Alerta científica por el aumento de las enfermedades tropicales en Europa
Los científicos alertan del aumento de las enfermedades tropicales en Europa. Se propagan no sólo en el mediterráneo, sino también en Europa central y nórdica, debido al calentamiento global y a los viajes internacionales.
Una investigación muestra que la variedad geográfica de las enfermedades propias de climas tropicales y transmitidas por vectores, como los mosquitos o las garrapatas, se está expandiendo rápidamente. Los viajes internacionales favorecen su expansión, y el calentamiento global y su adaptabilidad favorecen su permanencia en nuevas latitudes.
Los resultados del estudio, presentado en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID) de este año en Ámsterdam (Países Bajos), señalan que los brotes de enfermedades como la chikungunya, el dengue, la leishmaniosis o la encefalitis transmitida por garrapatas serán cada vez más comunes en Europa.
Las causas
Alentados por el cambio climático, los viajes y el comercio internacionales, los brotes de enfermedades transmitidas por vectores se incrementarán en gran parte de Europa en las próximas décadas, y no solo en los países templados de todo el Mediterráneo: las altitudes y latitudes más altas, que incluyen partes del norte de Europa, se verán afectadas también, por primera vez, por estos brotes.
“El cambio climático no es el único factor, ni siquiera el principal, que impulsa el aumento de las enfermedades transmitidas por vectores en toda Europa, sino que es uno de los muchos factores, junto con la globalización, el desarrollo socioeconómico, la urbanización y el cambio generalizado del uso de la tierra, que deben abordarse para limitar la importación y propagación de estas enfermedades “, explica en un comunicado el profesor Jan Semenza, del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, Estocolmo, Suecia.
“Las estaciones cálidas más largas ampliarán la ventana estacional para la posible propagación de enfermedades transmitidas por vectores y favorecerán los brotes más grandes”, apunta el doctor Giovanni Rezza, director del Departamento de Enfermedades Infecciosas en el Istituto Superiore di Sanitá en Roma, Italia.
Casos como los brotes recientes del virus del Nilo Occidental en América del Norte y la chikungunya en el Caribe e Italia nos alertan, según Rezza, sobre la importancia de evaluar futuros riesgos y preparar contingencias para futuros brotes.
Expansión de enfermedades tropicales en Europa
Dada la complicada interacción entre los múltiples factores que influyen en esta propagación, junto con los patógenos sensibles al clima y la adaptación al cambio climático, es difícil proyectar la carga futura de las enfermedades.
El calentamiento global ha permitido que los mosquitos, las garrapatas y otros insectos portadores de enfermedades proliferen, se hayan adaptado a diferentes estaciones y hayan invadido nuevos territorios en toda Europa durante la última década. Así, se han registrado brotes de dengue en Francia y Croacia, de malaria en Grecia, de fiebre del Nilo Occidental en el sureste de Europa, y del virus del chikungunya en Italia y Francia.
Lo preocupante, según los investigadores, es que esto solo podría ser la punta del iceberg. “La Europa mediterránea es ahora una región tropical a tiempo parcial, donde ya se han establecido vectores competentes como el mosquito tigre”, señala Rezza.
Un clima más cálido y más húmedo podría proporcionar condiciones ideales para que el mosquito tigre asiático (Aedes albopictus), propagador del dengue y el chikunguña, se reproduzcan y se expandan en gran parte de Europa, incluyendo el sur y el este del Reino Unido y Europa central.
Anteriormente, la transmisión de esta enfermedad se limitaba en gran medida a las regiones tropicales y subtropicales, ya que las temperaturas bajo cero matan a las larvas y los huevos del mosquito, pero las temporadas más cálidas podrían permitir que Aedes albopictus sobreviva y se disemine por gran parte de Europa en décadas.
El clima europeo ya es adecuado para la transmisión de la enfermedad de Lyme y la encefalitis transmitida por garrapatas (ambas contraídas principalmente a través de Ixodes ricinus), con una media de 65 000 casos de la enfermedad de Lyme por año en la Unión Europea, y un aumento del 400% en casos de encefalitis en áreas endémicas europeas durante los últimos 30 años (en parte debido a una mejor vigilancia y diagnóstico).
Condiciones climáticas favorables para los vectores
En el futuro, las temperaturas invernales más cálidas y los veranos más tempranos, duraderos y templados podrían hacer que las condiciones sean más favorables para las garrapatas y aumentar el rango de las poblaciones de parásitos de ciervos. Los modelos de cambio climático indican que para las décadas de 2040 a 2060, podría haber un crecimiento del 3,8% del hábitat de Ixodes ricinus en Europa, y se anticipa que los países escandinavos corren mayor riesgo.
Además, la mejora de las condiciones climáticas para las moscas de arena (el principal portador de la leishmaniosis) podría extender su propagación geográfica a las partes del sur del Reino Unido, Francia y Alemania a finales de la década de 2060.
Posibles soluciones
El aumento y extensión geográfica de los brotes de estas enfermedades podrían frenarse y se toman medidas para mejorar la vigilancia y el intercambio de datos, y para monitorizar los precursores ambientales y climáticos de los brotes, junto con otras medidas preventivas.
Los expertos señalan la necesidad de anticipar los brotes y poder actuar antes de que ocurran. “Los organismos de salud pública deben mejorar la vigilancia a través de sistemas de alerta temprana, aumentar el conocimiento de los riesgos potenciales entre los profesionales sanitarios y el público en general, así como adoptar estrategias de control innovadoras como las intervenciones comunitarias”, apunta Semenza.
Tema: Noticias. Publicado: abr 23rd, 2019.