Las comas y el orden de la oración
Pese a lo mencionado anteriormente, y al hecho de que en la mayoría de estos casos las comas son opcionales, su presencia es conveniente para organizar la estructura de la oración, evitar ambigüedades y, así, facilitar la comprensión del mensaje.
Por ejemplo, la coma en la expresión “En ciertas circunstancias como esta, su presencia es necesaria” hace más ágil la captación del mensaje. Asimismo, como señala la Ortografía de la lengua española, “hay factores de diverso tipo que favorecen la escritura de coma para delimitar los complementos circunstanciales antepuestos, como la longitud y complejidad del complemento, su carácter más o menos periférico con respecto al verbo o la intención de quien escribe”.
Por lo tanto, se recomienda escribir una coma cuando el complemento es extenso o complejo: “En esos momentos de total incertidumbre, no pude tomar una decisión”; “En estas épocas de intenso fervor religioso, las personas suelen reflexionar más”; “Pese al descontento de todos, no se tomaron medidas correctivas”.
En cambio, cuando el complemento es breve, es preferible no colocar coma: “En la biblioteca se puede estudiar tranquilamente”; “En breve te estaré enviando el documento”. Asimismo, es aconsejable escribir una coma cuando el complemento circunstancial introduce referencias, generalmente de tiempo o de lugar, que enmarcan todo el enunciado: “En mayo de 1970, Yungay se convirtió en el escenario de una catástrofe sin precedentes”; “En Ankara, el atentado dejó un saldo de al menos 37 muertos y 25 heridos”.
Se suele colocar coma para aislar una información circunstancial a la que se quiere dar importancia en el discurso (por ejemplo, para oponerla a otra:” Desde mi ventana, se aprecia mejor el jardín”; “Por las mañanas, estudia; y, por las noches, escribe”.
También se recomienda escribirla para aislar el complemento circunstancial cuando se inserta en un enunciado complejo: “El periodista que entrevistó al candidato cuestionado manifestó que, la próxima semana, dará declaraciones”.
Por último, también pueden aislarse entre comas los complementos circunstanciales que se intercalan entre el verbo y uno de los complementos por él exigidos: “Mis amigos ingresaron, la semana pasada, a las mejores universidades del Perú”.
Recuerde, estimado lector, que si bien, muchas veces, la decisión de considerar u omitir la coma después de los complementos circunstanciales antepuestos al verbo depende también de la preferencia por un estilo de escritura trabado (“En medio de la gresca, se encontraban dos menores de edad”) o por un estilo fluido (“En medio de la gresca se encontraban dos menores de edad”), el criterio que deberá predominar en la redacción es el que corresponde a la comprensión del mensaje. Y es que, por ejemplo, “En ciertas construcciones extensas y complejas como esta, la coma siempre será oportuna”.
Tomado de http://udep.edu.pe/castellanoactual/
En: Del lenguaje. Publicado el feb 14th, 2017.
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Comentarios: Las comas y el orden de la oración
Rogelio Frank Luis Castro @ 3:02 am
Muy bonitas todas las reglas; nos facilitan la vida… Pero a veces son deconstruidas (en parte, lo reconozco) por las excepciones que plantea la diversidad semántica, pragmática y contextual del discurso. Por eso insisto: analizar la entonación es más preciso, concreto, y hasta complicado, pero es el recurso más efectivo, más congruente, y más invariable (o hasta invariable).
traducciones @ 5:08 pm
Muchas gracias por tus comentarios tan acertados, Rogelio. Me alegra que compartas tus opiniones con los usuarios del sitio. Y tienes mucha razón en lo que expresas, pero tienen que existir las reglas, para que el lenguaje, fundamentalmente el escrito, no se convierta en un gran desorden de ideas. En el discurso oral nos podemos apoyar en la entonación para destacar un matiz expresivo, en el discurso escrito nos apoyamos en los signos de puntuación. Espero seguir recibiendo comentarios tuyos. Saludos cordiales, Irma