Situación del ébola en la República Democrática del Congo

El brote de la enfermedad del virus del Ébola (EVE) en las provincias de Kivu del Norte e Ituri, en la República Democrática del Congo, sigue siendo objeto de un estrecho seguimiento. Desde el último informe el 7 de septiembre de 2018, seis nuevos casos confirmados de EVE y tres nuevas muertes fueron reportadas. Al 12 de septiembre de 2018, se investigaban otros 17 casos sospechosos para confirmar o excluir. Hasta el 12 de septiembre de 2018, un total de 137 casos de EVE confirmados y probables se informaron, incluidas 92 muertes (tasa de letalidad del 67,2%).

De los 137 casos, 106 están confirmados y 31 son probables. De las 92 muertes, 61 ocurrieron en casos confirmados. Un total de 17 trabajadores de la salud han sido afectados, de los cuales 16 son casos confirmados y tres han fallecido. Desde el inicio del brote, 37 pacientes se han recuperado de la enfermedad y fueron dados de alta y reintegrados en sus comunidades. De los 113 casos confirmados y probables con edad y sexo conocidos, las mujeres representan el 55% (n = 62), y la mayor proporción (26%, n = 29) de los casos tienen entre 35 y 44 años.

La zona de salud Mabalako, el epicentro del brote, continúa registrando la mayoría de los casos acumulados reportados hasta la fecha, lo que representa el 64.9% (89/137) de los casos, seguido por Beni con 18.2% (25/137) de los casos. De los 12 casos confirmados y probables notificados desde principios de septiembre, siete son de la zona de salud de Beni, mientras que otras seis zonas de salud (Butembo, Oicha, Musienene, Masereka, Kaluguta y Mandima) reportaron casos confirmados y / o probables.

Cinco de las ocho zonas de salud que informan casos confirmados o probables tienen contactos en seguimiento: Mabalako, Beni, Mandima, Butembo y Masereka. Hasta el 12 de septiembre de 2018, un total de 1751 contactos estaban en seguimiento, de los cuales 1589 (91%) fueron vistos el día del informe. Este relativamente bajo seguimiento se puede explicar por el bajo monitoreo observado en las zonas de salud Butembo y Masereka.

Las alertas han sido reportadas e investigadas en varias provincias de la República Democrática del Congo y sus países vecinos: Burundi, la República Centroafricana, Ruanda y Uganda, y hasta la fecha todas han sido descartadas como caso de EVE.

 Acciones de salud pública

• Todas las medidas de salud pública continúan implementándose en áreas clave de la respuesta a la enfermedad: coordinación de actividades de respuesta, vigilancia, servicios de laboratorio, atención médica, prevención y control de infecciones, vacunación, comunicación, logística y atención psicosocial.
• El seguimiento sistemático y la investigación rápida de todas las alertas continúan en todas las provincias de la República Democrática del Congo y en los países vecinos.
• Hasta el 12 de septiembre de 2018, los 37 puntos de entrada en la República Democrática del Congo (Beni, Goma y Tshopo) son funcionales para el control de salud. Un nuevo punto de control se ha instalado en Kyaghala, en la zona de salud de Butembo. Desde el comienzo de la proyección, más de 2.9 millones de viajeros han sido evaluados, y  35 alertas han sido reportadas, de las cuales siete se validaron. Está en marcha la colaboración con los socios relacionado con actividades para fortalecer la capacidad en los puntos de entrada en los países vecinos como parte de la preparación.
• Hasta el 12 de septiembre de 2018, un total de 8673 personas han sido vacunadas desde el inicio de la vacunación el 8 de agosto de 2018. El stock disponible de la vacuna actual es de 2750 dosis.

Interpretación de la situación

En las seis semanas desde que se declaró el brote de EVE en la República Democrática del Congo, se progresa continuamente para contener la enfermedad. La situación en Mangina, el epicentro inicial del brote, se ha estabilizado, y el foco ahora se ha desplazado a Butembo y a las nuevas áreas de salud que han informado casos confirmados de EVE. En la actualidad, los principales temas de preocupación incluyen posibles cadenas de transmisión indocumentadas, renuencia de algunas comunidades a adoptar comportamientos de prevención del Ébola, diseminación de la enfermedad a través de centros de salud con medidas deficientes de prevención y control de infecciones, retrasos en los pacientes que llegan a los centros de tratamiento del Ébola una vez que desarrollan síntomas, y la posible propagación del virus en áreas inseguras con acceso limitado.

Las autoridades nacionales, la OMS y sus socios están trabajando con las comunidades para garantizar que comprendan y adopten los comportamientos de prevención del Ébola, incluida la necesidad de realizar entierros seguros y dignos. Los trabajadores de la salud también han participado en la mejora de las prácticas de prevención y control de infecciones en los centros de salud. Mientras, todos los demás componentes de la respuesta, así como la preparación en las provincias no afectadas de la República Democrática del Congo y en los países vecinos están siendo emprendidos.

Fuente: Organización Mundial de la Salud