Investigan defectos cerebrales pre y postnatal en bebé y fetos con virus de Zika

23 de agosto de 2016: La  Revista Radiology publica hoy un reporte especial sobre hallazgos en cerebros de bebé y fetos infectados por el virus del Zika.  Un equipo de investigadores brasileños han detallado el espectro de hallazgos de imagen en los bebé y fetos, en el estudio observaron las alteraciones cerebrales que se extienden más allá de la microcefalia, un defecto de nacimiento debilitante vinculado al virus.
De acuerdo con los hallazgos, las anomalías cerebrales observadas en grupos confirmados y grupos sospechosos con el virus del Zika  fueron muy similares.

• Ambos grupos exhibieron ventriculomegalia. Aunque la mayoría de los fetos tuvieron al menos un examen que muestra circunferencia de la cabeza anormalmente pequeña, los investigadores descubrieron que la circunferencia de la cabeza fue normal en tres fetos con dilatación ventricular severa.
• La mayoría de los dos grupos tenían anormalidades del cuerpo calloso, y todos menos uno tenían anormalidades migracionales corticales.
• Las calcificaciones intracraneales más comúnmente encontrada en la unión gris-blanca del cerebro estaban presentes en ambos grupos.

Todos los bebés presentaron menor volumen de tejido en sus cerebros. Todos los pacientes mostraron diferentes anormalidades en el desarrollo cortical.

“La gravedad de la malformación cortical y cambios en los tejidos asociados, y la localización de las calcificaciones en la unión de la materia gris-blanco fueron los más sorprendentes hallazgos de esta investigación“, dijo el Dr. Tovar-Moll.

“Otro hallazgo muy interesante con los fetos y neoates es que los coágulos de sangre se encuentran comúnmente en la parte trasera del cerebro“, dijo el Dr. Levine. “Sabiendo que este sangrado ocurre en el útero nos lleva a creer que algo de lo que sucede después, podría ser debido a la extrema fragilidad del cerebro.”

El Dr. Tovar-Moll y sus colegas continúan investigando los cambios morfológicos del sistema nervioso central inducidas por la infección congénita por el virus Zika y también están construyendo una cohorte para determinar cómo la infección puede interferir con la maduración del cerebro gris y blanco pre y post-natal.