que enfrentan discriminación y estigma al planificar el distanciamiento social y otras medidas de respuesta de COVID-19.
Asimismo, advierten que se debe apoyar a aquellos niños que pueden estar separados temporalmente de sus padres debido a una enfermedad y prepararse para otros que buscan protección remota y soluciones de salud mental.
Refugiados, migrantes y afectados por el conflicto
Los niños que habitualmente se encuentran sometidos a situaciones amenazantes como la migración, los conflictos, el desplazamiento, enfrentan situaciones «indescriptibles para su seguridad y bienestar».
La mayoría de ellos ven limitado el acceso a la atención médica básica, «mientras que las condiciones de vida reducidas hacen inviable el distanciamiento social».
Por ello, sugiere la UNICEF que no se olviden las necesidades humanitarias durante la respuesta COVID-19, pues «depende de la comunidad mundial unirse en apoyo de los niños más vulnerables, los que se separan de sus familias y hogares, para defender sus derechos y protegerlos de la propagación del virus».
(Fuente: Telesur)
Fuente: Granma
Tema: Noticias. Publicado: may 13th, 2020.