El zika no es cosa del pasado. La comunidad científica está desarrollando una vacuna contra él
El virus de Zika es catalogado como un flavivirus transmitido por mosquitos del género Aedes aegypti/albopictus. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que fue identificado por vez primera en macacos (un género de primates) a través de una red de monitoreo de la fiebre amarilla en Uganda, en 1947. En 1952 fue identificado en el ser humano en Uganda y la República Unida de Tanzania. Actualmente científicos trabajan en una vacuna contra esta enfermedad a través de una investigación conjunta.
La doctora Gisela Herrera, especialista en infectología y medicina interna y directora del centro de investigaciones clínicas Gihema, explicó en un taller regional de periodismo científico desarrollado en San José, Costa Rica, el proceso de desarrollo de la vacuna y los recientes descubrimientos sobre el virus.
El primer gran brote de zika se registró en la Isla de Yap (Estados Federados de Micronesia) en 2007. En julio de 2015 Brasil notificó una asociación entre la infección por el virus de Zika y el síndrome de Guillain-Barré. En octubre del mismo año fue confirmada su asociación con la microcefalia, como lo explica la OMS.
El periodo de incubación, explica la especialista, aún no está determinado. Sin embargo se habla de pocos días y los síntomas que aparecen son: fiebre, erupciones cutáneas, conjuntivitis, dolores musculares y articulares, malestar y cefaleas, las cuales pueden durar entre dos y siete días.
Esta sintomatología, aparentemente ‘indefensa’, trae detrás algo mucho más fuerte: la microcefalia.
En septiembre de 2017 la Asociación Americana por el Avance de la Ciencia publicó en la revista Science un hallazgo sobre una mutación que sufrió el virus antes de 2013 en la Polinesia Francesa.
Esta mutación –denominada S139N– le otorgó características de virulencia y más daño a las células progenitoras del tejido cerebral, lo que desencadena una microcefalia fetal severa, según arrojó el análisis evolutivo, el cual coincidió también con el reporte de casos de síndrome de Guillain-Barré.
“El futuro de la epidemia será su llegada a todos los países de Latinoamérica y quizá el sur de Estados Unidos. El mosquito ya se ha adaptado a vivir a 2.300 metros sobre el nivel del mar y puede volar y transportarse hasta mil metros”, indica Herrera.
Zika y embarazo
La frecuencia aún se desconoce, aclara Herrera, pero el virus del Zika puede pasar de una mujer infectada a su feto en el embarazo o en el momento del nacimiento.
La infección, que se da en cualquier etapa del embarazo, puede causar daño en el cerebro del bebé, microcefalia, o síndrome de Zika congénito.
Además puede traer otros problemas como aborto, muerte al nacer, o malformaciones.
“No hay evidencia de que infecciones por el virus de Zika pasadas afecten futuros embarazos si el virus ya se ha eliminado del cuerpo materno”, afirma la especialista.
La OMS dice acerca de la microcefalia que “es una malformación neonatal caracterizada por una cabeza de tamaño muy inferior a la de otros niños de la misma edad y sexo. Cuando se acompaña de un escaso crecimiento del cerebro, los niños pueden tener problemas de desarrollo discapacitantes”.
Fue en Pernambuco, Brasil, donde se empezó la investigación de la relación microcefalia-zika, allí se notificaron los primeros casos. Asociados a este virus hay cinco tipos de defectos congénitos en fetos e infantes.
La transmisión puede ser también por vía sexual, explica la especialista.
“El virus está en el semen de los infectados, por lo que se recomienda tener relaciones sexuales con condón por un periodo de tiempo para evitar la transmisión”.
Desarrollo de vacuna
Un ensayo de dos partes, llamado VRC 705, evalúa la posibilidad de dar origen a una vacuna contra este virus. Allí se analiza la seguridad y su capacidad para estimular una respuesta inmune en los participantes, además de evaluar la dosis óptima para la administración.
La vacuna está siendo desarrollada por científicos del Centro de Investigación de Vacunas (VRC) del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos. Actualmente se encuentra en la fase 2 / 2B de pruebas de ensayos clínicos.
Estados Unidos, Puerto Rico, Brasil, Perú, Costa Rica, Panamá y México hacen parte de este proceso de investigación que arrojó en su primera fase resultados positivos y ahora es probada en voluntarios.
Este ensayo es dirigido por Julie E. Ledgerwood, DO, jefe del programa de ensayos clínicos de VRC, y Grace L. Chen, MD, subdirector de VRC; y busca el análisis en al menos 2.400 participantes en áreas de infección de zika transmitida por mosquitos.
Luego de pruebas exhaustivas en modelos animales la vacuna empezó su etapa de prueba en humanos. Los hallazgos iniciales indican que la vacuna es segura y capaz de inducir una respuesta de anticuerpos neutralizantes contra el virus del Zika, afirma la NIH.
La segunda fase se divide en dos partes. El ensayo de fase 2 A se basa en lo desarrollado en la fase 1 para evaluar mejor la seguridad y la capacidad de la vacuna para estimular una respuesta inmune, específicamente en lugares donde el virus podría ser endémico. Aquí también se determinará la dosis óptima y los sitios de inyección para la administración a pacientes: 90 hombres sanos y mujeres no embarazadas de entre 18 y 35 años en tres ciudades fueron evaluados: Houston, Miami y San Juan, Puerto Rico.
El ensayo de Fase 2 B tiene como objetivo obtener más datos de seguridad y respuesta inmune, y determinar si esta respuesta protege contra la enfermedad causada por la infección natural del virus. Los lugares de investigación serán los mismos de la parte A, y se incluirán sitios adicionales en Costa Rica, Perú, Brasil, Panamá y México.
“La mitad de los participantes recibirán la vacuna y la otra mitad placebo. Cada uno estará en el estudio por 96 semanas y las mujeres deben evitar el embarazo, al menos 12 semanas después de la última aplicación del producto”, explica la infectóloga Herrera. Es importante aclarar que se realiza con el método del doble ciego, es decir, ni el personal de la investigación, ni los participantes sabrán si reciben vacuna o placebo.
Después de cada aplicación del producto deberá llenar un diario para registrar la temperatura y cualquier molestia que tenga, y cada 15 días se le realizará una prueba inmunológica.
“Si se enferma el participante deberá ir al hospital a visitas adicionales cada cuatro semanas”.
La plataforma de esta vacuna se basa en una estrategia que los científicos utilizaron anteriormente para desarrollar una candidata al virus del Nilo Occidental.
En esta fase de la investigación buscan también conocer el periodo de incubación del virus, cuántas personas desarrollan síntomas después de adquirir la infección, cómo evoluciona la enfermedad y cuánto protege la vacuna después de la exposición natural al virus.
Los investigadores compararán las tasas de casos confirmados de zika en el grupo placebo y el grupo vacunado para determinar si la vacuna en investigación protege contra la enfermedad causada por la infección.
Las vacunas se administrarán vía intramuscular con un inyector sin aguja llamado PharmaJet. El dispositivo usa presión para introducir el líquido de la vacuna en el brazo o el muslo.
El estudio se espera que esté terminado en 2019, sin embargo existe algo que juega en contra del desarrollo de esta alternativa, el denominado “movimiento antivacunas”.
“Eso está afectando los avances que anteriormente se habían conseguido”, enfatiza Herrera, investigadora principal del ensayo de la Fase 2 B en Puntarenas, Costa Rica.
Fuente: El Heraldo
Tema: Noticias. Publicado: abr 2nd, 2018.