Decálogo del traductor
En el XII Simposio de Traducción Literaria que tuvo lugar del 20 al 22 de noviembre de 2013 en la UNEAC una de las muchas intervenciones interesantes durante la primera jornada estuvo a cargo de la Dra. Margarita Ardanaz Moran, de la Universidad Complutense de Madrid, España, profesora de Literatura Inglesa y Norteamericana, y especialista en poesía de los siglos XIX y XX.Ella plantea que : »Siempre he considerado la traducción de textos poéticos como el complemento ideal práctico para mis clases de análisis textual. Creo que solo cuando se traduce un texto, se llega a conocer su verdadera naturaleza. Traducir equivale a leer y analizar muchas veces y desde perspectivas diferentes el mismo texto«.
Partiendo de este principio fundamental, la profesora menciona diez aspectos muy interesantes que, en su opinión, debería tener en cuenta todo buen traductor y que, salvando las diferencias entre la traducción literaria y la traducción científico-médica, yo considero que todos los traductores debemos observarlos a la hora de realizar nuestro trabajo, porque pienso que son válidos para la traducción en general ya sea literaria, científico-técnica o en cualquier otro campo.
A algunos de los puntos referidos por la profesora quisiera comentar que la traducción científico-técnica, y especialmente la médica, también es muy particular por su terminología y por las características de su redacción. La profesora alega, con toda razón, que “para traducir poesía hay que ser poeta”, opinión que yo comparto absolutamente; y aunque para traducir medicina no creo que haya que ser médico, sí pienso que esa sería la combinación perfecta; como también puede ser una combinación perfecta que un informático traduzca informática; no obstante, con un buen conocimiento de la especialidad que se traduce, de los términos correctos y de la redacción adecuada, los traductores de cualquier especialidad pueden lograr traducciones muy buenas. Solo traduciendo conocemos las peculiaridades de nuestra lengua y sus características, y solo con la superación y la práctica diaria podemos transmitir con toda corrección lo que se quiere decir en otra lengua extranjera.
A continuación pongo a disposición de nuestros colegas traductores el “Decálogo del buen traductor literario” de la Dra. Margarita Ardanaz Moran.
1. Los países europeos son el resultado de una, si se me permite el término, “Gran Traducción”. Traducción que ha ido siempre unida a la interpretación filosófica y cultural que se ha hecho de los textos fundamentales.
2. Los países se definen, en última instancia, por lo que han traducido y por cómo son traducidos.
3. La traducción literaria, en general, y la poética, en particular, es un modo de escritura peculiar.
4. Para traducir poesía hay que ser poeta.
5. Traducir es la única manera de conocer realmente los mecanismos de nuestra propia lengua.
6. La traducción implica el conocimiento y la visión personal de una realidad colectiva.
7. El traductor debe ser un escritor honrado y humilde: siempre al servicio del texto y, por ello, cualquier cosa menos libre.
8. Es más fácil ser un escritor mediocre que un traductor mediocre.
9. Occidente (y solo puedo hablar desde este punto de vista geográfico) es el resultado final de un continuo e incansable ejercicio de traducción de diversos países, pueblos, culturas, paisajes, lenguas, tendencias estéticas, influencias artísticas, etc.
10. Los traductores, por tanto, no solo no somos traidores, como reza la leyenda, sino que somos absolutamente necesarios y extremadamente baratos.
Por Lic. Irma Castillo Pereira
Traductora de alemán
En: Día Internacional de la Traducción. Publicado el sep 10th, 2014.
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