El lenguaje en la medicina
Tomado del prólogo a la segunda edición de El lenguaje en la medicina. Usos y abusos del Lic. Rodolfo Alpízar Castillo
Todo especialista debe conocer el verdadero significado de cada término que va a utilizar, pues ello le permitirá una mejor organización de sus ideas, le facilitará comunicarse con mayor exactitud y fluidez.
“En cualquier trabajo científico, usar una palabra por otra, o darle un contenido que le es ajeno, es incurrir en un error peligrosísimo que puede costar la anulación de magníficas ideas”.
Para nadie son un secreto los progresos que las ciencias médicas han tenido en el país. Los galenos cubanos disponen de la bibliografía internacional más actualizada. En gran medida por la ley del menor esfuerzo, al escribir artículos para la publicación recurren a extranjerismos para denominar determinados conceptos relacionados con los diagnósticos y la curación de las enfermedades. A veces es más fácil apropiarse de un término extranjero durante la lectura de una obra científica que buscar su exacto equivalente en español. Por otra parte, no falta quien, al intercalar unos cuantos extranjerismos en su forma de hablar o de escribir, erróneamente piensa que con ello demuestra más elevado nivel de conocimiento o información.
Claro está que ninguna lengua carece de préstamos léxicos. El español ha hecho suyos numerosos vocablos procedentes del árabe, el italiano, el francés, el inglés, el alemán e incluso de las lenguas indoamericanas. Pero casi siempre este fenómeno del préstamo responde a una necesidad específica de la comunicación. Cuando esa necesidad no existe, el préstamo, más que enriquecer el caudal léxico del individuo, limita sus posibilidades de expresarse correctamente en su lengua materna.
¿Por qué decir by-pass cuando en español tenemos la palabra derivación? Lo mismo sucede con términos como clearance, flutter, set, toilette y muchas más, para las cuales nuestra lengua dispone de denominaciones como depuración, aleteo, equipo, limpieza.
Cada nación debe estar orgullosa de la lengua que habla, debe cultivarla y desarrollarla, no menospreciarla. El préstamo siempre será útil cuando satisfaga una necesidad de comunicación, cuando la lengua que lo acoja en su seno no disponga de recursos propios. Esa es la verdadera y única función del préstamo.
Mientras más conozcamos nuestra lengua, mientras más nos familiaricemos con el verdadero significado y uso de los términos, más diáfano será nuestro discurso
Todo ser humano que nace en una determinada comunidad lingüística, con el tiempo, se apropia de la lengua que se habla en el medio en que se desenvuelve… Sin embargo, toda lengua viva evoluciona conjuntamente con la sociedad que la utiliza. También el vocabulario científico se enriquece con denominaciones que hacen alusión a los nuevos descubrimientos y situaciones. Por este motivo el estudio de la lengua materna nunca termina.
Por el Dr. Sergio Valdés Bernal
Secretario de la Academia Cubana de la Lengua
Investigador titular del Instituto de Literatura y Lingüística
Profesor titular adjunto de la Facultad de Artes y Letras, Universidad de La Habana
En: Redacción y estilo. Publicado el sep 1st, 2014.
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