Preguntas y respuestas: SARS-CoV-2 en América Latina y el Caribe 4 años después

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pandemia latinoamerica chile covidEl 26 de febrero de 2020, Brasil registró el primer caso de COVID-19 en su territorio, marcando el inicio de la pandemia en Latinoamérica y el Caribe.

Desde su aparición el 30 de diciembre de 2019 en Wuhan, China, el virus SARS-CoV-2 dejó un devastador rastro a nivel mundial, con 774 millones de casos y 7 millones de fallecimientos registrados hasta la fecha. Las Américas fueron duramente golpeadas, representando el 25% del total de casos y el 43% de todas las muertes, situándose como la región con mayor número de defunciones por COVID-19 a nivel mundial.

Con el transcurso del tiempo, el virus ha experimentado cambios y evoluciones, volviéndose más transmisible pero menos letal. En mayo del año pasado, la OMS declaró el fin de la COVID-19 como una emergencia de salud pública de importancia internacional, pero las infecciones siguen ocurriendo, con más de medio millón de casos reportado a nivel mundial en el último mes.

A propósito del cuarto aniversario de la llegada del SARS-CoV-2 a la región, se conversa con el virólogo Jairo Méndez, asesor regional en enfermedades virales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sobre lo que hemos aprendido y sabemos sobre el virus que causa la COVID-19.

A 4 años de la llegada de la COVID-19 a América Latina y el Caribe, ¿qué hemos aprendido sobre el virus?

La pandemia dejó un impacto profundo a nivel global y regional, cuyas dimensiones aún estamos comprendiendo por completo. Una lección fundamental es la importancia de la colaboración y la solidaridad entre países para enfrentar crisis de esta magnitud.

Reconocimos las brechas en nuestra preparación y la necesidad de fortalecer nuestras capacidades. Aprendimos a confiar en la ciencia, lo que nos permitió desarrollar vacunas seguras y eficaces en tiempo récord.

Sin embargo, también hemos comprendido que el virus es altamente adaptable y puede cambiar rápidamente, lo que nos obliga a seguir vigilando de cerca su evolución y a explorar posibles reservorios naturales. Se han establecido redes de vigilancia lideradas por la OPS para monitorear la presencia de nuevos coronavirus.

Aunque las vacunas siguen siendo efectivas, debemos permanecer alerta ante cualquier cambio en el virus y continuar aprendiendo de él cada día para proteger la salud pública.

¿Qué información tenemos hoy sobre las distintas variantes del virus SARS-CoV-2 y su evolución?

Se han identificado varias variantes del virus SARS-CoV-2 desde su surgimiento, comenzando con Alfa a finales de 2020, seguida de Gamma y Delta, que tuvieron un gran impacto en la salud pública. Posteriormente, surgió Ómicron a finales de 2021, clasificada como variante de preocupación debido a su rápida propagación.

Aunque el virus ha seguido evolucionando, no se ha detectado un aumento significativo en la gravedad o mortalidad de las variantes. Si bien actualmente se monitorean varias, como JN.1, ninguna presenta características que las hagan más agresivas o letales hasta el momento.

¿Cuáles fueron los principales desafíos para controlar el virus en la región?

Los desafíos fueron numerosos y significativos. En primer lugar, la falta de comprensión inicial sobre el virus y cómo enfrentarlo fue desafiante. No teníamos las herramientas necesarias para detectarlo y diagnosticarlo eficazmente.

Luego, el rápido cambio del virus y la aparición de variantes plantearon desafíos adicionales para su seguimiento y control. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, se ha logrado avanzar en la integración de sistemas de vigilancia epidemiológica y virológica, lo que nos permitirá detectar y responder de manera más efectiva a futuras amenazas.

Vea la entrevista completa en: Preguntas y respuestas: SARS-CoV-2 en América Latina y el Caribe 4 años después. OPS – 23 febrero 2024

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