Resumen del Informe Quinquenal 2013 – 2017 del Director de la Oficina Sanitaria Panamericana
La Organización Panamericana de la Salud, Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OPS) para las Américas en el período 2013-2017, prosiguió sus actividades de cooperación técnica a nivel nacional, subregional y regional en apoyo del desarrollo en el ámbito de la salud en los países. Durante este período, la OPS hizo hincapié en el fortalecimiento y la resiliencia de los sistemas de salud para avanzar hacia el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud; la formación de capacidad en los países para responder a las emergencias y los desastres relacionados con la salud, además de cumplir con los requisitos del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) (2005); la adopción de un enfoque que abarque la totalidad del curso de la vida en las intervenciones de salud, con especial énfasis en la salud de la madre, del niño y del adolescente, así como de las personas mayores; la reducción de las inequidades en materia de salud, con énfasis en los grupos vulnerables, entre otros, las poblaciones indígenas y étnicas; la reducción y, donde sea posible, la eliminación de las enfermedades transmisibles; la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles (ENT) y de sus factores de riesgo; además, el abordaje de los determinantes sociales y ambientales de la salud por medio de mecanismos multisectoriales y de toda la sociedad. La Organización también procuró mejorar su propia capacidad y sus sistemas institucionales para aumentar la eficiencia y la eficacia de su cooperación técnica.
Se destacaron logros notables en el fortalecimiento de los sistemas de salud y el aumento de su resiliencia mediante la ampliación del acceso a los servicios, como en el caso del programa Mais Médicos en Brasil; en la elaboración o actualización de leyes y reglamentos relacionados con la salud, como el establecimiento del sistema regulador del Caribe; en la promoción de mejoras en el financiamiento de la salud y el uso del margen fiscal; en la formación de la capacidad de recursos humanos para la salud a fin de contribuir al avance hacia la salud universal, en especial, por medio de la capacitación en línea desde el Campus Virtual de la OPS para la Salud Pública; en la mejora del acceso a tecnologías y productos médicos, incluidos servicios más seguros de radiación; y en el fortalecimiento de la investigación, los sistemas de información, la gestión del conocimiento y la comunicación relacionados con la salud.
Los Estados Miembros de la OPS hicieron frente a innumerables emergencias, desastres y brotes de enfermedades en el período, y se lograron mejoras e innovaciones considerables. Entre las diversas causas de las emergencias de salud se encontraron huracanes, terremotos, incendios, corrientes migratorias y brotes de enfermedades causadas por virus que pusieron a prueba las capacidades de los Estados Miembros.
La amenaza del virus del Ébola, la circulación generalizada de los virus de Chikungunya y del Zika, y el resurgimiento del cólera en Haití dieron lugar a evaluaciones que detectaron las brechas y los retos en el desarrollo de las capacidades básicas nacionales para la aplicación del RSI. Sin embargo, también generaron respuestas que incluyeron nuevos métodos e innovaciones, como la puesta en marcha del Sistema de Manejo de Incidentes de la OSP y el fortalecimiento de su Centro de Operaciones de Emergencia; las directrices mejoradas para el despliegue de los equipos nacionales e internacionales de personal médico de emergencia; el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia de enfermedades; la transferencia de tecnologías de los sistemas de vigilancia de la calidad del agua; y la formación de asociaciones nuevas para atender las prioridades establecidas.
Resumen de las principales enfermedades transmisible en la Región.
Enfermedad de Chagas
Se calcula que en la Región de las Américas unos 6 millones de personas siguen infectadas con la enfermedad de Chagas, enfermedad de transmisión vectorial causada por el protozoario Trypanosoma cruzi. La OPS promovió medidas para el control de vectores, el tamizaje universal de los donantes de sangre y una mejor calidad y cobertura de la atención médica. Gracias a estos esfuerzos, varios países obtuvieron la certificación de interrupción de la transmisión por el principal vector de la enfermedad de Chagas en la totalidad de sus territorios o en zonas geográficas con riesgo o donde es endémica.
Oncocercosis o “ceguera de los ríos”
Cuatro países de la región fueron certificados por OPS como país sin transmisión de la enfermedad: Colombia, Ecuador, México y Guatemala.
En la actualidad solo persisten dos focos de oncocercosis en la Región de las Américas, ambos situados en las fronteras entre Brasil y Venezuela.
Tracoma
En enero del 2017, la OMS validó la eliminación del tracoma como problema de salud pública en México, que se convirtió en el tercer país del mundo y el primero de la Región en alcanzar esta meta.
Transmisión maternoinfantil del VIH y de la sífilis
Cuba se convirtió en el primer país del mundo en recibir la validación por parte de la OMS de la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH y de la sífilis en junio del 2015.
A mediados del 2017, 22 países y territorios de la Región de las Américas notificaban datos coincidentes con la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH.
También varios países del Caribe han presentado solicitudes de validación de la eliminación simultánea de la transmisión maternoinfantil de una o de ambas enfermedades. Anguila, Bermudas, las Islas Caimán y Montserrat recibieron la validación de la OMS por haber cumplido todos los objetivos y las metas de eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH y de la sífilis.
El número de casos nuevos de infección por el VIH en los niños de 0 a 14 años de edad en América Latina y el Caribe disminuyó 55% entre el 2010 y el 2015 (de 4.700 a 2.100), lo que indica que se evitaron 28.000 infecciones por el VIH gracias a las intervenciones de prevención de la transmisión maternoinfantil. En cambio, en ese mismo período los casos nuevos de síndrome de sífilis congénita se duplicaron en los niños de la Región y pasaron de 10.850 a 22.800.
Rubéola y síndrome de rubéola congénita
La transmisión endémica de la rubéola y el síndrome de rubéola congénita ha sido eliminada en la Región, convirtiéndose en la primera región del mundo en lograr su eliminación.
Sarampión
El sarampión es la quinta enfermedad viral prevenible mediante vacunación que se eliminaba de la Región de las Américas.
Poliomielitis
Se retiraron las vacunas orales contra la poliomielitis y se incorporó la vacuna antipoliomielítica con virus inactivados (IPV) mediante un proceso gradual. Los 32 países y territorios de la Región que no utilizaban la IPV la han incorporado a sus esquemas y 36 cambiaron la formulación trivalente de la vacuna antipoliomielítica oral por la bivalente como parte del cambio gradual. También se trabaja en la destrucción o contención de todos los poliovirus del serotipo 2 en instalaciones esenciales para poliovirus; además de la contención de los poliovirus salvajes de los serotipos 1 y 3.
Infección por el VIH e infecciones de transmisión sexual
Durante el período comprendido entre el 2005 y el 2011 la incidencia estimada de la infección por el VIH en América Latina y el Caribe disminuyó de 21,1 a 19,1 por 100.000 habitantes. Además, entre el 2001 y el 2011 se registraron disminuciones de los casos pediátricos de infección por el VIH de 38% y 60% en América Latina y en el Caribe, respectivamente.
Tuberculosis
La tuberculosis multirresistente y la coinfección por el bacilo de la tuberculosis y el VIH siguen siendo retos importantes para la Región. La tuberculosis afecta principalmente a las poblaciones más pobres y los datos nacionales procedentes de varios países indican que la enfermedad se concentra en las grandes ciudades, donde la urbanización acelerada ha creado barrios pobres cuyos residentes son sumamente vulnerables a la enfermedad.
La OMS ha generado un fuerte compromiso político y participación activa por parte de las autoridades de diferentes sectores, la sociedad civil y el sector privado en la eliminación o disminución de la enfermedad.
Hepatitis virales
Veintiún países han trabajado en dar respuesta a las hepatitis virales, y 15 han ultimado una estrategia o plan nacional para su prevención y control. A pesar del trabajo realizado por la Organización Panamericana de la Salud se espera aumente la respuesta frente a la epidemias de las hepatitis mediante un mayor compromiso político y mejores alianzas con la sociedad civil —incluidas la comunidad académica y las asociaciones de profesionales— y las instituciones de salud pública.
Malaria
La malaria sigue siendo endémica en 21 Estados Miembros de la OPS, varios países alcanzaron la meta del sexto ODM de reducir la incidencia de la malaria y las defunciones por esa enfermedad, al lograr una disminución de los casos superior a 62% y una reducción de las defunciones de 61% durante el período 2000-2015.
En el 2015 se notificaron un mayor número de casos en siete países (Colombia, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú y Venezuela).
A pesar de los muchos esfuerzos, la transmisión de la malaria aumentó en unos cuantos países durante el 2016, particularmente en Colombia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
Rabia
El número de casos de rabia humana ha ido en disminución desde 1983, año en que se estableció el programa regional de eliminación de la rabia transmitida por el perro.
En el 2016 se notificaron 12 casos de rabia humana transmitida por el perro en tres países de América Latina y el Caribe (Bolivia, Guatemala y Haití).
Se resaltó la cooperación técnica prestada por el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (PANAFTOSA) de la OPS y los sistemas de vigilancia en 18 países para la prevención y el control de la rabia tanto en seres humanos como en animales.
Cólera
Los casos de cólera notificados en Haití disminuyeron de un punto máximo de 340.311 en el 2011 a 58.809 en el 2013 y 41.421 en el 2016, lo que representa una disminución general de 87,8%.
El número de casos notificados mostró una tendencia similar en la República Dominicana. Sin embargo, en el 2011 y 2016 se registraron tasas de letalidad de 1,6% y 2,3%, respectivamente, lo que fue motivo de preocupación con respecto al tratamiento de las personas que padecen la enfermedad.
Enfermedades infecciosas desatendidas
La Región de las Américas también ha trabajado en el control y la eliminación de las enfermedades infecciosas desatendidas, dentro de ellas: filariasis linfática, triquiasis tracomatosa, infecciones causadas por geohelmintos, esquistosomiasis entre otras.
Contención de la resistencia a los antimicrobianos
La Región de las Américas destaca la resistencia a los antimicrobianos debido al uso inapropiado de estos medicamentos en la medicina humana y veterinaria, debido a la falta de prevención y control de las infecciones relacionadas con la atención de salud, y a la falta de antimicrobianos nuevos. Es necesario trabajar más para incidir en la contención de la resistencia a los antimicrobianos y medir sus efectos.
Aplicación del Reglamento Sanitario Internacional y lucha contra los virus emergentes
Se destaca avances en el Control Sanitario Internacional (CSI) donde predomina una considerable heterogeneidad en la situación con respecto a las capacidades básicas. Se han logrado avances en las 13 capacidades básicas exigidas por el Reglamento, en particular las relacionadas con los puntos de entrada designados, los laboratorios, la vigilancia y el manejo de eventos zoonóticos y de inocuidad de los alimentos. Sin embargo, subsisten puntos débiles críticos en las esferas de los recursos humanos y el manejo de los eventos químicos y las situaciones de emergencia radiológica.
Fortalecimiento de la vigilancia y la capacidad de laboratorio
El sistema de vigilancia de las infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) en hospitales nacionales seleccionados en varios Estados Miembros permitió una vigilancia activa de la gripe. El sistema se instituyó de conformidad con la orientación elaborada después de la pandemia de gripe por H1N1 del 2009 e incluye actualizaciones para que el sistema esté en consonancia con las recomendaciones de las normas mundiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la vigilancia de la gripe. Actualmente 11 países notifican sistemáticamente a la OPS datos integrados de vigilancia epidemiológica y de laboratorio.
Además varios países de la Región participan en un sistema de vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos sobre la base de los datos corrientes de los laboratorios microbiológicos.
Abordar los virus emergentes
El virus del Chikungunya, que apareció por primera vez en la Región de las Américas a fines del 2013, siguió propagándose en todo el Caribe y más allá, con 40 países y territorios que notificaban la transmisión local del virus a mediados del 2015.
La importancia de lograr y mantener las capacidades básicas a nivel nacional según sea necesario de conformidad con el RSI (2005) se hizo aún más clara después de la propagación exponencial de la enfermedad por el virus del Ébola (EVE) en África Occidental durante la segunda mitad del 2014.
Una vez más se pusieron a prueba las capacidades de respuesta a las emergencias y de cooperación técnica de la OPS en mayo del 2015, cuando Brasil confirmó el primer caso de transmisión local en la Región de las Américas del virus del Zika, un arbovirus que ocasiona síntomas similares a los de las fiebres del Chikungunya y dengue.
En enero del 2017, se notificó en el sudeste de Brasil un aumento repentino de los casos de fiebre amarilla selvática y su propagación a zonas con cobertura baja de vacunación. Otros países de la región también fueron afectados. Por lo que se intensificó el suministro de vacunas para el control de la fiebre amarilla a fin de facilitar las campañas de vacunación masiva dirigidas a los estados afectados y a las zonas de riesgo recién definidas, se indicó fortalecer la vigilancia de los eventos adversos después de la vacunación, y elaborar un plan de vacunación integral y actualizado que incluya la producción de vacunas y la comunicación de riesgos.
La OPS destacó que el programa de control de vectores para reducir la infestación de mosquitos Aedes aegypti en la Región. La vigilancia integrada, la prevención y el control de las enfermedades arbovirales de importancia para la salud pública, en particular las fiebres de dengue y Chikungunya, la fiebre amarilla y el Zika. Los prestadores de servicios de salud de primera línea deben mantener un índice alto de sospecha y estar muy atentos a los cuadros clínicos y eventos atípicos, a fin de garantizar la detección oportuna de toda enfermedad emergente. A nivel regional debe existir la vigilancia y control de enfermedades transmisibles, los preparativos y la respuesta para casos de desastre, los sistemas y servicios de salud.
La organización resaltó el trabajo desarrollado por Cuba en la respuesta a emergencias, desastres y brotes dentro del país o brindando ayuda a los países vecinos o internacionalmente.
Elogió a la Brigada Médica Internacional Henry Reeve y recordó el prestigioso Premio de Salud Pública en Memoria del Dr. LEE Jong-wook otorgado en la 70.a Asamblea Mundial de la Salud en mayo del 2017, en reconocimiento de la asistencia médica de emergencia a más de 3,5 millones de personas en 21 países afectados por desastres y epidemias, desde la fundación de la Brigada en septiembre del 2005 se han salvado unas 80.000 vidas por la Brigada a pacientes en estos países.
Tema: Actualidades. Publicado: sep 28th, 2017.