Una gripe asesina
El 4 de enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente el fin de la epidemia de Ébola. La buena noticia, apenas repetida por los medios de comunicación, es que África había logrado controlar una enfermedad que infectó a casi 30.000 personas y mató a más de 11.000, provocando, además, una desmedida histeria colectiva en el mundo occidental, a pesar del escaso impacto de la enfermedad en los países desarrollados.
Frente al terror colectivo desatado en los países más ricos por el Ébola, una terrible patología vinculada a la pobreza extrema y la fragilidad sanitaria de África, ni los medios ni los ciudadanos parecen haber prestado demasiada atención a la virulencia extraordinaria de la gripe estacional en España, que -solo en Canarias- ha acabado esta temporada con la vida de doce personas, siete más que el año anterior, además de provocar casi dos centenares de ingresos hospitalarios y una cantidad muy alta de bajas laborales. No hay aún datos oficiales sobre el impacto de la gripe en España, pero desde finales del año pasado la OMS había alertado de que la cepa A/H1N1 del virus, responsable de la pandemia global de 2009, que provocó entre 100.000 y 400.000 muertes, seguía circulando en Europa, formando parte de la gripe estacional en el continente europeo. La OMS anunció que eso traería -como ha ocurrido- un repunte de muertes y casos graves en el viejo continente. Pero ninguna de esas advertencias desató el pánico. Pocos medios se hicieron eco del asunto.
La televisión y las redes sociales -dos tecnologías de la comunicación basadas en la imagen y la repetición de axiomas muy simples-hacen eco de lo más novedoso y no dan importancia a lo que acontece en el presente y futuro. La mala noticia es que no parece que eso vaya a cambiar. Por lo menos, esta última gripe asesina a la que nadie ha hecho caso.
Fuente: Diario El Día
Tema: Noticias. Publicado: abr 10th, 2016.