Escritura correcta de las fechas
Es frecuente que la expresión de las fechas plantee dudas, por lo que a continuación se aportan algunas claves para su correcta escritura.
El orden que la Ortografía académica recomienda es día, mes, año (14 de octubre de 1951). En esta obra se desaconseja el orden mes, día, año, propio de los países anglosajones (octubre 14 de 1951).
La opción más común en la escritura de las fechas es la que combina letras y cifras (1 de marzo de 1743), con el mes siempre con inicial minúscula y sin omitir las dos preposiciones de.
Las fechas suelen escribirse solo con letras en documentos solemnes, escrituras públicas, actas notariales o cheques bancarios: veinte de septiembre de mil novecientos diez.
Para el primer día del mes puede usarse el número ordinal, forma preferida en América (primero de marzo), o el cardinal, más frecuente en España (uno de marzo).
Cuando las fechas se escriban solo con cifras, el día, el mes y el año se separan con guiones, barras o puntos, y sin espacios: 4-6-1982, 8/7/1980, 12.9.08.
La Ortografía recomienda no anteponer, salvo por imperativos técnicos, un cero a la cifra del día cuando esta es inferior a 10 (mejor 4/2/98 que 04/02/98); el mes puede escribirse en números arábigos (4/6/82) o, raramente en la actualidad, romanos (4/VI/82) y el año puede aparecer con los cuatro dígitos (7/5/2003) o solo con los dos últimos (7/5/03).
En fechas escritas solo con cifras, puede optarse por el sistema establecido por la ISO, que sigue el orden año, mes, día, con los números separados con guiones y añadiendo un cero si es necesario: 2013-04-25. Este formato se restringe a documentos de carácter científico o técnico de circulación internacional y no se aplica a fechas que no se escriben íntegramente con cifras.
Cabe recordar que cuando se escribe el año no se debe escribir ningún signo ni espacio entre sus dígitos (1998 y no 1.998, 1 998, ni 1,998).
En las referencias a fechas que van desde el año 1 de nuestra era (y también en las anteriores) hasta el año 1000 siempre hemos usado el artículo. Así, decimos que Fulano nació en «marzo del 534» o el «25 de junio del 812».
A partir del año 1000 se dejó de usar el artículo, probablemente porque en la lengua hablada resultaba cacofónico (de difícil pronunciación y sonido incómodo): «del-mil», y como la lengua escrita es una representación de la lengua hablada, se dejó de escribir «del» y se pasó a «de», aunque gramaticalmente era menos correcto, puesto que el artículo indica que está implícita la palabra «año».
Al llegar el 2000 se planteó de nuevo el problema, pues los hablantes del español usamos el artículo en la lengua hablada (del 2000, en el 2000, desde el 2000, para el 2000, etc.) porque nos es más cómodo pronunciarlo así que sin él: «dedos-mil». Es decir, hemos vuelto a la forma que usábamos para las fechas anteriores al año 1000, y si lo hemos hecho en la lengua hablada no hay ninguna razón para que no lo hagamos también en la lengua escrita, sobre todo si tenemos en cuenta que es más correcto gramaticalmente.
Sucedió, y de ahí la vacilación en el uso, que el servicio de consultas de la Real Academia Española, ante una pregunta sobre ese asunto, allá por 1998, respondió que si hasta 1999 se había fechado «de», no había razones para cambiarlo… Más adelante, ante la avalancha de críticas, la Academia recogió (y sí figura en el Diccionario Panhispánico de Dudas) que ambas formas son correctas: de 2000 y del 2000, y dice que aunque se ponga sin artículo en la fecha de encabezamiento de un documento, en el texto de ese documento puede usarse la forma con artículo.
Tomado de Fundación del español urgente
En: Ortografía. Publicado el abr 10th, 2015.
Haga un comentario