Tecnología SUMA: una muestra de soberanía tecnológica
Autor: Orfilio Peláez
Tras ratificarse en los últimos 30 años como el soporte tecnológico fundamental de importantes programas nacionales de salud, entre ellos el de atención materno infantil, el Centro de Inmunoensayo (CIE), acaba de hacer otro aporte científico de notable valor, al desarrollar en apenas seis semanas un novedoso sistema para el diagnóstico de la COVID-19, basado en la tecnología suma (Sistema Ultramicroanálitico).
Denominado Umelisa SARS COV-2 IgG, el diagnosticador, que muestra indicadores favorables de sensibilidad y especificidad, fue obtenido por un colectivo de investigadores de esa entidad perteneciente al grupo empresarial BioCubaFarma, integrado por la doctora en Ciencias Irinia Valdivia Álvarez y los máster en Ciencias Aurora Delahanty Fernández, Darien Ortega León y Ariel Palenzuela Díaz, con la inestimable colaboración del Ministerio de Salud Pública y del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
Como explicó a Granma la máster en Ciencias Niurka Margarita Carlos Pias, directora del CIE, los especialistas encargados de su desarrollo tienen una amplia experiencia en la estandarización y producción de ensayos para la detección de enfermedades infecciosas, así como han participado en la creación e introducción en el país de pruebas para la detección de hepatitis C y diferentes marcadores de la hepatitis B, dengue y VIH, las que sustentan los programas nacionales de certificación de sangre y vigilancia epidemiológica.
Realmente, aseveró, ellos tuvieron ante sí el enorme reto de desarrollar, escalar a la producción y producir la referida prueba diagnóstica en tan corto tiempo, siguiendo estrictamente los pasos establecidos en su estandarización y su correcta evaluación.
El cumplimiento exitoso de esta necesaria secuencia, hasta llegar al resultado final, no hubiese sido posible sin la participación y colaboración del colectivo de trabajadores del CIE y sus directivos, así como de especialistas del CIGB, el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, las autoridades del Ministerio de Salud Pública y del grupo empresarial BioCubaFarma, destacó la máster en Ciencias Niurka Margarita.
Sobre las características del Umelisa SARS CoV-2 IgG resaltó que se trata de un ensayo capaz de detectar anticuerpos tipo IgG en muestras de suero o plasma. Para ello emplea péptidos sintéticos de regiones inmunodominantes del virus (son segmentos de las proteínas del virus sobre los cuales se desarrolla la respuesta inmune de la persona infectada).
Dichos fragmentos, acotó, fueron sintetizados por científicos del CIGB, con quienes laboramos de conjunto para el desarrollo de la prueba diagnóstica.
El sistema tiene la ventaja de poder aplicarse en pesquisajes masivos de la covid-19, unido a los resultados de otras pruebas de laboratorio, además de poder emprender estudios epidemiológicos dirigidos a conocer el grado de exposición al virus que ha tenido determinado grupo poblacional.
Los ensayos tipo ELISA (acrónimo del inglés Enzyme-Linked Immuno Sorbent Assay: «ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas») se basan en la reacción antígeno-anticuerpo, simulando en el laboratorio lo que ocurre en nuestro organismo, cuando es invadido por un agente extraño. Esta reacción es amplificada por la presencia de una enzima, lo cual nos permite detectar si la reacción ha tenido lugar o no.
Dicho proceder tiene amplio uso a nivel mundial para el diagnóstico de diversas patologías y el aporte cubano a esta técnica de diagnóstico es, precisamente, realizarla con muy pequeños volúmenes de reactivos y muestras (Sistema Ultra Micro Analítico, suma). La misma fue asumida y promovida por el Centro de Inmunoensayo, desde su inauguración por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 7 de septiembre de 1987.
Vale recordar que la tecnología SUMA se desarrolló a inicios de la década de los 80 del pasado siglo por un grupo de investigadores, encabezados por el doctor en Ciencias José Luis Fernández Yero, es una tecnología ciento por ciento cubana, y al emplear pequeños volúmenes de muestras y reactivos, resulta económicamente sustentable, características de gran utilidad para una circunstancia como la que enfrentamos con la epidemia de la covid-19.
Actualmente hay 232 laboratorios con tecnología SUMA, distribuidos a lo largo y ancho de nuestro archipiélago.
El nuevo ensayo utiliza plasma, por tanto, requiere realizar una extracción de sangre. Demora alrededor de dos horas para obtener el resultado, y con cada placa se pueden estudiar decenas de personas de una sola vez, buscando la presencia de anticuerpos contra el nuevo coronavirus. Se recomienda su uso a partir del séptimo día de inicio de los síntomas.
No requiere de ninguna preparación previa del paciente y los resultados se validan, procesan y expresan de manera automatizada.
La máster en Ciencias Niurka Margarita Carlos Pias subrayó que existe capacidad productiva para satisfacer la demanda del sistema nacional de Salud y extender su empleo a todas las provincias.
«Es de suma importancia para el país poder contar con una prueba cubana con soberanía tecnológica, que disminuye los costos y puede realizarse en la amplia red de laboratorios de la tecnología suma existente en la nación».
La tecnología suma también ha sido clave en el diagnóstico precoz del hipotiroidismo congénito a todos los infantes cubanos nacidos después de 1986, así como en los programas de vigilancia epidemiológica, la certificación de sangre y órganos para trasplantes, además del control de enfermedades crónicas. Tales son los casos de la diabetes mellitus, el cáncer y la enfermedad renal crónica, entre otras.
De manera especial, ha contribuido a la reducción sostenida de la tasa de mortalidad infantil, al control de la transmisión de la hepatitis B y C, el VIH y del dengue. Igualmente, resultó decisiva para que Cuba fuera declarada en 2015 libre de la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita.
Fuente: Granma
Tema: Acontercer cubano en salud. Publicado: may 13th, 2020.