Virus del Nilo occidental y sequía
Los investigadores de la Universidad de California (UC), la Universidad de Stanford y el Departamento de Salud del Estado de Nueva York, descubrieron que la gravedad de los brotes de virus del Nilo Occidental crece durante los tiempos secos. La lógica podría llevarle a creer que una enfermedad transmitida por mosquitos como el virus del Nilo Occidental se extendería durante las condiciones de lluvia, ya que los insectos necesitan agua para reproducirse, sin embargo los investigadores pensaron que otras variables climáticas como la precipitación y la temperatura jugaron un papel más significativo, descubrieron que factor de intensidad de las epidemias anuales del virus del Nilo Occidental fue la sequía”, dijo la ecologista de la UC Santa Cruz, Marm Kilpatrick. “
Como posible solución los expertos recomiendan para la prevención de mosquitos rociar y poner trampas cuando el índice de sequía golpea severamente.
Los científicos no están seguros de por qué las condiciones secas conducen a más portadores de mosquitos, se sospecha que los mosquitos y las aves frecuentan los mismos agujeros de riego cuando hay menos charcos alrededor, lo que lleva a más portadores de enfermedades en el medio ambiente, otros argumentan que las condiciones secas disminuyen la inmunidad de las aves debido a la reducción del suministro de alimentos. El hambre conduce al estrés, que podría hacer a las aves más susceptibles a la enfermedad.
Los investigadores encontraron que el otro factor en la predicción del virus es la inmunidad creada por humanos y animales en el tiempo, por lo que los brotes son más ligeros en áreas que ya han soportado el virus.
América del Norte ha experimentado brotes de virus del Nilo Occidental cada año desde 1999, pero el número de casos a nivel nacional ha fluctuado mucho. En algunos años sólo unos pocos cientos de personas sufrieron síntomas graves, en otros años miles cayeron enfermos. En cada uno de los tres años (2002, 2003 y 2012), alrededor de 3.000 personas contrajeron meningitis o encefalitis, originando daño cerebral y casi 300 muertes por cada brote.
Expertos en salud pública en California desde 2014 sospecharon que la sequía fue un factor importante en los brotes de virus del Nilo Occidental cuando el número de casos se duplicó. Ahora los datos demuestran que esas sospechas eran correctas.
Fuente: Universidad de California
Tema: Pronósticos. Publicado: feb 9th, 2017.