Canciller Scholz,
Excelencias, queridos colegas y amigos:
Afortunadamente, las defunciones por COVID-19 se están reduciendo. Sin embargo, la pandemia todavía no se ha acabado.
Paralelamente, nos enfrentamos a guerras, hambrunas y la amenaza creciente del cambio climático.
La coexistencia de estas crisis está perturbando los sistemas de salud, debilitando a la población y abonando el terreno para que aparezcan nuevos brotes de enfermedades.
No podemos desdeñar las enseñanzas que nos está dejando esta pandemia.
Cuando una amenaza nos afecta a todos, la respuesta también ha de ser conjunta. En un momento crítico, en esta cumbre se han contraído compromisos en relación con el clima, la salud, la seguridad alimentaria y los conflictos violentos.
Gracias al apoyo que prestará a la vigilancia colectiva, la respuesta pronta y predecible y el acceso rápido y equitativo a herramientas que salvan vidas, el Pacto del G7 sobre Disposición Operativa para las Pandemias ayudará a hacer realidad los objetivos del acuerdo o tratado internacional sobre prevención, preparación y respuesta frente a las pandemias.
Este acuerdo, que se encuentra en proceso de negociación, sirve de marco para las recomendaciones formuladas por la OMS en relación con la nueva arquitectura sanitaria mundial, que se basa en los siguientes pilares:
Una gobernanza coherente, integradora y que rinde cuentas;
Sistemas e instrumentos para prevenir y detectar rápidamente las emergencias sanitarias y para responder a ellas con la misma presteza;
Y una OMS reforzada que responda con rapidez a las emergencias, como organismo más relevante del mundo en la esfera de la salud pública.
Además de la COVID-19, el mundo no deja de sufrir otras crisis. Ante la inminente invasión de Ucrania por Rusia, la OMS almacenó material médico listo para ser enviado y fue la primera organización humanitaria que lo suministró a la ciudad de Kiev.
Hemos entregado a las zonas más afectadas más de 600 toneladas métricas de suministros, entre ellos 20 ambulancias y varios generadores para hospitales.
Para finalizar, quisiera mencionarles cinco prioridades:
En primer lugar, es preciso financiar suficientemente al fondo de intermediarios financieros, y la OMS debe desempeñar un papel central en él;
En segundo lugar, les insto a financiar por completo el nuevo acuerdo sobre preparación frente a las pandemias, que será jurídicamente vinculante;
En tercer lugar, debemos prestar apoyo a la fabricación local de medicamentos, pruebas y vacunas para la COVID-19, la tuberculosis, el paludismo, la infección por el VIH, las enfermedades no transmisibles y otras enfermedades, porque la producción local es fundamental para dar un acceso equitativo a herramientas que pueden salvar vidas.
En cuarto lugar, es necesario cumplir las metas establecidas en París sobre la acción climática y las energías no contaminantes para evitar 7 millones de defunciones prevenibles cada año.
Y, por último, es preciso alcanzar la financiación completa del llamamiento mundial sobre las operaciones de respuesta frente a las emergencias sanitarias a fin de poner fin a la pandemia y actuar frente a las crisis, entre ellas la que se vive en Ucrania.
Para finalizar mi intervención, quiero dar las gracias al canciller Scholz y a todos los miembros del G7 por el liderazgo que han mostrado en esta época complicada en la que convergen varias crisis.
Como dice la canción, hoy pasamos por dificultades pero mañana saldrá el sol.
Muchas gracias.
Fuente: OMS