Respuesta de la OMS a la Comisión sobre la COVID-19 de The Lancet

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Reunión Comité de emergencia y OMSLa OMS acoge con agrado las recomendaciones generales recogidas en el informe de la Comisión sobre la COVID-19 de The Lancet, titulado Lessons for the future from the COVID-19 pandemic (Enseñanzas para el futuro derivadas de la pandemia de COVID-19), que coinciden con nuestro compromiso para con una preparación, prevención, disposición operativa y respuesta más robustas frente a pandemias en el ámbito mundial, regional y nacional.

A la vez, el informe adolece de varias omisiones e interpretaciones erróneas, especialmente respecto de la emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) y la celeridad y alcance de las medidas adoptadas por la OMS.

La OMS aplaude el refrendo por la Comisión de un acuerdo sobre pandemias, el fortalecimiento del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) y la mejora de la financiación. Estas cuestiones son centrales para las aspiraciones del Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, que se destilan en las cinco prioridades para su segundo mandato. La OMS y sus Estados Miembros ya han empezado a aplicar las recomendaciones. La Asamblea Mundial de la Salud acordó en mayo de 2022 una decisión histórica para la financiación sostenible de la OMS. Este año será testigo de la celebración de dos rondas de audiencias públicas (en inglés) para un acuerdo sobre pandemias.

La Comisión respalda firmemente la función primordial de la OMS en la salud mundial, y considera que «la OMS debería fortalecerse» y que las reformas «deberían incluir un incremento considerable de su presupuesto básico».

La OMS se hace eco de las conclusiones de la Comisión, a saber, que la COVID-19 sacó a la luz importantes retos mundiales, como la infrafinanciación crónica de las Naciones Unidas, la rigidez en los regímenes de propiedad intelectual, la falta de financiación sostenible para los países de ingresos bajos y medianos, y un «excesivo nacionalismo», que provocó la inequidad vacunal.

La Organización está de acuerdo también con la importancia concedida a la bioseguridad, como demuestran el establecimiento oficial del Grupo Consultivo Técnico sobre Bioseguridad (en inglés) de la OMS, la publicación de nuestro Manual de bioseguridad en el laboratorio –ya en su 4.ª edición–  (en inglés) y la publicación el 13 de septiembre de este año de un marco sobre las ciencias de la vida para ayudar a mitigar los riesgos biológicos y regir de forma segura la investigación de doble uso.

La OMS otorga una importancia similar al multilateralismo, la solidaridad y la cooperación en la lucha contra las pandemias. También aplaudimos el reconocimiento de la función esencial que desempeñan los países mismos.

Muchas de las recomendaciones de la Comisión coinciden con las formuladas en los dos últimos años por órganos de examen establecidos por la propia OMS, como el Grupo Independiente de Preparación y Respuesta frente a las Pandemias (en inglés), el Comité Independiente de Asesoramiento y Supervisión para el Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS (IOAC) y el Comité de Examen del RSI (en inglés), y con las evaluaciones de otras entidades. Dado que somos una organización discente, elaboramos un panel con las recomendaciones (en inglés) derivadas de estas iniciativas, entre otras, para rastrear su aplicación por la OMS y otros organismos.

La rapidez en la respuesta de la OMS

Ahora bien, la Comisión no transmite el arco completo de la respuesta de la OMS, que fue inmediata, vital y sostenida a lo largo de varios años, como se detalla a continuación:

  • El 30 de diciembre de 2019, la OMS recibió las primeras alertas de casos de una neumonía de etiología desconocida en Wuhan (China), notificó al centro de enlace para el RSI y al día siguiente solicitó más información a las autoridades chinas de salud.
  • El 1 de enero de 2020, la OMS activó su Sistema de Gestión de Incidentes para dirigir la acción diaria. El equipo, que incluye coordinadores en atención clínica, prevención y control de infecciones, pruebas diagnósticas, logística, comunicaciones y otros, se reunió diariamente durante 2020, en 2021 y continúa reuniéndose este año.
  • El 5 de enero de 2020, la OMS emitió una alerta mundial a todos los Estados Miembros a través de un sistema oficial del RSI –el Sistema de Información de Eventos– basado en nuestra evaluación inicial de los riesgos de la situación en China. Ello alertó a los Estados Miembros y los llevó a tomar medidas para detectar casos, atender a pacientes y prevenir la infección y la transmisión de persona a persona de patógenos respiratorios agudos con potencial epidémico y pandémico. Esta fue el primer aviso mundial de la OMS para la adopción de medidas concretas ante una enfermedad respiratoria desconocida. La OMS ha promovido sistemáticamente el intercambio de conocimientos mediante sesiones informativas destinadas a los países, durante las que se compartían las experiencias críticas de los primeros países afectados y se esbozaban los elementos de la respuesta integral de la OMS.
  • El 9 de enero de 2020, la OMS convocó la primera de muchas teleconferencias con redes mundiales de expertos para examinar toda la información disponible sobre el conglomerado de casos notificado desde China. Esas redes permitieron el intercambio en tiempo real de conocimientos directos, experiencias y las primeras conclusiones de los estudios, lo que contribuyó directamente a los consejos y recomendaciones iniciales de la OMS.
  • Entre el 10 y el 12 de enero de 2020, la OMS publicó un amplio conjunto de orientaciones técnicas para los países en las que se abordaba cómo realizar pruebas de detección de un coronavirus respiratorio de alto riesgo, tratar a pacientes con infección respiratoria aguda grave, informar a la población para prevenir la infección y la transmisión de persona a persona, y preparar los sistemas de salud para atender más casos.
  • El 13 de enero de 2020, la OMS publicó el primer protocolo (en inglés) de pruebas de PCR para detectar casos gracias a la publicación de la secuencia genómica completa dos días antes. El 2 de febrero de 2020, la OMS comenzó a despachar análisis de PCR validados a países de todo el mundo.
  • Los días 22 y 23 de enero de 2020, cuando se habían notificado nueve casos y ninguna muerte fuera de China, el Director General convocó el Comité de Emergencias en virtud del RSI para que se reuniera y estimara si el evento constituía una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII). El Comité estimó que no se trataba de una ESPII. El Director General dijo (en inglés) públicamente: «Que nadie se equivoque. Es una emergencia en China, pero todavía no se ‎ha convertido en una emergencia sanitaria mundial. Aún podría hacerlo».
  • Del 27 al 28 de enero, tras la reunión del Comité de Emergencias, el Director General y varios directivos superiores viajaron a China para reunirse con altos funcionarios gubernamentales, reunir información sobre el brote y buscar cooperación.
  • El 30 de enero de 2020, cuando ya se habían notificado 98 casos (y ninguna muerte) en 18 países aparte de China, el Director General volvió a convocar al Comité de Emergencias, que en esta ocasión estimó que el brote constituía una ESPII. El Director General aceptó el asesoramiento del Comité y declaró una ESPII, tras lo cual emitió recomendaciones temporales para que los países se prepararan y respondieran.
  • El 4 de febrero de 2020 se publicó el Plan Estratégico de Preparación y Respuesta de la OMS (en inglés), en el que se esbozaban medidas integrales que todos los países debían tomar para eliminar la transmisión y salvar vidas, a través de un conjunto de intervenciones como la detección temprana y el aislamiento y la atención de los casos, el rastreo de contactos y la cuarentena con apoyo, el uso de mascarillas médicas, el distanciamiento, la ventilación, la prevención y el control de infecciones en los establecimientos de salud, o la adopción de un enfoque basado en los riesgos en reuniones multitudinarias o con pocos integrantes, y en los viajes.
  • Tras las ruedas de prensa celebradas periódicamente en enero, el 5 de febrero de 2020 se iniciaron las sesiones diarias de información. Las ruedas de prensa continúan semanalmente, junto con conversaciones periódicas en directo en las redes sociales con expertos superiores de la OMS, lo que demuestra la prioridad dada a la comunicación con los dirigentes y el público en general.
  • Los días 11 y 12 de febrero de 2020, la OMS dirigió un Foro Mundial de Investigación e Innovación sobre el nuevo virus, con participación de casi 900 expertos y entidades de financiación de más de 40 países, para hacer balance de lo que se sabía sobre el nuevo coronavirus y establecer el plan de futuro. Un logro ulterior fue el ensayo clínico Solidaridad de la OMS, que pasó a ser uno de los ensayos clínicos más grandes para los tratamientos contra la COVID-19, con la intervención de más de 30 países, más de 14 000 pacientes y casi 500 hospitales en el momento de máxima participación.

En nuestro cronograma interactivo (en inglés) puede consultarse una lista completa y pormenorizada de las medidas adoptadas por la OMS durante la respuesta a la COVID-19.

Desde el primer día y hasta hoy, la OMS –junto con nuestras redes mundiales de expertos y grupos de elaboración de directrices– actualiza periódicamente las orientaciones y estrategias de la Organización con los últimos conocimientos sobre el virus, como el Plan Estratégico de Preparación y Respuesta y la estrategia mundial de vacunación (en inglés) contra la COVID-19, y la 11.ª versión de las orientaciones evolutivas de la OMS sobre las opciones terapéuticas contra la COVID-19 (en inglés), que se publicó en julio de 2022.

La OMS desempeñó, y sigue desempeñando, una función crucial en la distribución de herramientas contra la COVID-19 entre los países necesitados, sobre todo a través de iniciativas conjuntas como el Acelerador ACT, la Red de Abastecimiento de Suministro en caso de Pandemia y el Grupo de Tareas de las Naciones Unidas sobre la Cadena de Suministro para la COVID-19 (en inglés). La capacidad de realización de ensayos clínicos en laboratorio en las naciones africanas aumentó drásticamente en seis meses, gracias al apoyo de la OMS. A principios de 2020 solo dos países del continente africano tenían capacidad para realizar pruebas de COVID-19; a mediados de año, los 54 países tenían la capacidad. La OMS ha apoyado a 18 países de todo el mundo a establecer plantas de oxígeno medicinal.

A lo largo de la pandemia, el Director General ha pedido reiteradamente a los dirigentes que adopten medidas para proteger a la población y compartan equitativamente las herramientas al dirigirse a los foros más importantes del mundo, como la Conferencia de Múnich sobre Seguridad, celebrada en febrero; la Cumbre extraordinaria de Líderes del G20 de marzo de 2020; la Cumbre del G7 de junio de 2021, en la que se anunció la meta de vacunar al 70% de la población; y las Cumbres Mundiales sobre la COVID-19 organizadas junto con la Administración Biden en septiembre de 2021 y mayo de 2022.

Respecto de los ámbitos de la respuesta de la OMS en los que se centra la Comisión, la OMS quisiera también subrayar las numerosas medidas adoptadas en el día a día, como las siguientes:

  • La OMS advirtió repetidamente del potencial de transmisión asintomática de persona a persona, en particular la transmisión presintomática, ya a finales de enero en la actualización de unas orientaciones sobre vigilancia, en los protocolos para la mejora de la vigilancia del 29 de enero (en los que se definía un contacto como alguien que hubiera estado expuesto 1 día antes de la aparición de los síntomas de un caso) y del 4 de febrero (en el que se modificaba la definición de contacto a alguien que hubiese estado expuesto hasta cuatro días antes de la aparición de los síntomas de un caso),  en su Consejo Ejecutivo (en inglés) el 4 de febrero, en documentos de orientación de los días 23 y 28 de febrero de 2020, en su informe sobra la misión a China (en inglés) y en ruedas de prensa. La OMS publicó orientaciones y mejoró los protocolos de vigilancia al principio de la pandemia para detectar los contactos entre personas antes de la aparición de los síntomas.
  • En el RSI se reconocen los derechos soberanos de los Estados Partes a introducir restricciones a los viajes. Desde los primeros momentos de la respuesta a la COVID-19, la OMS recomendó muchas medidas que los países deberían adoptar, como el cribado en los puntos de entrada.
  • Al comienzo de la pandemia, los trabajadores de la salud de todo el mundo se enfrentaron a la dificultad de encontrar artículos básicos para protegerse debido a las drásticas restricciones en el suministro mundial. La primera prioridad de la OMS fue lograr mascarillas para las personas con mayor riesgo en todo el mundo; inicialmente recomendamos el uso de mascarillas médicas para las personas con síntomas, las que cuidaban enfermos y los trabajadores de la salud de primera línea. Nuestros especialistas en logística y otros asociados de las Naciones Unidas desempeñaron una función crucial en la activación de la cadena de suministro en la pandemia y el aumento de suministros mundiales.
  • En las orientaciones de la OMS publicadas el 10 de enero de 2020 se describían las precauciones respiratorias –en particular para evitar la transmisión por vía aérea– en los entornos de atención de salud. Las orientaciones de la OMS que abordaban diversas formas de transmisión, como la transmisión zoonótica, por gotículas, por vía aérea, por aerosoles de corto y largo alcance, por fómites y maternofetal, junto con las recomendaciones específicas para prevenir dicha transmisión en diferentes entornos (establecimientos de salud, escuelas o lugares de trabajo) se actualizaron y ampliaron cada cierto tiempo a lo largo de la pandemia en función de las evidencias que iban surgiendo. La OMS dirige y coordina un proceso de consultas técnicas internacional, multiinstitucional y multidisciplinario, para estudiar los patógenos transmitidos por el aire y llegar a un consenso, con una amplia gama de expertos mundiales y organismos internacionales y nacionales.

Una mirada hacia el futuro

La pandemia no ha terminado, aunque el final ya se vislumbra, y la OMS mantiene su respuesta, al tiempo que sienta cimientos más sólidos para el futuro:

  • Continúan las reuniones diarias de expertos para actualizar y simplificar las estrategias y las orientaciones. La investigación apoyada por la OMS sigue en marcha. Y también la ayuda a los países para que accedan a las vacunas. Así como la instalación de plantas de oxígeno.
  • En la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2022, el Director General presentó las propuestas de la OMS, elaboradas en consulta con los Estados Miembros y otras partes interesadas –en las que se tuvieron en cuenta las más de 300 recomendaciones de diferentes órganos y grupos de examen– con objeto de fortalecer la arquitectura para la preparación, respuesta y resiliencia frente a emergencias sanitarias.
  • A principios de septiembre de 2022, se puso en marcha (en inglés) oficialmente el fondo de intermediarios financieros para la prevención, preparación y respuesta frente a pandemias. Este fondo proporcionará financiación a largo plazo para fortalecer dichas capacidades en los países de ingresos bajos y medianos y subsanar deficiencias críticas.
  • A través del Órgano de Negociación Intergubernamental (en inglés) para redactar y negociar un instrumento internacional de la OMS sobre preparación y respuesta frente a pandemias, la OMS organiza audiencias públicas, las primeras desde las utilizadas para el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (que entró en vigor en 2005).
  • La OMS sigue promoviendo activamente la investigación sobre los orígenes del SARS-CoV-2, y en julio de 2021 se estableció, con carácter permanente, un Grupo Consultivo Científico Internacional sobre los Orígenes de Nuevos Patógenos, o SAGO, dedicado tanto al SARS-CoV-2 como a futuros nuevos patógenos.

Tomado de: OMS Noticias – 15 de septiembre de 2022

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