La coma
La coma es el signo de puntuación más usado. Señala generalmente una pequeña pausa en la escritura, pausa que obedece siempre a necesidades lógicas de la oración, y en el lenguaje oral es acompañada por una ligera entonación ascendente o descendente, según las circunstancias.
- Se usa siempre para aislar el vocativo del resto de la oración. Si el vocativo está al principio de la oración, una coma es suficiente para aislarlo: Niágara undoso, oye mi última voz; el vocativo puede ir en medio de una oración, en cuyo caso se necesitan dos comas, una antes y otra después: Te aseguro, María, que no pude venir antes. También puede aparecer el vocativo al final de una oración, en ese caso va precedido por una coma: Déjese ver por aquí, hermano. El uso de la coma para separar el vocativo no es opcional, sino obligado. En algunos contextos la omisión de la coma redundaría en un cambio total de sentido. No es lo mismo decir: Pedro camina rápido, oración en la cual se afirma algo de Pedro (que camina rápido), que decir Pedro, camina rápido, construcción con la cual se llama a Pedro para ordenarle que camine rápido.
- Los elementos de una serie se separan entre sí por comas. Serie es un conjunto de elementos análogos relacionados entre sí y que se suceden unos a otros. Estos elementos tienen relativa independencia entre ellos y pertenecen todos a una misma categoría (sustantivos, verbos, adjetivos o adverbios; también pueden ser frases u oraciones breves): Entramos en una habitación húmeda, triste, oscura, silenciosa. Si los dos últimos elementos de la serie se unen por las conjunciones coordinantes y, o, ni, se suprime la coma entre ellos, como regla general: Pedro es sabio, prudente y cortés.
- Los elementos que aparecen en aposición explicativa con un sustantivo deben estar separados de él por comas. Esta coma es obligatoria y señala una pausa que en la pronunciación separa los elementos que intervienen en la aposición: Luis, mi primo de Matanzas, llegó ayer.
- Los elementos que anteceden al sujeto de una oración se separan generalmente por una coma: Sí, vamos para allá; No, no me interesa; Es hermosísima, desgraciadamente, su estupidez es también superlativa; Efectivamente, nosotros estábamos equivocados.
- Palabras, frases u oraciones, esto es, todas las expresiones que se intercalan e interrumpen momentáneamente el fluir de la oración, deben escribirse entre comas. Se trata de construcciones explicativas o elementos para aclarar o ampliar lo que se está diciendo, Si se suprimen, no se alterará el sentido de la oración. Los elementos que pueden ser intercalados son palabras: Para mí, lógicamente, la situación era muy molesta; frases, en general, por ejemplo, es decir, en efecto, por desgracia, desde luego, por último, entre otras.
- Al caso especial de las oraciones subordinadas adjetivas explicativas o especificativas se les dedicará un próximo trabajo por lo extenso del tema y lo importante que resulta para la buena comprensión de lo que se escribe.
- Después de la raya o el paréntesis se pondrá coma si al hacer abstracción de lo que estos signos encierran, se comprueba que es necesaria: Llegado el momento – que no tardó mucho en llegar – tuvimos que partir. Si se suprime lo que está entre rayas se comprueba que la coma era necesaria: Llegado el momento, tuvimos que partir.
- Nunca debe colocarse coma antes del signo que abre el paréntesis, ni antes de un verbo. Son contados los casos en los cuales podría justificarse la coma entre el sujeto y el verbo. Es de suma importancia la colocación correcta de las comas: un cambio de su ubicación puede variar totalmente el sentido de la expresión.
El abuso de la coma puede resultar funesto para la redacción. No solo se resta elegancia a la obra y se rompe con la armonía auditiva propia de un párrafo bien escrito, sino que también distrae la atención del lector, quien perdido en una selva de intercalaciones y paradas, olvida con frecuencia la idea principal. Existe además el error contrario: suprimir sistemáticamente las comas. Pero las comas no pueden ser suprimidas sin más ni más. Cada coma debe emplearse donde y cuando corresponda; su colocación, como la de cualquier otro signo ortográfico, ha de responder siempre a una necesidad lógica del párrafo, de manera que su omisión o abuso significa no decir lo que se quiere, o decir lo que no se quiere.
Texto tomado de: Para expresarnos mejor
Por Lic. Rodolfo Alpízar Castillo
Editorial Científico-Técnica, cuarta edición 2002
En: Ortografía. Publicado el sep 4th, 2014.
Haga un comentario