Memorias de enfermera
Como en los primeros años de enfermera de abuela, la prioridad de los trabajadores de la Salud está en aliviar a los más necesitados. Estos servicios mantienen sus funciones, aun cuando implica que médicos, asistentes, especialistas, enfermeros, enfermeras, se expongan más que nadie a contraer la enfermedad.
Autor: Alejandra García Elizalde
Hay muchos recuerdos que se han borrado de la memoria de mi abuela. Ha olvidado, por ejemplo, las medicinas que debe tomar diariamente para mantener estable su presión arterial, o algún hecho trascendente que haya ocurrido en días pasados. Vive en una dimensión diferente. Entiende poco de ese virus mortal y silencioso del que tanto se habla en nuestros medios, o de por qué hoy trabajo desde casa.
Pero conserva intactos en su memoria sus años de enfermera en la capital. Visitaba casa a casa, en lo que entonces se conocía como «hacer terreno». Recuerda con precisión nombres, direcciones y padecimientos de muchas de las personas que visitó, en los primeros años de la Revolución. Vio la transición entre la Cuba de antes y la otra, recién nacida. Fue testigo de cómo la salud dejó de ser un privilegio y comenzó a ser un derecho al alcance de todos, principalmente de los desvalidos.
Por eso le habló con ternura a cada enfermera o enfermero que la asistió, cuando una fractura de cadera la llevó a una sala del hospital Fructuoso Rodríguez hace un mes. Ocurrió en una de las semanas más intensas de la lucha contra la covid-19 en el país.
«Yo fui enfermera, por eso trato de ser buena paciente», le decía a los asistentes de Salud, muchos de ellos jóvenes, recién graduados, cada vez que venían a inyectarle calmantes.
De esos días le llamó la atención que los médicos y enfermeros usaban constantemente el tapabocas. Para entrar al salón de operaciones, yo tuve que ponerle uno a ella, y hoy me hace tenerlo siempre cerca de su mesa de noche.
Rememora estos detalles sin comprender totalmente la dimensión del peligro al que se exponen los médicos y enfermeras que la asistieron en esos días de dolor. El país atravesaba entonces, y aún lo hace, por una situación sanitaria sin precedentes, en la que el confinamiento ha sido el mejor antídoto.
Pero como en los primeros años de enfermera de abuela, la prioridad de los trabajadores de la Salud está en aliviar a los más necesitados. Estos servicios mantienen sus funciones, aun cuando implica que médicos, asistentes, especialistas, enfermeros, enfermeras, se expongan más que nadie a contraer la enfermedad.
Están en la primera línea de combate contra la covid-19, pero no han abandonado otros frentes. Su heroísmo es doble. La paciencia y el cariño de médicos y enfermeras no le falta al que llegue a un materno infantil o a un hospital ortopédico.
Tras una semana de ingreso y una operación exitosa, abuela regresó a casa. No recuerda los nombres de quienes estuvieron a su lado en esos días difíciles, de los que aún se recupera. Pero sabe que vive gracias a ellos.
Fuente: Granma
Tema: Acontercer cubano en salud. Publicado: may 14th, 2020.