Falsos amigos y falsos cognados
Para cerrar el tema diremos que tanto los falsos amigos como los falsos cognados pueden representar una dificultad, particularmente cuando se traducen idiomas que pertenecen a la misma familia de la lengua materna, porque con frecuencia se tiende a relacionar ambas palabras debido a una interferencia lingüística.
Por esta razón, comúnmente se hacen listas de falsos amigos recurrentes para auxiliar en cierta medida a los profesionales de la traducción.
El propio término «falso amigo» es un calco semántico del francés faux-ami, y fue usado por primera vez por Koessler y Derocquigny en su libro «Les faux-amis ou les trahisons du vocabulaire anglais» (‘Los falsos amigos o las traiciones del vocabulario inglés’) de 1928.
Normalmente, los falsos amigos son cognados, y excepcionalmente pueden ser falsos cognados. En lingüística histórica se llama cognados a aquellos términos con un mismo origen etimológico, pero con distinta evolución fonética y, a menudo, semántica.
Por ejemplo, encyclopaedia (desde la traducción inglesa) es un cognado de enciclopedia (en castellano).
A veces pueden escribirse largas series de términos cognados dentro de una misma familia de lenguas. Por ejemplo, entre las lenguas indoeuropeas tenemos estas dos series:
1. noche (español), night (inglés), nuit (francés), Nacht (alemán), nacht (neerlandés), nat (danés), noc (checo, polaco y eslovaco), noch (ruso), noć (croata), noć (serbio), nox (latín), nakti- (sánscrito), natë (albanés), nos (galés), nueche (asturiano), nueit (aragonés), noite (gallego y portugués), notte (italiano), nit (catalán / valenciano), noapte (rumano), nótt (islandés), níjta (griego moderno) y naktis (lituano). Τodos ellos signfican ‘noche’ y tienen una similitud fonética evidente; esto se debe a que todos derivan del proto-indoeuropeo nekwt- ‘noche’.
2. estrella (español), star (inglés), étoile (francés), Stern (alemán), ster (neerlandés), stella (latín, italiano), str (sánscrito), seren (galés), estrela (aragonés), estrela (valenciano, gallego y portugués), estel (catalán), stea (rumano), stjarna (islandés), astéri (griego moderno), setare (persa) y estêre (kurdo). En este caso, todos ellos significan ‘estrella’ y derivan del proto-indoeuropeo ster- ‘estrella’.
La semejanza de las palabras cognados induce a menudo a traducciones erróneas, como la del inglés actually por «actualmente», aunque lo que significa es ‘realmente’ o ‘de hecho’; o como policy, que parece que significa «policía», cuando en realidad significa ‘norma’. A estos términos se les llama falsos amigos.
Los dobletes son dos palabras cognados dentro de una misma lengua. En las lenguas romances son habituales los casos en que una de las palabras es el resultado de sucesivas transformaciones desde el latín a lo largo de los siglos (palabra patrimonial, por ejemplo “fuego”), mientras que la otra es un cultismo reintroducido en tiempos más recientes (“foco”) cuando ambos proceden del mismo origen: focus, o un préstamo lingüístico que a su vez proviene del latín, como en español “cadera” y “cátedra” (ambas provenientes del latín cathedra, pero la primera es palabra patrimonial y la segunda, un cultismo), o un préstamo de otra lengua, como en “obra” y “ópera” (ópera proviene del latín opera a través del italiano).
Un falso cognado es una palabra que, debido a similitudes de apariencia y significado, parece guardar parentesco con otra palabra de un idioma diferente, pero que en realidad no comparte su mismo origen etimológico (no son verdaderos cognados).
El ejemplo típico es el del verbo inglés to have (‘tener’, ‘haber’) y el similar verbo español haber, los cuales, pese a sus semejanzas aparentemente obvias, en realidad provienen de raíces protoindoeuropeas muy distintas: el inglés to have proviene de kap- (‘agarrar’), y en realidad está emparentado con nuestro verbo captar, aunque no lo parezca; mientras que nuestro haber proviene de la raíz protoindoeuropea ghabh- (‘dar’), y, aunque tampoco lo parezca, está emparentado con el inglés to give (‘dar’).
Los cognados falsos son aquellas palabras que parecen tener un origen común, pero que tras un estudio lingüístico se puede determinar que no tienen ningún tipo de relación. Así, por ejemplo, si nos basamos en similitudes superficiales, podríamos suponer que el verbo latino habēre y el alemán haben, que significan «tener», son cognados, pero no es así.
Si comprendemos el modo en que evolucionan ambas lenguas a partir de las raíces protoindoeuropeas, veremos que no pueden serlo: haben proviene en realidad del proto-indoeuropeo kap- «agarrar», y su cognado real en latín es capere «tomar, capturar». El verbo latino habēre, en cambio, deriva del protoindoeuropeo ghabh- «dar, recibir», por lo que es el cognado del verbo alemán geben que en español significa «dar».
La similitud entre palabras de distintas lenguas no basta para demostrar que dichos vocablos están relacionados entre sí, del mismo modo que solo por un parecido físico no se puede determinar si dos personas tienen los mismos genes. Tras miles y miles de años, las palabras pueden cambiar su pronunciación completamente: por ejemplo, el número alemán fünf «cinco» y el sánscrito pança son cognados, mientras que la palabra inglesa over y la hebrea a’var no.
Consultados en Internet
https://es.wikipedia.org/wiki/Falso_amigo
https://es.wikipedia.org/wiki/Cognadohttps://es.wikipedia.org/wiki/Falso_amigo
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Falsos_amigos
https://es.wikipedia.org/wiki/Falso_cognado
En: Redacción y estilo. Publicado el sep 8th, 2017.
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