Relación de la comunicación entre el intérprete y el emisor
A partir de hoy, ponemos a disposición de los interesados cuatro trabajos acerca de la relación que existe entre los diferentes aspectos de la comunicación y el intérprete por la importancia que tiene para el buen desempeño de la actividad de los traductores e intérpretes conocer los aspectos relacionados con la comunicación no verbal.
Podemos afirmar que el lenguaje corporal, así como otros aspectos de la comunicación no verbal, como el tono de la voz, la entonación o la cadencia, facilitan al intérprete una información muy valiosa que le permitirá anticipar algunos elementos del discurso y, así, facilitar su labor.
De igual manera, si la información semántica resulta ambigua o poco precisa en algún momento, la información visual puede servir de soporte, de manera que los elementos quinésicos serán muy útiles para que el intérprete comprenda, y transmita, el sentido del enunciado.
Relación de la comunicación entre el intérprete y el receptor.
El intérprete no solo necesita ver quién está emitiendo el discurso, sino también a quién, por lo cual el lenguaje corporal de los asistentes también es de gran importancia para evaluar la recepción del mensaje.
Efectos de la comunicación no verbal del intérprete en el público receptor
El paralenguaje es parte esencial del propio mensaje; por tanto, la entonación y los gestos están vinculados completamente a un discurso oral coherente. Así, si el intérprete transmite, por ejemplo, la entonación incorrecta (lo dicho no guarda relación con lo que dice el emisor realmente), él mismo se percatará de que no está diciendo lo que debería, lo cual provocara la pérdida de atención por parte del público receptor. El paralenguaje ayuda al intérprete en su producción verbal, por lo que un gesto facilitará la palabra concreta que, por cualquier motivo, pueda suponerle una mayor dificultad, y, a su vez, dota al discurso oral de una mayor naturalidad y fluidez.
Los intérpretes, como afirma Viaggio (1997: 292), han de saber «escuchar con los ojos y hablar con los gestos», por lo que han de incorporar el paralenguaje y la kinesica como parte esencial del mensaje, tan importantes como las palabras. Con estos se conseguirá una espontaneidad y naturalidad mayores, condiciones sin las cuales se perderá el interés por parte del público.
Tomado del trabajo presentado en el VIII Simposio de Traducción, Interpetación y Terminología Cuba-Canadá 2013 titulado “La comunicación no verbal y su relación con la interpretación” de la Lic. Yadilka Valiente Boloy.
En: El arte de traducir. Publicado el dic 22nd, 2014.
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