Caumatología
El intercambio de información y experiencias entre los investigadores sería imposible si cada cual designara de manera arbitraria los conceptos, sin que se establezca cierta unidad de criterios en la forma de identificar los fenómenos estudiados. Ello ha llevado a los científicos, a lo largo de los siglos, a tomar un punto de referencia común, sobre todo en cuanto a la creación de nombres de especies. En las ciencias naturales y en la medicina, el latín y el griego clásicos han constituido tradicionalmente el fondo léxico común de que se han valido los especialistas para la formación de términos y unidades de la nomenclatura. Este fondo etimológico es muy útil para la internacionalización de términos y, consecuentemente, para la traducción y el intercambio internacional de información.
Resulta incómodo que una rama científica se nombre con una palabra que no sea fácilmente reconocible e internacionalizable. En correspondencia con lo anterior, la mayor parte de las grandes especialidades médicas, si no todas, se han nombrado a partir de la combinación de palabras plenas de la lengua griega: oftalmología, gastroenterología, ginecología, cardiología, pero también pediatría y cirugía, son ejemplo del uso de elementos procedentes del griego en la formación de términos que denominan especialidades del campo de las ciencias médicas. Como se observa, en ellas está presente como raíz una palabra griega, a veces dos, como en gastro-entero-logía, que nombra el «área objeto de estudio o atención», y otra que funciona como sufijo; esta puede ser -logía (del griego /logía/, «estudio, tratado») o -iatría del griego /iatréia/, «medicina, curación»).
En Cuba se había generalizado la costumbre de llamar quemólogos a los especialistas que se dedicaban al tratamiento de las quemaduras y quemología a la especialidad, pero ello solo se aceptaba como elemento jocoso entre los dedicados a esa área de las ciencias médicas, cual si se llamara niñólogo al pediatra, ojista al oftalmólogo o pielógolo al dermatólogo.
Cuando se trataba de hacer referencia a la especialidad o al especialista, para no acudir a los vocablos mencionados se recurría a la perífrasis «especialidad en quemados ( o quemaduras) y especialista en quemados o quemaduras». La solución era correcta, pero insuficiente.
Vale acotar, al llegar aquí, que la supuesta raíz quemo de quemología nada tiene que ver con la de los conceptos quemadura o quemado. Las voces griegas que guardan algún parecido como quemo significan respectivamente a) madriguera, guarida; b) hierba mágica; c) bozal, nasa, cualquier objeto trenzado; d) invierno, frío. En los diccionarios médicos es posible encontrar al menos tres términos relacionados de alguna manera con el concepto quemadura en cuya formación entra la palabra que en griego tenía esa significación. Son los siguientes:
caumestesia (sensación de quemadura)
encauma (llaga o cicatriz de una quemadura )
epicauma (flictena y ulceración consecutiva del ojo por quemadura)
El verbo griego /káeien/ quemar, está en la base de la formación en ese idioma de las palabras:
/káysis/ acción de quemar, combustión
/kaystikós/ que quema, quemante
/kaytéerion/ hierro al rojo vivo para cauterizar
/káyma/ quemadura
Este último sustantivo griego, /káyma/, llevado al alfabeto latino, se ha convertido en el español cauma, que es sinónimo de «fiebre, calor, quemadura»; aunque poco o nada conocido, el término aparece registrado en diccionarios médicos (en algún diccionario especializado de la lengua inglesa lo hemos encontrado con esa misma forma).
Tomando como base el caso genitivo /káymatos/ de la voz griega que significa quemadura, transliterándola al alfabeto latino (cáumatos) y agregándole finalmente las ya conocidas terminaciones -logía y ? logo, hemos formado los neologismos caumatología y caumatólogo que responden a las reglas de formación de tecnicismos en español y se pueden internacionalizar fácilmente.
Caumatología y caumatólogo son, pues, dos términos correctamente formados para denominar los conceptos «rama de la medicina que se ocupa del estudio de las quemaduras, de su tratamiento y el de sus secuelas» y «persona que ejerce esta especialidad», respectivamente.
Rodolfo Alpízar Castillo
Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas
Colección Serie Superación
Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas, 1981
En: Términos médicos. Publicado el sep 5th, 2014.
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