Origen de algunos términos médicos
Muchos de los elementos tecnológicos son bautizados actualmente en inglés, y para algunos de ellos aún no se consigue una traducción adecuada al español, pero muchos de esos términos como banding, buffer, bypass, clearence, click, feedback, flap, flutter, follow-up, output, shunt y otros anglicismos se ha publicado información abundante en la sección Terminología médica.
Del inglés llegaron a la medicina esnifar, nistatina, vial. De otros idiomas como el amerindio, curare, guanina, ipecacuana; incluso del asiático llegaron términos como agar, beriberi, bezoar.
Un galicismo es un extranjerismo derivado del francés e incorporado al español.
La aparición de galicismos en el tecnoléxico médico, sean justificadon o no, tiene su explicción lógica en al gran influencia de las escuelas francesas de medicina en la formación de generaciones y generaciones de especialistas hispanohablantes.
Algunas expresiones francesas , por ejemplo, «de amblé», «carrefour», «toilette» encuentran adeptos entre algunos médicos. Un texto científico debe caracterizarse por el lenguaje correcto y por la propiedad con que es redactado. Cuando existen en nuestra lengua términos para expresar lo que significan esos vocablos , resulta improcedente e innecesario introducirlos en los textos médicos y en las traducciones.
En la sección Terminología médica nos hemos acercado más detalladamente a estos y a otros galicismos.
Del francés han llegado a la medician los términos chancro, pipeta, viable; del italiano, belladona, pelagra, petequia y del portugués, albinismo, fetichismo, sarpullido.
Los germanismos son los extranjerismos que proceden del alemán, y también cualquier vocablo, giro o modo de expresión procedente de las antiguas lenguas germánicas.
Los vocablos cobalto (der Kobalt), cuarzo (der Quarz), feldespato (der Feldspat), leitmotiv (de Leitmotiv, literalmente “motivo que dirige”, LSD (der Lyserg Säure Diethylamid, ditelamida de ácido lisérgico) y níquel (der Nickel) son términos que han llegado a nuestro idioma procedentes del idioma germano.
Del alemán han llegado a la medicina términos como éster, mastocito, vaselina; del holandés, droga, escorbuto, esprue.
Conviene recordar que, al igual que la mayor parte de los sustantivos castellanos terminados en a inacentuada, los helenismos terminados en “-ea” son siempre femeninos: amenorrea, cefalea, gonorrea, hemicránea, leucorrea, tráquea, urea.
Por otra parte, a diferencia de la mayor parte de los sustantivos terminados en “a” inacentuada, que adoptan en castellano género femenino, todos los sustantivos derivados de vocablos griegos terminados en “-oma” se usan en medicina con género masculino angioma, anquilostoma, coma, glaucoma, hibridoma, mioma, ribosoma, sarcoma, síntoma, teobroma, tracoma.
Del griego han llegado a la medicina los términos arteria, embrión, síndrome, y del árabe alcohol, jaqueca, nuca.
El latín fue el idioma de los romanos, quienes, mediante el vasto imperio que forjaron, crearon las condiciones para el surgimiento de diversos dialectos y derivaciones del mismo, entre las cuales se cuenta el español. Muchas de sus voces pasaron directamente y sin alteraciones a este (como angustia o alba); algunas con escasa modificación (como ampolla de ampulla; beber de bibere; boca de bucca) y otras se transformaron en varias palabras con distinto significado (como cátedra y cadera, de cathedra; aurícula y oreja de auriculae; húmero y hombro de umerus y espátula y espalda de spatula), entre otros fenómenos.
Tomado del Diccionario Académico de la Medicina
En: Etimología médica. Publicado el sep 10th, 2014.
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