Invocar
Claro que no hay que saber latín para usar bien el verbo invocar. Cualquier hablante, sin necesidad de conocer el origen de la palabra, sabe que invocar es llamar a alguien para pedir su ayuda o protección, o alegar alguna ley, costumbre o razón para acogerse a ella y tomarla como justificación o defensa. Sin embargo, muchas veces podemos encontrarnos con los siguientes textos:
Aunque se carece de datos completos, se invoca que en ellos inciden factores hereditarios.
Son invocados defectos congénitos.
Aun cuando se desconoce la verdadera causa del fenómeno, se invoca que el elemento desencadenante es …
Conociendo el uso normal de invocar, un lector distraído bien pudiera, ante una oración como “Son invocados defectos congénitos”, entretejer ideas y llegar a la conclusión de que quien la escribió hizo una invocación, esto es, llamó en su defensa, auxilio o ayuda a los referidos defectos. Esto es un absurdo, pero es lo que dice ahí.
No hay que hacer un gran esfuerzo para solucionar el problema. Existen muchas palabras en español que podían haber sido usadas en lugar del verbo invocar.
Aunque se carece de datos completos, se cree que en ellos inciden factores hereditarios (se piensa/se considera/ se presume/se supone/ se opina/ se estima/ se asegura/se inclina uno a pensar, a creer/ es posible que incidan/ hay indicio/ sospechas, de que inciden factores hereditarios).
Se presumen defectos congénitos (se supone/se piensa/se cree que haya/ que estén presentes/que existen).
Aun cuando se desconoce la verdadera causa del fenómeno, se cree que el elemento desencadenante es … (se piensa/se considera/se presume, etc.).
por Rodolfo Alpízar Castillo
Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas
“El lenguaje en la medicina, usos y abusos”
Editorial Científico-Técnica, 2007
En: Apuntes léxicos. Publicado el sep 10th, 2014.
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