Desde diciembre de 2016, Brasil ha lidiado con su mayor brote de fiebre amarilla en décadas. Hasta la fecha, se han producido 2043 casos y 676 muertes, principalmente en diez estados brasileños, entre ellos, Río de Janeiro y Sao Paulo, los más poblados del país, que habían estado libres de fiebre amarilla durante 70 años. Científicos del Instituto Pasteur y del Instituto Oswaldo Cruz han demostrado ahora que Aedes albopicus, el mosquito tigre, puede transmitir esta enfermedad. Una especie oportunista que es capaz de colonizar tanto áreas urbanas como forestales.
La fiebre amarilla es un arbovirus del género Flavivirus. Cuenta con siete genotipos: cinco localizados en África y dos en América del Sur, que se derivan de un genotipo africano. Desde que se introdujo en Estados Unidos por la trata de esclavos, la fiebre amarilla ha dado lugar a varios brotes letales asociados al insecto vector Aedes aegypti.
El programa panamericano para la erradicación de este mosquito, lanzado en 1916, condujo a la eliminación de la fiebre amarilla urbana en 1954. La fiebre amarilla ahora solo persiste en la selva amazónica, donde circula entre los primates como huéspedes vertebrados, con los mosquitos zoofílicos como vectores. Tras las campañas de prevención de A. aegypti, la especie reapareció en las ciudades en 1967.
Tema: Artículos, Noticias. Publicado: oct 24th, 2018.