Las imágenes violentas del mundo actual – en los medios de comunicación, en nuestras comunidades e inclusive en nuestras escuelas – pueden hacer que nuestros hijos se sientan angustiados, temerosos e inseguros.
A pesar de ello, existe una esperanza. Aún en estos tiempos tan violentos, se puede lograr que sean sanos y seguros de sí mismos, que puedan resolver conflictos pacíficamente y tomar decisiones atinadas para protegerse a sí mismos mediante algunas técnicas eficaces.
- Reconozca los temores de sus hijos y hágalos sentirse protegidos
Los niños que han experimentado o que han sido testigos de casos de violencia, al igual que aquellos que sólo han visto actos violentos en la televisión o en las películas, pueden sentirse inquietos y temerosos. Por eso es importante hacerles saber que siempre estarán seguros en su entorno.
-Establezca reglas muy estrictas sobre las armas
Enseñe que las pistolas y los cuchillos son muy peligrosos y que éstos pueden lastimar o matar a las personas.
-Hable sobre las pandillas
Si usted cree que está expuesto – o atraído – a una pandilla, busque una oportunidad para hablar sobre el tema.
-Controle su propio comportamiento
Cuando se trata de aprender a comportarse, a menudo los niños imitan el ejemplo de sus padres. Si usted pretende que sus hijos eviten la violencia, es importante servir como ejemplo.
-Acostúmbrelos a platicar sobre sus sentimientos e inquietudes
Los adolescentes se sienten mejor cuando hablan de sus sentimientos. Así no tienen que enfrentar sus miedos sin el apoyo de un adulto, además de que les sirve como una válvula de escape para sus emociones.
Tanto la Academia Americana de Pediatría como la Asociación Psicológica Americana opinan que la violencia en los medios de comunicación puede fomentar la violencia en la vida real. Los adolescentes que ven muchas películas y programas de televisión violentos – al igual que aquellos que juegan videojuegos violentos – pueden desensibilizarlos e incitarlos a cometer actos agresivos.
Recomendaciones para disminuir el efecto de los mensajes violentos:
- Supervise activamente el contacto que tienen con cualquier tipo de violencia en los medios de comunicación.
- No permita que vean programas de televisión que usted no considere adecuados.
- Elija las películas que pueden ver y los juegos de video con los que pueden entretenerse.
- Neutralice los mensajes violentos que reciben.
- Establezca reglas para el Internet; navegue junto con sus hijos y elija sitios que sean apropiados y divertidos para ellos.
- Considere el uso de dispositivos de monitoreo para la televisión y para el Internet, tales como el chip-V (tecnología nueva para los televisores).
- Haga uso del sistema de clasificación que permite a los padres bloquear los programas violentos en sus televisores.
- Manténgase firme
No se deje influenciar por argumentaciones. Usted tiene el derecho y la responsabilidad.
- Establezca límites en el comportamiento hacia otros
Hágales saber a sus hijos que el comportamiento violento no está permitido en su familia.
- Lleve a cabo juntas familiares
Las reuniones familiares programadas con regularidad proporcionan un lugar y un tiempo para quejarse y compartir opiniones. Asegúrese que todos tengan la oportunidad de hablar y no permita que se digan apodos humillantes o malas palabras.
- Hable con otros padres de familia
Es importante que el mensaje anti-violencia sea constante y uniforme. Hable con los padres de los amigos de sus hijos y llegue a un acuerdo sobre aquellos programas y juegos que sus hijos pueden y no pueden ver y jugar en sus hogares.
- Solicite la participación de las escuelas
Exhorte a los funcionarios y maestros de la escuela de sus hijos a enseñar técnicas para la solución de conflictos y a ofrecer programas de “mediación entre compañeros” (en los cuales los niños aconsejan a otros niños). Capacite a los maestros para disminuir y prevenir la violencia.
¿Alguna vez se justicia pelear?
Por lo regular, pelear no es correcto, pues casi siempre existen otras maneras para resolver los problemas, como por ejemplo hablar y escuchar a la otra persona para conocer sus motivos y para darle a conocer los nuestros. Si alguien te pega, es difícil no pegarle en respuesta. El problema con la violencia es que nunca se termina – él te pega, tú le pegas, luego él te vuelve a pegar y así sucesivamente, de manera que el problema nunca se resuelve. Lo mejor que puedes hacer es alejarte de la otra persona hasta que ambos se calmen y puedan encontrar una solución.
Ampliar esta información en: ¿Cómo Hablar con sus Hijos Sobre la Violencia?
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