Fiebre amarilla en Brasil

Brasil se encuentra actualmente en el periodo reconocido históricamente como de mayor transmisión (periodo estacional) que se extiende de diciembre a mayo. La expansión del área histórica de transmisión de la fiebre amarilla hacia áreas consideradas previamente sin riesgo había ocasionado dos olas de transmisión, una en el periodo estacional 2016-2017 con 778 casos humanos confirmados incluidas 262 defunciones y otra en el periodo estacional 2017-2018 con 1376 casos humanos confirmados incluidas 483 defunciones.

En el presente periodo estacional (2018-2019) se notificaron 1309 casos humanos, de ellos se confirmaron 65 y 14 fallecieron.

Permanecen 229 en investigación y 1015 fueron descartados. Además, se notificaron 2220 casos no humanos, de ellos se confirmaron 33, permanecen 192 en investigación, 899 se clasificaron como indeterminados y 1096 fueron descartados.

Vigilancia de Casos Humanos

Se registraron casos humanos confirmados en los estados São Paulo (57) y Paraná (8). La mayoría de los casos eran trabajadores rurales, 57 casos del sexo masculino, con edades comprendidas entre 8 y 87 años. El primer caso confirmado en Paraná tuvo fecha de inicio de los síntomas en enero / 2019 (SE 4), dentro del período estacional de la enfermedad (diciembre a mayo), cuando fueron registrados 64 de 65 confirmados, de los cuales 14 fallecieron.

Vigilancia de epizootias en Primates no Humanos – PNH (monos)

Se registraron epizootias de PNH confirmadas en São Paulo (20), Río de Janeiro (8), Minas Gerais (1), Mato Grosso (2) y Paraná (2) con mayor número de epidemias confirmados en la región Sudeste (87,8%; 29/33). La región Sur no había sido afectada durante la reemergencia iniciada en 2014, pero registra circulación del virus desde de enero / 2019 (SE 4).

Áreas de riesgo

Ante este escenario, es fundamental que los municipios de las áreas de riesgo amplíen las coberturas vacunales (al menos el 95% de cobertura), con el objetivo de garantizar la protección de la población contra la enfermedad, reduciendo el riesgo de muertes y brotes por la enfermedad y el riesgo de reurbanización de esta (por Aedes aegypti).

Fuente: Ministerio de Salud de Brasil