Algo acerca del nombre de las sustancias químicas
El traductor en el momento de poner en la lengua de llegada la información que se ofrece en la lengua de partida debe ser celoso guardián del orden de colocación de los elementos de la frase.
En clasificaciones temáticas de compuestos químicos y en algunas otras, para el ordenamiento alfabético es habitual que se inviertan los elementos que las nombran, es decir, que se coloque en primer lugar el elemento específico, y el genérico en segundo. Con esto se logra que todas las combinaciones en las que participa el específico se presenten juntas; por ejemplo, en sodio se registran: sodio, cloruro de; sodio, nitrato de; sodio, yoduro de.
Sin embargo, a nadie se le ocurriría decir que «en la composición de los jugos gástricos entra el clorhídrico ácido», sino el ácido clorhídrico, pues el disparate saltaría a la vista.
Del mismo modo, en los textos redactados o traducidos al español se debe escribir ácido undecilénico, sulfato de neomicina, undecilato de sodio, y no de cualquier otro modo.
El idioma es un vehículo de identidad y el dominio preciso y documentado de la terminología científica expuesta a tremendas influencias foráneas, nos ofrece un buen campo para defenderlo.
Autor: Lic. Rodolfo Alpízar Castillo
Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas. Instituto de Lingüística
Fuente: El lenguaje en la medicina. Usos y abusos
Editorial Científico Técnica 2007
En: Redacción y estilo. Publicado el ago 20th, 2014.
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