Implicaciones clínicas de la COVID-19 persistente en población pediátrica: identificación y manejo de síntomas

La infección aguda por el SARS-CoV-2 en la población pediátrica, incluso cuando presenta síntomas, generalmente se presenta con una rápida eliminación del virus y recuperación en pocos días.

No obstante, a pesar de que el riesgo de hospitalización y mortalidad es bastante bajo, ante los casos de infección por el SARS-CoV-2, en algunos pacientes pediátricos los síntomas atribuidos a la COVID-19 no se resuelven rápidamente y pueden persistir durante varios días o reaparecer después de semanas o meses.

Se han identificado dos secuelas de la COVID-19 en la población pediátrica: síndrome inflamatorio multisistémico infantil y COVID-19 persistente, también denominado secuelas posagudas de la COVID-19, síndrome de COVID-19 crónico y afección o síndrome pos-COVID-19.

El síndrome inflamatorio multisistémico en la población pediátrica es un trastorno grave y poco común que aparece entre 2 y 6 semanas después de la infección por SARS-CoV-2, afectando a menos de 0,1 % de los casos pediátricos. Se caracteriza por síntomas multisistémicos, especialmente cardiovasculares, que pueden ser letales y requerir cuidados intensivos. Su diagnóstico y tratamiento tempranos son cruciales, generalmente mediante terapias inmunomoduladoras.

La COVID-19 persistente es una afección menos definida que el síndrome inflamatorio multisistémico, manifestándose con síntomas persistentes o nuevos síntomas que continúan más allá de la fase aguda de la infección por SARS-CoV-2.

A diferencia del síndrome inflamatorio multisistémico, afecta múltiples sistemas, incluyendo respiratorio, cardiovascular, renal y neurológico, además de impactar la salud mental y la calidad de vida. Su estudio se ha centrado principalmente en adultos; la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como “la continuación o desarrollo de nuevos síntomas tres meses después de la infección inicial por SARS-CoV-2, con duración de estos síntomas de al menos dos meses sin otra explicación”, refiriendo que se caracteriza por amplia diversidad de más de 200 síntomas reportados, comúnmente fatiga, dificultad respiratoria y problemas cognitivos que pueden impactar significativamente el funcionamiento diario.

La COVID-19 persistente ha sido poco estudiada en población pediátrica, aunque su conocimiento actual en esta población es pobre.

Lea el texto completo en: Implicaciones clínicas de la COVID-19 persistente en población pediátrica: identificación y manejo de síntomas – Medscape – 6 de mayo de 2025 (debe registrarse en el sitio web).