En un reciente descubrimiento, científicos de la Fundación Instituto Leloir (FIL) de Argentina comprobaron que el virus del dengue alberga en su maquinaria interna un fragmento genético que no favorece su replicación en el mosquito vector, como se pensaba, sino que la frena. El hallazgo podría favorecer en el futuro estrategias de control de ese patógeno viral y otros relacionados, como los agentes causales del zika y la fiebre amarilla.
Si se “rompe” o anula ese freno, “la multiplicación del virus aumenta diez veces”, señaló la doctora Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la FIL.
Cuando el virus infecta a una célula de mosquito o humana, se garantiza su propagación: le introduce una molécula de ARN que contiene su propia información genética. A través de un proceso complejo en el que participan engranajes moleculares de la célula hospedadora, se copia ese material genético del patógeno y a partir de ahí se forman nuevos virus.
No se reportó ningún caso nuevo en la semana. El último caso confirmado involucró a una niña de 3 años con inicio de parálisis el 5 de diciembre de 2018 del área del gobierno local Baruten, en el estado Kwara, en la frontera con Benin. El país continúa afectado por 2 brotes de cVDPV2 separados, el primero centrado en el estado de Jigawa y su posterior propagación a otros estados y a la vecina República de Níger, y el segundo en el estado Sokoto.
Fuente: Organización Mundial de la Salud
Tema: Actualización. Publicado: mar 7th, 2019.