Chan celebró los recientes avances en la salud pública mundial, especialmente en la lucha contra el VIH, la tuberculosis, la malaria y la poliomielitis, así como en la mejora de la salud materna e infantil. Pero advirtió que los recientes brotes de Ébola, MERS, el virus del Zika y la fiebre amarilla urbana, han marcado un “dramático resurgimiento de la amenaza de las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes“, y observó que “el mundo no está preparado para hacer frente”.
“Teniendo en cuenta lo que enfrentamos ahora y las próximas sorpresas que seguramente aparecerán, el punto de la agenda que tendrá las consecuencias más amplias, ante un peligro de que puede barrer rápidamente por todo el mundo, es el de la reforma del trabajo de la OMS en el manejo de las emergencias“, destacó Chan.