En prever está el arte de salvar
El dengue deviene en una enfermedad reemergente en el Hemisferio Occidental, debido a lo cual es plateado el debate sobre la posibilidad de la erradicación o el control de sus vectores, principalmente del Aedes aegypti, que transmite el dengue, la fiebre amarilla, la fiebre causada por el virus del chikungunya y la infección por virus del Zika.
Entre los factores que condicionan la presencia y posibilidad de eliminarlo se señalan, el desarrollo de la resistencia a los insecticidas, las limitaciones económicas y la insuficiente participación comunitaria.
Evitar la proliferación del Aedes aegypti tiene que convertirse en una tarea de conciencia entre los vecinos de cada uno de los barrios y comunidades, no puede ser solo una lucha de la brigada auto focal contra el mosquito.
La clave del asunto está en evitar los criaderos, pero ello es solo posible si en cada una de las viviendas del barrio o los centros de trabajo, sus habitantes asumimos con responsabilidad el trabajo autofocal laboral o familiar.
Mucho hablamos diariamente sobre las medidas a tomar para impedir la presencia del mosquito. Sin embargo, ¿cumplimos con el deber de eliminar cualquier brecha para su presencia?
La realidad indica que muchos somos irresponsables cuando no tapamos adecuadamente los depósitos de agua o eliminamos cualquier vasija u objeto, que tanto dentro de la casa como el patio, sirve de criadero.
Y qué decir de los solares yermos, los micro vertederos o acumulación de basura en lugares inapropiados. Estos por mencionar algunos de los elementos que abren las puertas al Aedes aegypti.
Sin embargo, no podemos decir que falta información sobre las medidas a tomar o consecuencias para la salud humana de un animalito que no tiene dirección, nombre o sentido. Él puede picar a un niño, anciano o a cualquier persona en su casa o la comunidad donde vive.
La solución no está en rastrear o combatir al insecto que ya de hecho anda por varios lugares, lo más importante es impedir su criadero y en ello todos tenemos una alta responsabilidad.
Cumplir, velar por que se haga, alertar, exigir el cumplimiento de las medidas preventivas y hasta denunciar cuando sea necesario a los irresponsables, tiene que ser una tarea permanente y de todos los ciudadanos.
Han transcurrido 185 años, del natalicio del eminente médico y científico cubano Dr. Carlos Juan Finlay Barrés, quien identificó al agente transmisor de la fiebre amarilla.
Casi dos siglos después de este descubrimiento, otras tres enfermedades virales, cuya vía de transmisión es igualmente a través de la picadura de la hembra del mosquito Aedes aegypti; afectan la salud de millones de personas en todo el mundo: el dengue, la fiebre causada por el virus del chikungunya y la infección por virus del Zika.
El panorama ambiental enrarece, en la medida en que la irresponsabilidad sigue presente. Esta es una tarea de todos y por ende una batalla que solo de manera colectiva puede ganarse. Seamos conscientes de que el mosquito puede picar a cualquiera y usted puede ser uno de ellos. Entonces no descuidemos las causas que le dan vida.
Tomado de: https://boletinaldia.sld.cu/aldia/2019/03/23/en-prever-esta-el-arte-de-salvar/
Tema: Actualidades. Publicado: abr 1st, 2019.