Premian a investigadores por aportes en la lucha contra la malaria y la leishmaniasis
El Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA, en su categoría de Cooperación al Desarrollo fue otorgado a los investigadores Pedro Alonso, director del programa contra la malaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y Peter Myler, investigador principal del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Washington.
En el caso de Alonso, el jurado ha premiado su trabajo para evitar infecciones y muertes por malaria. Según las últimas estimaciones de la propia OMS, en 2015 se registraron 212 millones de casos de paludismo que provocaron la muerte de 429.000 personas, la mayoría niños. Con todo, desde 2010, la incidencia de la enfermedad se ha reducido en un 21% en el mundo, y la tasa de mortalidad ha caído un 29%.
Partiendo de más atrás, de 2001, la agencia internacional calcula que se han evitado unos 6,8 millones de muertes. Un 60% se eludieron gracias a las mosquiteras impregnadas con insecticidas para prevenir la transmisión del parásito causante de la malaria mediante la picadura de mosquitos.
“La vacuna no es perfecta, pero sí es lo suficientemente buena como para que la OMS considere que se puede iniciar un programa de ensayos en tres países de África subsahariana con centenares de miles de niños”, ha apuntado el experto.
Por su parte, Myler se dedica a la secuenciación genética de los parásitos de la leishmaniasis y la enfermedad de Chagas. “Otros científicos por el mundo pueden usar nuestros avances para desarrollar medicamentos y vacunas. El genoma es como el libro de instrucciones de un organismo, que nos permite conocer todos sus mecanismos internos para hallar nuevas herramientas”, ha subrayado.
El Chagas, potencialmente mortal y causado por el parásito protozoo Trypanosoma cruzi —cuyos secretos más ocultos Myler se afana en descifrar— afecta a entre seis y siete millones de personas en el mundo, la mayoría en América Latina, según datos de la OMS. Aunque ya existe tratamiento, dos factores juegan en su contra: el elevado coste y la pérdida de efectividad si no se suministra en las fases iniciales de la infección. “El problema es que los parásitos están continuamente volviéndose resistentes”, ha indicado el experto. A falta de una vacuna, el método más eficaz para prevenirla es el control de la transmisión, que se produce mediante la picadura de chinches o por contacto con heces u orina infectados.
Joachim von Braun, director del departamento de Cambio Económico del Centro para la Investigación del Desarrollo de la universidad de Bonn (Alemania) y presidente del jurado expresó“Las enfermedades infecciosas son uno de los grandes retos a los que se enfrenta nuestra humanidad. Afectan a todas las poblaciones y de forma desproporcionada a las más pobres. La lucha contra las enfermedades, la pobreza y las desigualdades que representan, no está acabada. Y no debemos desfallecer”, ha dicho Alonso. “Se necesita la mejor ciencia, desde la genética, la biología de sistemas, la economía y la antropología para aplicar las soluciones para problemas reales en contextos reales”.
Fuente: El País
Tema: Noticias. Publicado: mar 1st, 2017.