Acerca de los latinismos
Según la Nueva Ortografía de la Lengua Española existe un «léxico heredado o patrimonial» y el «léxico adquirido», y cada uno tiene sus características propias.El léxico heredado o patrimonial no es más que el constituido por las voces que han estado presentes en la lengua desde sus orígenes: toro, hombre, bueno (a partir de los étimos latinos: “taurus”, “homo /hominis”, “bonus”, respectivamente).
El léxico adquirido se considera el grupo de términos tomados de otras lenguas que se incorporan en etapas posteriores a la de formación del idioma, y de él forman parte también los cultismos, es decir, los préstamos tomados directamente de las lenguas clásicas, generalmente del latín, pero también del griego.
Entre los latinismos adaptados de la Edad Media tenemos:
- absolución, caridad, católico, cementerio, misa, sacramento…
- ciencia, discípulo, ecuación, geometría, glosa, matemática, metafísica, parálisis, retórica…
- acusación, justicia, herencia…
- devoción, obediencia, sapiencia…
Y de los Siglos XV y XVI nos han llegado: adolescente, exhortar, obtuso, rápido, ábaco, academia, musa, tragedia, enigmático, infausto, simpatía…
Entre los neocultismos contamos con los términos bicicleta, biopsia, claustrofobia, helicóptero, leucocito.
Los latinismos crudos son voces propiamente latinas, que no se consideran incorporadas al caudal léxico del español. Son las que se usan en los textos con plena conciencia por parte del autor de estar empleando términos en latín, por ejemplo, frigidarium, caldarium, apodyterium, trívium.
También contamos con las locuciones latinas como ad ínterim, ad persónam o ad tempus.
Con respecto a este tema, Francisco Ríos comenta las contradicciones de la academia en un trabajo titulado “Los latinismos en español”. Para leer más sobre el tema se puede visitar el sitio
En: Ortografía. Publicado el sep 2nd, 2014.
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