Chikungunya en Sudán
El 31 de mayo de 2018, el Ministerio de Salud del Estado (SMOH) del Estado del Mar Rojo en Sudán informó cuatro casos sospechosos de chikungunya en la localidad Swakin, en el Estado del Mar Rojo. Entre los signos y síntomas estaban la aparición repentina de fiebre, dolor de cabeza, dolor e inflamación de las articulaciones, dolor muscular y / o incapacidad para caminar.
El primer caso sospechoso de chikungunya en el vecino estado Kassala se informó el 8 de agosto de 2018, un hombre que viajaba desde el estado del Mar Rojo. Desde entonces, se han reportado casos en tres localidades del estado (Kassala, West Kassala y Rural Kassala). El 10 de agosto, entre 24 muestras de sangre recolectadas, 22 muestras dieron positivo para chikungunya por PCR y ELISA en el Laboratorio Nacional de Salud Pública (NPHL), en Jartum. El 9 de septiembre, se recolectaron 100 muestras adicionales y se agruparon en lotes de diez: el 50% de las agrupaciones dieron positivo para virus mixtos de chikungunya y dengue, y todas las agrupaciones fueron positivas para el virus de chikungunya.
Del 31 de mayo al 2 de octubre de 2018, siete estados (Kassala, Mar Rojo, Al Gadaref, Río Nilo, Estado del Norte, Darfur del Sur y Jartum) se han visto afectados con un total de 13 978 casos de chikungunya, el 95% de los cuales son del estado Kassala. Ningún ingreso hospitalario o muerte ha sido reportado oficialmente. Aproximadamente, el 7% de los casos reportados fueron niños menores de 5 años y el 60% son mujeres.
Evaluación de riesgos de la OMS
El riesgo general de chikungunya a nivel nacional es muy alto debido a lo siguiente: la presencia de Aedes aegypti en la mayor parte del país, la disponibilidad de criaderos en las casas y la participación descoordinada de la comunidad en el control de vectores agravada por la temporada de lluvias en curso, lo que favorece la proliferación del vector y la propagación del brote a otros estados del país. Además, en ausencia de un buen sistema de vigilancia para definir claramente la dinámica del brote, es un gran desafío apuntar a las acciones de salud pública para controlar el brote. La falta de recursos financieros y técnicos para responder a las necesidades, si no se aborda de manera inmediata y adecuada, puede llevar a una mayor escalada del número de casos y, finalmente, abrumar las capacidades ya sobrecargadas del país. El riesgo a nivel regional se considera moderado. La Oficina Regional de la OMS ya está movilizando sus recursos para apoyar el brote en curso y está preparada para apoyar a otros países vecinos si el brote se extiende fuera de Sudán. El riesgo a nivel global es bajo.
Fuente: Organización Mundial de la Salud
Tema: Actualidades. Publicado: oct 16th, 2018.