Algo sobre el orden de las palabras
En español es posible combinar los distintos elementos del discurso con mayor libertad que en otros idiomas. Lo cierto es que nuestra lengua posee una flexibilidad sintáctica y unas posibilidades estilísticas que otras desconocen. Esta característica no es privativa de los literatos, aunque estos la conozcan bien y se valgan de ella abundantemente: todos los hablantes la empelan en la conversación diaria, sin darse cuenta de que lo hacen.
Para un hispanohablante es posible decir, sin alterar el sentido de lo que expresa:
- Mi hermano llegó el lunes por la mañana
- El lunes por la mañana llegó mu hermano.
- Llegó mi hermano el lunes por la mañana.
Sin embargo, esta libertad tiene limitaciones impuestas por el buen sentido. A nadie se le ocurriría decir: “alcánzame la máquina que en la silla está de escribir” , en lugar de “alcánzame la máquina de escribir que está en la silla”.
El mismo buen sentido que impide expresar la primera forma debe estar presente en otros momentos; sin embargo, todavía se leen construcciones como las siguientes:
Excesivas cantidades de ACTH han sido demostradas en el suero de pacientes no tratados por Kelly y Sindner.
Es importante señalar que esta forma clínica es de extraordinaria importancia su conocimiento.
En el segundo caso, el desaliño de la redacción es evidente, lo cual siempre es lamentable en un escrito que se expone al criterio de los demás. Pero en el primero el asunto es más grave. No se trata simplemente de un problema de mejor o peor estilo del mensaje. En él existe una total deformación de lo que se quiso expresar, al punto de decir el autor algo muy distinto de lo que pensó.
Seguramente, él no se refería a que
en el suero de pacientes no tratados por Kelly y Sindner han sido demostradas excesivas cantidades de ACTH,
sin embargo, fue eso, y no otra cosa, lo que escribió, como consecuencia de haber alterado anárquicamente el orden de la exposición de sus ideas, y cuando eso ocurre se corre el riesgo de alterar el significado de todo un enunciado.
Los autores de artículos médicos incurren muchas veces en errores como los señalados.
Haciendo un análisis minucioso de los fragmentos, podemos intentar una nueva redacción:
Excesivas cantidades de ACTH han sido demostradas por Kelly y Sindner en el suero de pacientes no tratados.
o
Han sido demostradas por Kelly y Sindner Excesivas cantidades de ACTH en el suero de pacientes no tratados.
(Obsérvese que bastaba con colocar en su lugar al agente de la acción, “por Kelly y Sindner”).
Es necesario señalar que es de extraordinaria importancia el conocimiento de esta forma clínica.
Para finalizar, queremos llamar la atención acerca de que si bien un error en la utilización de los términos es muestra de descuido o desconocimiento, errores como los señalados en este artículo son más graves, pues llevan al lector la impresión de que quien lo escribió no es capaz de ordenar las ideas de forma lógica en su cerebro.
Por Rodolfo Alpízar Castillo
Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas
Colección Serie de Superación – CNICM 1981
En: Redacción y estilo. Publicado el sep 3rd, 2014.
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