Un experimento español tratará de eliminar a los mosquitos que transmiten el paludismo administrando un fármaco a las personas que corren el riesgo de ser picadas por ellos.
Muerto el perro se acabó la rabia. Y, si matamos a los mosquitos, terminamos con la malaria. Esta sería (a muy grandes rasgos) una de las máximas para acabar con una enfermedad de la que no sabemos cómo deshacernos. Hasta la fecha, el método más eficaz han sido las mosquiteras impregnadas de insecticidas, que por un lado protegen a las personas mientras duermen y por otro matan a los zancudos. A ellas se les atribuye el 70% de los seis millones de vidas que se han salvado en los tres últimos lustros en la lucha contra esta dolencia, que todavía mata cada año a más de 400 000 personas.
¿Y si las propias personas envenenaran a los mosquitos cuando son picadas? Esta es una idea que lleva rondando la cabeza de los investigadores desde hace varios años. Ya se han hecho decenas de experimentos en laboratorio que muestran que podría ser parte de la solución. Consiste en tomar ivermectina, un medicamento que funciona como veneno para el insecto. Los voluntarios, tras ingerirlo, alimentaban a mosquitos en laboratorios (dejándose morder, tal y como se aprecia en la foto que acompaña a este texto) y se ha comprobado cómo las facultades de los insectos se veían mermadas: perdían agilidad, su fertilidad se reducía y vivían menos. El zancudo muere unas horas después de picar a alguien que lo haya ingerido recientemente. Su supervivencia va a aumentando conforme más tiempo pasa tras la toma, pero días después es capaz de limitarla a alrededor de una semana, con lo cual no da tiempo a que el parásito de la malaria se desarrolle dentro de él, así que no la transmite.
Tema: Artículos, Noticias. Publicado: abr 16th, 2019.
Investigadores del Laboratorio de Genética Tropical de Miami (EE UU) han estudiado a la especie Aedes aegypti y han descubierto que el gen Ir8a es el responsable de que puedan percibir el olor a sudor. “Cuando se elimina este gen en el laboratorio, el insecto pierde su capacidad de respuesta ante los ácidos volátiles y, con ello, aproximadamente el 50% de su atracción por los humanos”, expone el neurobiólogo Matthew DeGennaro, líder del trabajo publicado en la revista Current Biology.
Las hembras de mosquito encuentran en la sangre de los vertebrados los nutrientes necesarios para poner sus huevos. Atraídas por el dióxido de carbono que emiten los humanos al respirar y por los ácidos lácticos de su sudor, estos insectos utilizan su sentido del olfato para encontrar a sus presas.
Para saber más sobre este proceso, investigadores del Laboratorio de Genética Tropical de Miami (EE UU) han estudiado a la especie Aedes aegypti, un peligroso transmisor del dengue y la fiebre amarilla, y han descubierto que el gen Ir8a es el responsable de que puedan percibir el olor a sudor.
Tema: Artículos, Noticias. Publicado: abr 9th, 2019.
Es sabido que las personas obesas y con diabetes mellitus tipo 2 son más propensas a contraer enfermedades infecciosas, pues ambos estados afectan al sistema inmunológico, lo que abre el camino hacia un mayor riesgo de sufrir infecciones. Pero lo que no se sabía era cuál sería el mecanismo inherente a esta merma de las defensas del sistema inmunológico en obesos y diabéticos.
Ahora, en el marco de un estudio realizado en el Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de São Paulo (ICB-USP), en Brasil, se ha demostrado que la mayor propensión de obesos y diabéticos tipo 2 a contraer enfermedades infecciosas está relacionada con alteraciones en los neutrófilos, un tipo de leucocitos. Son células que forman parte del sistema inmunológico y de la respuesta inflamatoria, y son las primeras que reaccionan ante la presencia de un agente invasor en el organismo.
Tema: Artículos, Noticias. Publicado: abr 5th, 2019.
Un grupo de investigación de la ULE, liderado por el profesor Luis M. Mateos, publica los resultados en la revista ‘PNAS’
Un grupo de investigación del Área de Microbiología liderado por el profesor Luis M. Mateos, en colaboración con un grupo de científicos de la Universidad Libre de Bruselas, ha descrito el mecanismo de acción de una molécula reguladora (denominada OxyR) que actúa como interruptor genético en las bacterias, permitiendo o impidiendo la expresión de otros genes. El trabajo, publicado en la revista PNAS, aporta un un conocimiento relevante sobre los procesos que controlan el estrés oxidativo en bacterias y a su vez contribuyen a la comprensión de las posibles causas del envejecimiento celular en los seres vivos, incluidas nuestras propias células.
Los genes que controla esta molécula OxyR –cuyo nombre está relacionado con el oxígeno-, están implicados en la defensa celular frente a radicales libres que se generan a partir de los procesos metabólicos endógenos o a partir de contaminantes ambientales. “En condiciones normales, las células y sus componentes se encuentran en un estado reducido, ambiente óptimo para su correcto funcionamiento, sin embargo, en metabolismos respiratorios (con oxígeno) se suelen generar formas “tóxicas” del oxígeno, los llamados radicales libres o ROS (acrónimo del inglés ‘reactive oxygen species’) que resultan tóxicos para la propia célula”, explica Luis Mariano Mateos, profesor y director del Departamento de Biología Molecular de la ULE. Uno de esos radicales libres es el anión peróxido (vulgarmente agua oxigenada), aunque existen otras especies mucho más tóxicas.
Tema: Artículos, Noticias. Publicado: abr 4th, 2019.
Las células de los seres humanos y de los animales vertebrados e invertebrados poseen una vía de señalización llamada WNT dependiente de la proteína β-catenina que es fundamental en el desarrollo de los embriones, en la proliferación celular y en la estructuración de los tejidos.
La desregulación de la WNT puede causar malformaciones en los embriones y una serie de enfermedades, tales como el cáncer de mama y el de cuello uterino.
Pero un grupo de científicos del Centro de Química Medicinal (CQMED), en Brasil, descubrió una forma de regular esta vía. El CQMED, creado con el apoyo de la FAPESP a través del Programa de Apoyo a la Investigación en Asociación para la Innovación Tecnológica (PITE), es una unidad de la estatal Empresa Brasileña de Investigación e Innovación Industrial (Embrapii) especializada en el área de biofármacos y fármacos.
Tema: Artículos, Noticias. Publicado: abr 3rd, 2019.