Este 17 de enero, con motivo del Día de la Ciencia, fueron dados a conocer los premios a resultados científicos destacados en la Provincia de Mayabeque. Uno de ellos recayó en el “DESARROLLO Y APLICACIÓN DE UN SISTEMA DE MATERIALES DE REFERENCIA PARA LOS PRODUCTOS VALERGEN, PRIMERAS VACUNAS TERAPÉUTICAS PARA EL TRATAMIENTO DEL ASMA ALÉRGICA EN CUBA” de Arelis Más y un colectivo de autores del Laboratorio de Alergenos del Centro Nacional de Biopreparados (BIOCEN). Los premios son otorgados por la Dirección Provincial de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, de acuerdo a la evaluación de un consejo científico-técnico provincial. El trabajo describe de forma integral el sistema establecido en BIOCEN para la creación, caracterización y reemplazo de los materiales de referencia que se emplean en las diferentes pruebas de control de la calidad de las vacunas terapéuticas antialérgicas VALERGEN-DP, VALERGEN-DS y VALERGEN-BT. Dichas vacunas se basan en alergenos de tres especies de ácaros del polvo, se emplean para la inmunoterapia alergeno específica y forman parte desde 2008 del Cuadro Básico de Medicamentos de Cuba. La aplicación de este resultado ha permitido estandarizar la calidad de los productos durante más de 10 años, asegurando así la reproduciblidad de su eficacia y seguridad en su uso clínico. El sistema es original en el país y en BIOCEN y entre sus peculiaridades se incluyen la validación de la actividad biológica de las referencias mediante pruebas clínicas en humanos mediante la prueba por punción cutánea, demostrando así su bioequivalencia con anteriores lotes de referencia.

Una nota de la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI) ha anunciado que el Comité Asesor en Productos Alergénicos de la agencia gubernamental norteamericana de medicamentos (FDA) ha dado su visto bueno para la aprobación por este cuerpo regulador de los dos primeros productos para inmunoterapia sublingual.

El comité ha considerado que las tabletas de alergenos de polen de Stallergenes (Francia) y las de Merck/ALK-Abelló (USA-Dinamarca) reúnen la evidencia requerida de seguridad y eficacia para su indicación en el tratamiento de la rinitis alérgica. La votación ha sido por 9 a 1 por el producto de Stallergenes y 9-0 por el de Merck. La FDA había sido hasta ahora resistente a la aprobación de las nuevas formas de inmunoterapia alergeno específica. Solo las convencionales mediante inyección subcutánea contaban con aprobación oficial. También el medio académico estadounidense ha evolucionado desde una posición crítica o con reservas, a la aceptación de las evidencias de la eficacia de la inmunoterapia sublingual obtenidas en grandes ensayos clínicos Fase III realizados primero en Europa y después en los propios Estados Unidos.

La IT sublingual con tabletas ha encontrado gran aceptación en Europa donde estos productos han recibido el registro centralizado de la EMA y desplazan crecientemente la IT inyectable. La inmunoterapia sublingual cuenta con la aprobación y recomendación de la Organización Mundial de la Alergia (WAO) y de la  Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI). La nota de la AAAAI concluye apoyando el uso y extensión de la inmunoterapia alergeno-específica como el único tratamiento actualmente disponible potencialmente curativo para la enfermedad alérgica y capaz de prevenir la progresión de la enfermedad de rinitis a asma.

Early life IgE responses in children linving in the tropics: A  prospective analysis. Zakzuk J, Acevedo N, Cifuentes L, Bornacelly A, Sánchez J, Ahumada V, Ring J, Ollert M,  Caraballo L. Pediatric Allergy and Immunology 2013; 24(8):788-797.

La respuesta alérgica es indudablemente influenciada por factores ambientales, además de los genéticos. Sin embargo, el conocimiento actual sobre la misma se deriva casi absolutamente de estudios realizados en países del llamado primer mundo, básicamente Europa, Norteamérica y Australia, con climas templados y fondo genético muy diferente al prevaleciente en las zonas tropicales y cálidas, donde habita más de la mitad de la humanidad. La importancia y novedad de este estudio radica, fundamentalmente, en abordar la cuestión en una zona tropical latinoamericana, y en una población pobre con presencia de factores conocidos por su influencia sobre la respuesta inmunitaria; en particular, por la exposición a parásitos helmínticos intestinales.

La respuesta mediada por IgE se supone que haya surgido evolutivamente, precisamente como protección a ciertos parásitos, entre ellos las llamadas lombrices intestinales. De acuerdo a ciertos datos epidemiológicos, congruentes con la llamada “teoría de la higiene”, en ambientes con mayor prevalencia de parásitos y microbios (como en zonas rurales de África) la prevalencia de alergias es mucho menor que en el mundo industrializado. De acuerdo a dicha teoría, la exposición a microbios en ambientes con poca higiene, incluyendo la convivencia con animales domésticos, favorecería la evolución de una respuesta inmunitaria más robusta, menos inclinada hacia la respuesta alérgica tipo Th2 ante los alergenos comunes. No obstante, algunos estudios tienden a contradecir este paradigma. Específicamente, se ha identificado reactividad cruzada entre alergenos de ácaros y algunos helmintos (por ejemplo, atribuida a la tropomiosina, Der p 10) y no está muy clara aún la significación biológica de este fenómeno en pacientes parasitados. Algunos autores han atribuido a la respuesta antihelmíntica efectos inmunorreguladores al inducir IL-10 e IgG4 que ayudarían a contrarrestar una repuesta IgE excesiva y patológica. Por otra parte, la cuestión del posible efecto protector de la diversidad del repertorio antigénico de la IgE y su relación con la IgE total es también un tema polémico.

En el trabajo que reseñamos un colectivo de autores del prestigiosos Instituto de Investigaciones Inmunológicas de la Universidad de Cartagena en la costa caribeña de Colombia (bajo la dirección del Dr Luis Caraballo) aborda el asunto. El trabajo tuvo como objetivo describir la evolución en edad temprana de la respuesta de anticuerpos IgE totales y específicos  a alergenos de ácaros y parásitos intestinales (Ascaris)  y analizar su relación con la sibilancia, o sea, con los silbidos típicos del asma.

El estudio abarcó una cohorte poblacional de 290 niños y sus madres. Los niños fueron sujetos a evaluaciones entre los 0 y 42 meses de vida. Como elemento novedoso, además de las pruebas de IgE específicas usuales (ImmunoCap) y las pruebas cutáneas que emplean extractos alergénicos, se emplearon exámenes para determinación de IgE específica a alergenos recombinantes de ácaros: Der p 2 para D. pteronyssinus, y Blo t 5 y Blo t 12 para Blomia tropicalis. También, Asc l 3, la tropomiosina de Ascaris lumbricoides y Asc s 1, único alergeno oficialmente reconocido de Ascaris suum. La elección de los alergenos de ácaros se basa en que entre los mismos no existe reactividad cruzada, o sea son especie-específicos., y por lo tanto permiten discriminar la sensibilización a cada especie de forma independiente.

El trabajo ha arrojado resultados realmente importantes. En primer lugar, la sensibilización a Blomia tropicalis a temprana edad resultó más frecuente que a D. pteronyssinus, aunque en los adultos (incluso en las madres) en Cartagena y en otros sitios tropicalis, suele ser similar. El hallazgo sugiere que los procesos de sensibilización a diferentes especies de ácaros serían independientes, a pesar de la exposición simultánea  a las mismas. Factores cono la actividad biológica intrínseca de los alergenos y, posiblemente, su interacción con el parasitismo pudieran explicar este comportamiento. En línea con esta hipótesis, los autores hallaron que los niveles de IgE a Blomia correlacionaron positivamente con los correspondientes a Ascaris. La correlación entre D. pteronyssinus y Ascaris fue también muy significativa aunque algo menor. En general, los niños sensibilizados a ácaros mostraron una probabilidad 9.4 veces mayor de sensibilización a Ascaris, lo cual constituye una fuerte evidencia de esta asociación. Los autores sugieren que quizá una parte  de la sensibilización a ácaros provenga de la transreactividad originada por la sensibilización a Ascaris, en particular, la tropomiosina (Asc l 3) es bien conocida como panalergeno causante de reactividad cruzada incluso entre especies taxonómicamente distantes. No obstante,  el valor biológico de esta asociación en términos de posible agravamiento de las manifestaciones alérgicas o mayor protección antiparasitaria continúa siendo un enigma.

En segundo lugar, el estudio abordó la asociación con la IgE total. En este sentido, evidenció que la IgE en cordón umbilical constituyó un factor de riesgo para la sensibilización, pero protegió de la sibilancia recurrente en los niños, resultado aparentemente contradictorio a la luz de la teoría de la higiene, pero que replica lo reportado anteriormente en otro estudio en África. Los niveles de IgE total fueron elevados lo cual es atribuido a la exposición a parásitos y al fondo genético afrodescendiente, en su mayor parte, de la población estudiada y confirma el escaso valor diagnóstico de la IgE total como predictor de atopia en poblaciones tropicales.

En conclusión, en contraste con lo esperado según la teoría de la higiene, en este estudio las condiciones de pobreza y falta de higiene devinieron factores de riesgo para la sensibilización a alergenos en la temprana infancia. Así, el estudio objeta la teoría de la higiene en su versión más clásica, al menos en lo referente al posible efecto “protector” de los parásitos intestinales.

Por Alexis Labrada, DrC

La alergia a alimentos constituye una creciente preocupación de salud pública a nivel mundial. Muchos alimentos alergénicos son usados como ingredientes en alimentos procesados y no siempre la información está disponible en las etiquetas. También la contaminación involuntaria o inconsciente o la sustitución de unos ingredientes por otros pueden ser causas de reacciones alérgicas en los consumidores. Ante esta preocupación se impone la necesidad de regulaciones y guías para la industria que protejan la seguridad del consumidor.

La  Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) acaban de presentar una Guía de Gestión de Alérgenos en la Industria Alimentaria con ese fin. También en Argentina fue presentada hace pocos meses, un documento similar por una agencia multidisciplinaria: “La Plataforma Alérgenos en Alimentos” que es un foro de discusión creado en el 2009, del cual participan profesionales pertenecientes a distintas instituciones  públicas y empresas de Argentina, entre ellas la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, la Red Inmunos, y la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios. El documento argentino está disponible en línea.

Estos documentos persiguen implementar en este sector prácticas adecuadas en la gestión de alérgenos y facilitar a las empresas abordar de manera práctica la gestión del riesgo de alérgenos en los procesos industriales. La guía ofrece consejos generales y aborda aspectos como la posible presencia no intencionada de alérgenos en los alimentos procesados, consideraciones sobre el material de empaque, prevención de la contaminación cruzada a través de instalaciones, equipos y utensilios, y la segregación de componentes alergénicos durante el almacenamiento y transporte. Se realizan también recomendaciones en materia de comunicación.

Por Alexis Labrada, DrC

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El sitio www.allergen.org contiene la base de datos oficial de alergenos, o sea, de proteínas alergénicas aprobadas por un grupo especial conjunto entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional de Sociedades Inmunológicas (IUIS); es el llamado Subcomité de Nomenclatura de alergenos. El sitio recoge en la actualidad, datos de 765 moléculas. En comparación con otras bases de datos es un número pequeño (por ejemplo, en Allergome, más de 2000). No obstante, por su misión, esta base de datos oficial requiere un proceso de revisión riguroso y, por consiguiente, los alergenos asentados aquí cuentan con datos más confiables, generalmente provenientes de estudios publicados en revistas de impacto y con reconocimiento oficial por la comunidad científica, en general.

El Comité de Nomenclatura fue fundado en 1984 con el objetivo de establecer un sistema para la denominación científica de los alergenos. El sistema actual se explica en este artículo y consiste de las tres primeras letras del género taxonómico, la primera letra de la especie, seguido de un número consecutivo (por Ej. Der p 1); también se establecen reglas para distinguir las variantes del mismo alergeno (variaciones en la secuencia o isoformas).

A lo largo de su historia el Comité ha estado compuesto por científicos importantes en la investigación  y caracterización de alergenos, incluyendo expertos en estructura de proteínas, biología molecular y bioinformática.  Actualmente, está presidido por el austriaco Heimo Breiteneder, de la Universidad Médica de Viena y cuenta entre sus miembros a personalidades de la talla de Thomas Platts-Mills (UK); Martin Chapman (EE.UU.); Henning Løwenstein (Dinamarca); Wayne Thomas (Australia), entre otros.

El sitio está disponible solo en inglés. Para la búsqueda y recuperación de la información se ofrece una interfaz simple en su página principal que permite la entrada del nombre común o científico del alergeno o de la fuente alergénica (por ejemplo, Der p 1 en el primer caso, o ácaro del polvo o Dermatophagoides pteronyssinus en el segundo). En otra página se ofrece la posibilidad de  búsqueda avanzada con más opciones, que incluye además un menú desplegable con los principales grupos taxonómicos, la posibilidad de especificar el nombre bioquímico (digamos, albúmina sérica, tropomiosina, etc), y limitar la búsqueda a alergenos alimentarios o a los no alimentarios.

Otra opción para el acceso a los datos es la “vista de árbol (“tree view”) siguiendo la jerarquía taxonómica. En el primer nivel los registros  aparecen ordenados por grandes taxones (reino, orden). Cada filo o división se despliega en familias y a continuación en las diferentes especies que corresponden a la fuente alergénica. La distribución de los registros de alergenos por taxones es la siguiente:

Taxón

Nro. de registros

Anotaciones
Animalia Arthropoda (Artrópodos)

211

Incluye, entre otros, insectos, arácnidos y crustáceos. Entre los arácnidos los ácaros son la fuente alergénica más representada con 62 registros de 9 especies, todas pertenecientes al taxón Astigmata. Las especies de ácaros con más alergenos identificados son Dermatophagoides pteronyssinus (17), Dermatophagoides farinae (15) y Blomia tropicalis (12). Otro taxón con numerosos registros (71 en total) es el orden Hymenoptera, aunque aquí los alergenos provienen de 30 especies, en su mayoría abejas, avispas y hormigas.
Animalia Chordata (Cordados)

73

Incluye los vertebrados, entre ellos peces, reptiles, anfibios, aves y mamíferos. Predominan aquí los registros de alergenos del orden Carnivora que incluye 8 alergenos de gato (Felix domesticus) y 6 de perro (Canis familiaris). Otra especie importante es la vaca (Bos domesticus) con 11 alergenos identificados, los cuales provienen mayormente de la leche, o sea, se trata en este caso de alergenos alimentarios. Resulta interesante que se registran 5 alergenos de Homo sapiens.
Animalia Cnidaria

1

Filo que agrupa especies de animales relativamente simples, que viven exclusivamente en ambientes acuáticos, mayoritariamente marinos. Dentro de este grupo se encuentran los pólipos, las medusas y los corales. Contiene un solo registro que se corresponde con el alergeno Den n 1 de Dendronephthya nipponica (especie de coral blando)
Animalia Mollusca (Moluscos)

3

Los moluscos son los invertebrados más numerosos después de los artrópodos, e incluyen formas tan conocidas como las almejas, ostras , calamares, pulpos, babosas y caracoles, tanto marinos como terrestres. Los moluscos son una importante fuente de alimentación para los humanos. Sin embargo, desde el punto de vista alergénico se registran solo 3 proteínas, que provienen de tres especies diferentes: Todarodes pacificus (calamar),  Helix aspersa (caracol común terrestre), Haliotis midae (oreja de mar).
Animalia Nemata (Nemátodos)

15

Son organismos esencialmente acuáticos, aunque proliferan también en ambientes terrestres. Existen especies marinas, en el suelo, y especies parásitas de plantas y animales, incluyendo el hombre, al que provocan enfermedades parasitarias como filariasis, ascariasis, toxocariasis, etc. Desde el punto de vista alergénico las especies más importantes son el Anisakis simplex, con 12 registros (éste es un parásito de peces, al que los humanos se exponen cuando ingieren peces infectados) y Ascaris lumbricoides y Acaris suum, ambos parásitos intestinales
Fungi Ascomycota (hongos)

82

Es el filo o división más grande del Reino Fungi. Pueden ser unicelulares y talofitos y producir esporas que viajan en el aire como portadoras de alergenos respiratorios. Se ocupan de la descomposición de materiales orgánicos, como hojas muertas, tallos, árboles caídos, etc. Este grupo contiene varias especies de hongos conocidos usualmente como mohos. Nótese que los mohos no constituyen un grupo taxonómico o filogenético específico. Desde el punto de vista alergénico es un taxón importante. Las especies con más registros son Aspergillus fumigatus (23); Alternaria alternata (10) y Cladosporium herbarum (8).
Fungi Basidiomycota (hongos)

23

Son hongos que producen basidios con basidiosporas. Este taxón contiene a las clásicas setas y hongos con sombrero. La especie con mayor número de registros alergénicos es Malassezia sympodialis, con 10. Este es un hongo de la piel que casa infecciones oportunistas, así como eccema y dermatitis granulomatosa.
Plantae Coniferopsida (plantas coníferas)

14

Son árboles o arbustos caracterizados por portar estructuras reproductivas llamadas conos, la mayoría de las coníferas son árboles; pero también hay arbustos y matas rastreras entre ellas, especialmente en la familia Cupresáceas (cipreses).  Los registros de alergenos se reparten mayormente en el polen de los géneros Juniperus y Cupressus
Plantae Liliopsida (plantas monocotiledóneas)

85

Entre las monocotiledóneas se incluyen plantas herbáceas y a veces arborescentes, entre ellas las orquídeas, las palmeras, los pastos y los cereales. Al grupo de los pastos y los cereales (familia Poaceae o Poáceas, también conocidas como Gramíneas, orden Poales) corresponde a cerca de la mitad de la diversidad y es quizás el grupo económicamente más importante de todas las plantas. Incluye cereales de amplio consumo como el arroz, el trigo y el maíz.Al orden de las Poales le corresponde la mayor cantidad de registros de alergenos con 74. La especie más representada es Triticum aestivum, o sea, trigo, con 20 alergenos (tanto alimentarios como respiratorios). Le siguen las hierbas Phleum pratense (9) y Cynodon dactilon (césped bermuda); en ambos casos sus alergenos provienen del polen.
Plantae Magnoliopsida (plantas dicotiledóneas)

258

Este taxón de plantas reúne la mayor cantidad de registros   de proteínas alergénicas. Los mismos están diseminados en 18 órdenes diferentes, entre las cuales las Rosales, Fagales y Fabales reúnen la mayor cantidad con más de 30 cada una. Entre las especies que sobresalen en cuanto al número de alergenos polínicos identificados se encuentran las llamadas malezas: Ambrosia artemisifolia, con 11; Artemisia vulgaris, 6 (Nótese que en Cuba pueden encontrase ambas y suelen identificarse con el mismo nombre: artemisa); también el polen del abedul (Betula verrucosa), con 6; incluyendo el muy conocido Bet v 1. Otras especies cuyos frutos o semillas son comestibles son fuentes importantes de alergenos alimentarios, entre ellos sobresalen la Actinidia deliciosa (kiwi) con 11,  Arachis hipogaea (Maní) con 13; Glycine max (soya) con 8; Corylus avellana, 10; Olea europaea (olivo y su fruto aceituna), 11. El árbol del caucho, Hevea brasiliensis es también una fuente alergénica importante con 14 proteínas registradas, en este caso se trata de alergia por contacto con guantes u otros dispositivos de látex.
TOTAL

765

Entre las fuentes alergénicas relacionadas un lugar protagónico corresponde a los ácaros, de los cuales aparecen identificados en la base de datos 24 grupos de alergenos homólogos, entre diferentes especies, el mayor número de cualquier fuente alergénica. Todos son aeroalergenos vinculados  con alergias respiratorias, en particular asma y en menor medida, rinitis. La siguiente tabla ordena los alergenos de las tres especies de mayor importancia por grupos homólogos, con enlaces a la información específica de cada elemento:

D. pteronyssinus

D. farinae

Blomia tropicalis

Der p 1

Der f 1

Blo t 1

Der p 2

Der f 2

Blo t 2

Der p 3

Der f 3

Blo t 3

Der p 4

Blo t 4

Der p 5

Blo t 5

Der p 6

Der f 6

Blo t 6

Der p 7

Der f 7

Der p 8

Der p 9

Der p 10

Der f 10

Blo t 10

Der p 11

Der f 11

Blo t 11

Blo t 12

Der f 13

Blo t 13

Der p 14

Der f 14

Der p 15

Der f 15

Der f 16

Der f 17

Der p 18

Der f 18

Blo t 19

Der p 20

Der p 21

Blo t 21

Der f 22

Der p 23

Der f 24

La hoja específica de datos de cada alergeno recoge información no solo de la denominación actual de la proteína sino también de la antigua, en caso de que haya existido (anterior a la denominación oficial), y a la denominación bioquímica que corresponde a la función de la proteína en caso de que haya sido identificada, también su peso molecular según la técnica de SDS-PAGE.  Adicionalmente, se provee una breve descripción de sus principales datos experimentales relativos a su alergenicidad (unión de IgE de pacientes), el enlace a la bibliografía original en PubMed y enlaces a las bases de datos de secuencias de ADN (GenBank) y peptídicas (UniProt), así como a la de estructura tridimensional (PDB). Se relacionan estos enlaces para cada una de las variantes de secuencia (o isoformas) publicadas.

El sitio informa también sobre el procedimiento y datos requeridos para la solicitud de incorporación de nuevos alergenos, para lo cual se provee un formulario en línea. Las solicitudes son revisadas por un Comité Ejecutivo que decide la denominación.

Por último, el sitio ofrece acceso libre a varias publicaciones importantes en el tema del diseño del sistema de nomenclatura de alergenos, entre ellas las más recientes:

1.      Chapman MD. Allergen Nomenclature. In “Allergens and Allergen Immunotherapy” 4th Edition. Editors, Richard F.Lockey, Dennis K.Ledford, pp 47-58. 2008. Informa Healthcare, New York. ( PDF) (Capítulo de libro que provee una revisión histórica de la evolución del sistema de nomenclatura)

2.      Chapman MD, Pomés A, Breiteneder H, Ferreira F. Nomenclature and structural biology of allergens. J Allergy Clin Immunol 2007; 119:414-20. (PDF)

Association of indoor dampness and molds with rhinitis risk: A systematic review and meta-analysis

Jaakkola MS, Quansah R, Hugg TT, Heikkinen SAM, Jaakkola JJK.

J Allergy Clin Immunol 2013;132:1099-110.

La asociación entre la humedad en interiores, el moho y el riesgo de rinitis

600px-20100815_1818_mold1Los alergenos respiratorios de origen fúngico se consideran importantes en la etiología del asma y la rinitis. No obstante, su papel pudiera haberse subestimado en los últimos años y algunos estudios epidemiológicos que han abordado esta asociación han mostrado resultados contradictorios. En este artículo de revisión, recientemente publicado por la revista Journal of Allergy and Clinical Immunology se aborda el problema a partir de un meta-análisis y revisión sistemática de una serie  de estudios publicados. Se estima así el riesgo relativo de rinitis con relación a la exposición a la humedad en interiores o a la presencia visual de moho.

Es conocido que las condiciones de humedad en las habitaciones, así como las marcas o manchas de filtraciones en paredes o techos son condiciones que propician la proliferación del moho. Se suele suponer que el problema de la alergia al moho es más importante en los climas cálidos y húmedos donde la exposición al mismo y la humedad puede alcanzar al 30% de la población, no obstante, el problema no parece despreciable incluso en los países de clima más frío donde también son apreciables las marcas de humedad en las construcciones habitacionales.

Aunque el asma se considera la manifestación alérgica más preocupante, la rinitis (coriza) también afecta considerablemente la calidad de vida del paciente, impide su desempeño social y causa gastos sociales sustanciales por concepto de medicamentos y servicios de atención a la salud. Además, se considera a la rinitis como un predecesor del desarrollo del asma o un agravante de la misma. Esta revisión sistemática realizada por científicos fineses de la Universidad de Oulu abarcó el análisis y procesamiento de los resultados de 31 publicaciones sobre rinitis, rinitis alérgica o rino-conjuntivitis.

De acuerdo a los autores, el estudio refuerza la evidencia de que el riego de rinitis se incrementa ante la exposición a la humedad en el hogar y la presencia de moho. El mayor riesgo se asoció con el llamado “olor a humedad” (en realidad olor a moho) y alcanza una razón de riesgo (RR) de 2.18 para la rinitis y de 1.87 para la rinitis alérgica, o sea, hay casi 2 veces más probabilidad de que suceda la enfermedad en los pacientes expuestos a estas condiciones con respecto a los no expuestos. La razón de riesgo fue también elevada y estadísticamente significativa para la presencia visible de moho en las habitaciones (RR=1.82-1.51), sin embargo las marcas de humedad, (por ejemplo, en paredes y techos) no representaron un riesgo estadísticamente significativo y los resultados en ese sentido no fueron homogéneos entre las diferentes publicaciones analizadas.

Los autores sugieren que el hecho de que el mayor riesgo se asocie con el olor a moho puede indicar que la presencia de este olor sea un marcador de una exposición más intensa y de una conexión directa (física o química) entre la fuente alergénica y la mucosa nasal a través de aerosoles o partículas aerotransportadas (posiblemente las esporas). La mayor parte de los datos proviene de estudios transversales y no de estudios de cohorte, de modo que la relación causa-efecto es difícil de apreciar. La estimación de la exposición fue realizada mediante encuestas a los pacientes y solo en pocos casos mediante apreciación de inspectores especializados. En general los autores consideran que los pacientes tienden a subestimar el problema de la humedad y el moho en el hogar cuando se compara con los datos colectados por personal especializado o por mediciones de esporas fúngicas en el polvo. Por lo tanto, el asunto pudiera estar incluso subestimado en términos de su importancia real  como problema de salud.

Un estudio similar, publicado anteriormente por estos mismo autores (1) había determinado el efecto de la exposición al moho y la humedad, sobre el desarrollo del asma. En el mismo se detectó un gradiente creciente en la magnitud de la asociación, partiendo de la presencia de marcas o manchas de agua en paredes a la exposición a humedad y, alcanzando un valor máximo, con relación a la presencia visible de moho y el olor característico. En el estudio actual, la magnitud del efecto de la asociación con rinitis fue aun mayor que en el estudio previo para asma, aunque un gradiente claro en dependencia del tipo de exposición, no fue observado. No obstante, el olor a humedad o moho se comportó como el factor más fuerte asociado a la rinitis, de la misma forma que lo reportado para el asma, anteriormente.

En general, la revisión refuerza la concepción de la importancia de los aeroalergenos fúngicos no solo para el asma sino también para la rinitis, aunque queda abierta la estimación de la influencia de otros factores concurrentes con la humedad como los alérgenos de ácaros y otros productos químicos. Queda clara una vez más la evidencia que sustenta la necesidad de aplicar medidas para controlar o prevenir los problemas de humedad y contaminación con moho. Estas medidas serían potencialmente efectivas en lograr la prevención o la reducción de la rinitis y el asma alérgica.

(1)   Quansah R, Jaakkola MS, Hugg TT, Heikkinen SA, Jaakkola JJ. Residential dampness and molds and the risk of developing asthma: a systematic review and meta-analysis. PLoS One 2012;7:e47526.

Por Alexis Labrada, DrC