El aumento de la incidencia y la extensión geográfica de las arbovirosis, como el chikungunya y el dengue, constituye un importante problema de salud pública en la Región de las Américas (1). El dengue representa el grueso de los casos notificados en la región, con epidemias que se suceden cada tres a cinco años. Si bien el dengue y el chikungunya son enfermedades endémicas en la mayoría de los países de América Central, América del Sur y el Caribe, en la actual temporada de verano se ha observado un aumento de la transmisión y la expansión de los casos de chikungunya más allá de las áreas históricas de transmisión. Además, 2023 ha comenzado con una fuerte transmisión del dengue. En los próximos meses se espera también un aumento de los índices de transmisión en el hemisferio sur, debido a las condiciones meteorológicas favorables para la proliferación de los mosquitos.
Durante 2022 se notificaron 2,8 millones de casos de dengue en las Américas, lo que representa un aumento de más del doble en comparación con los 1,2 millones notificados en 2021. En el caso del chikungunya se ha observado la misma tendencia creciente, con la notificación por parte del Paraguay de una alta incidencia de meningoencefalitis posiblemente vinculada con esta enfermedad, hecho que supone otro motivo de preocupación.