Queísmo y dequeísmo
Del queísmo y del dequeísmo nunca está de más hablar, pues se cometen muchos errores a la hora de construir oraciones con la preposición de y la conjunción que, tanto por defecto como exceso.
El queísmo es la incorrección que consiste en suprimir indebidamente de la preposición de, sobre todo cuando precede a que en oraciones subordinadas.
En español existen ciertos verbos que exigen en su construcción la presencia de la preposición de. El temor de algunos hablantes a caer en el conocido fenómeno del dequeísmo les lleva a omitir esta preposición en los casos en los que, sin embargo, es obligatoria.
La preposición de no debe omitirse:
1. Cuando va con verbos que llevan un complemento de régimen (acordarse, alegrarse, arrepentirse, olvidarse de algo o convencer, tratar de algo).
2. Tampoco debe omitirse con sustantivos y adjetivos que necesitan un complemento preposicional (a condición de, con ganas de… y seguro de, convencido de…).
3. Ni con locuciones como a pesar de, a fin de, a condición de, en caso de, hasta el punto de…
4. Tampoco puede suprimirse la conjunción que a la hora de introducir una oración que desempeña la misma función que puede desempeñar un nombre, por ejemplo, le gusta que la peinen; deseo que vengas; espero que te guste mi regalo.
Se oye últimamente con mucha frecuencia en los medios masivos la construcción gramatical “Espero disfruten la programación”, “Deseo tengan buenas noches”.
Hay, por último, verbos que pueden construirse con la preposición de o sin ella. Es el caso de advertir algo a alguien y advertir de algo a alguien; avisar algo a alguien y avisar de algo a alguien; cuidar algo o a alguien y cuidar de algo o a alguien; dudar algo y dudar de algo; informar algo a alguien (en América) e informar de algo a alguien (en España).
Es hora que me escuchen (título de un libro de Eduardo Duhalde, expresidente de la Argentina, en vez de Es hora de que me escuchen).
Me alegro que te vayas (en vez de Me alegro de que te vayas).
No me di cuenta que habías venido (en vez de No me di cuenta de que habías venido).
Estoy de acuerdo que hay que hacerlo (en vez de Estoy de acuerdo en que hay que hacerlo).
Estoy segura que esta vez aprobaré el examen (en vez de Estoy segura de que esta vez aprobaré el examen).
Antes que vuelva a llegar el invierno (en vez de Antes de que vuelva a llegar el invierno).
El dequeísmo es, por su parte, la utilización no normativa de la preposición “de” junto a la conjunción “que” en oraciones completivas o subordinadas sustantivas de objeto directo, es decir, el uso incorrecto de la preposición de delante de la conjunción que.
Entre los ejemplos de construcciones que típicamente suelen mostrar este problema gramatical están oraciones como:
«Me sorprendió de que viniera»; que viniera es el sujeto del verbo sorprender y un sujeto…
Me ha dicho de que vendrá mañana por la tarde (no normativo) — Me ha dicho que vendrá mañana por la tarde (estándar).
Pensó de que la Tierra era redonda (no normativo) — Pensó que la Tierra era redonda (estándar)
Creo de que no es justo lo que dice (no normativo) – Creo que no es justo lo que dice (estándar)
https://es.wikipedia.org/wiki/Deque%C3%ADsmo
https://www.fundeu.es/recomendacion/dequeismo/
https://www.fundeu.es/dudas/tipo-de-duda/clasicos/page/2/
https://es.wikipedia.org/wiki/Que%C3%ADsmo
En: Gramática. Publicado el mar 13th, 2019.
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