Agramaticalidad
Hay circunstancias que exigen un cuidado especial en el dominio de nuestro idioma, en las cuales la lengua natural que aprendimos en casa es insuficiente.
Hace falta aprender otras posibilidades expresivas, ya que la lengua pone a disposición de los hablantes comportamientos lingüísticos de diferentes usos sociales.
La agramaticalidad consiste en la falta de adecuación de un enunciado a las reglas gramaticales. Las expresiones que rompen las reglas de la gramática están fuera del sistema de la lengua, y por lo general no se dan entre hablantes nativos del español.
Para conocer la adecuación de un término existe una escala de corrección lingüística, desde lo que es inaceptable en casi cualquier circunstancia -vulgarismos, barbarimos, germanismos, anglicismos, usos obsoletos, etc.- hasta lo que se acepta en casi cualquier contexto, y que constituye la norma culta del español.
Lo correcto es lo que procede, lo que es eficaz en una circunstancia determinada, aunque no se puede perder de vista que existe la posibilidad de que la norma cambie, y lo que hoy es correcto mañana pueda ser censurable, y viceversa.
Algunas de las reglas que no se respetan –lo cual hace que las oraciones sean agramaticales- corresponden a los errores de concordancia de género, de número y falta de concordancia entre el sujeto y el predicado.
Cuando el orden de los elementos en el enunciado no concuerda con el orden del español, también se habla de agramaticalidad.
Tomado de publicaciones en la web acerca de este tema.
Consultado en el sitio Dimensión antropológica el tema Agramaticalidad, ambigüedad sintáctica y metáfora de Radelli Bruna
En: Gramática. Publicado el ago 8th, 2016.
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