Hepatitis E en Namibia
El brote de hepatitis E en Namibia, que comenzó en septiembre de 2017, ha comenzado a mostrar una tendencia creciente en las últimas dos semanas. La incidencia semanal de casos de hepatitis E había disminuido constantemente desde que alcanzó un pico (114 casos) en la semana 3 de 2018. Sin embargo, en la semana 23 (que finalizó el 10 de junio de 2018), se informaron 61 nuevos casos sospechosos, en comparación con 59 y 35 casos informados en las semanas 22 y 21, respectivamente. Seis casos ingresaron en la fecha del informe, dos de ellas madres embarazadas.
Desde el comienzo del brote en la semana 36 de 2017, un total de 1524 casos sospechosos y 16 muertes (tasa de letalidad del 1.0%) se informaron hasta el 10 de junio de 2018. Del total de casos, 113 fueron confirmados por laboratorio, 1137 tienen vínculos epidemiológicos con casos y 207 son sospechosos. Los resultados de las pruebas de 30 casos aún están pendientes. De las 16 muertes, seis ocurrieron en mujeres embarazadas y otras nueve tuvieron comorbilidades (ya sean inmunocomprometidas o hepáticas). El grupo de edad más afectado se encuentra entre 20 y 39 años, lo que representa el 76% del total de casos y la mayoría (59%) de los casos son varones.
La ciudad de Windhoek, en la región de Khomas, ha sido la más afectada, con más del 80% del total de casos informados. La mayoría de los casos en Windhoek provienen de asentamientos informales de La Habana y Goreagab, seguidos de Hakahana y Okuryangava. Se han reportado algunos casos confirmados de las otras 10 regiones, la Región Omusati reporta incremento de casos desde enero de 2018. La mayoría de los casos confirmados en las otras regiones tenían historia de viajar a los asentamientos informales La Habana y Goreagab, en Windhoek.
Interpretación de la situación por la OMS
El brote de hepatitis E en Namibia ha sido persistente desde septiembre de 2017. Si bien la tendencia de la enfermedad ha estado disminuyendo desde el comienzo de 2018, esta reducción ha disminuido y ahora muestra signos de aumento. La tendencia creciente se atribuye en gran parte a la reducción de la intensidad de las intervenciones de respuesta (comúnmente observada en enfermedades con período prolongado de incubación) y a nuevas áreas geográficas afectadas. Esta tendencia actual debe detenerse y solo puede hacerse intensificando las operaciones de respuesta. Con la expansión de la transmisión a otras partes del país (inicialmente no afectadas), este brote de hepatitis E tiene el potencial de aumentar, lo que hace que sea más difícil y más costoso de controlar.
Todas las partes interesadas deben fortalecer y acelerar las intervenciones de respuesta, incluida la provisión rápida de agua potable e instalaciones de saneamiento a las comunidades afectadas, intensas movilización social y participación de la comunidad y mejora de la vigilancia de enfermedades.
Fuente: Organización Mundial de la Salud
Tema: Actualización. Publicado: jun 24th, 2018.