Fiebre amarilla en República del Congo

El 5 de julio de 2018, un hombre de 20 años que vivía en Bissongo, República del Congo, visitó el centro de salud Bissongo,  en el distrito Loandjili de la ciudad de Pointe-Noire, con fiebre que había desarrollado el día anterior. El 9 de julio, debido a la aparición de ictericia y fiebre persistente, regresó al mismo centro de salud. El paciente no tenía antecedentes de vacunación contra la fiebre amarilla o síntomas hemorrágicos y había viajado previamente a los distritos Ngoyo y Tchiamba Nzassi dos semanas antes del inicio de los síntomas; Tchiamba Nzassi es un distrito rural en Pointe-Noire, ubicado a lo largo de la frontera con Angola.

Fue ingresado en el centro de salud y recibió tratamientos antipalúdicos y antibióticos. Como también se sospechaba que la fiebre amarilla era un diagnóstico diferencial, el 10 de julio se recogió una muestra de sangre y se envió al Instituto Nacional de Investigación Biomédica (INIB) en Kinshasa, República Democrática del Congo, para su análisis; el 26 de julio, la muestra dio positivo a fiebre amarilla por serología. El 30 de julio, la INIB envió una muestra al Instituto Pasteur de Dakar, para su confirmación; el 21 de agosto, la muestra resultó positiva para la fiebre amarilla.

Luego de la confirmación de fiebre amarilla, se realizó una investigación en el área afectada. Una búsqueda retrospectiva en 16 registros de centros de salud en Pointe-Noire encontró 69 casos sospechosos adicionales durante 2018 que cumplen con la definición clínica de casos de fiebre amarilla; 56 de los casos sospechosos ya fueron registrados en el sistema nacional de vigilancia. Dos de los casos sospechosos informaron que permanecían en Angola. Se recogieron muestras de 43 de estos casos y se enviaron a INIB; todas las muestras dieron negativas para fiebre amarilla. Los estudios entomológicos en el área afectada han revelado altas densidades de mosquitos Aedes aegypti responsables de la transmisión de la fiebre amarilla urbana, lo que indica el potencial de transmisión de humano a humano y la amplificación rápida. Se han encontrado sitios de larvas alrededor de los hogares de casos sospechosos, y esta situación podría empeorar con la llegada de la temporada de lluvias.

Fuente: Organización Mundial de la Salud