¿Cómo se salvó Diago, el primer niño cubano con el síndrome inflamatorio multisistémico poscovid-19?

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Diago Damián Cruz Acosta lanza su pelota naranja hacia lo alto y la espera con los brazos abiertos, como aguardan los terraplenes de San Miguel de Azopardo la caída del sol al atardecer.

No le incomoda la presencia de extraños en la sala, ni la grabadora atenta a las respuestas de Naylén Acosta Zamora, su madre. Aunque de vez en vez interrumpe el juego para examinarlo todo en silencio.

El 10 de noviembre último cumplió 3 años. Puede apreciarse su agilidad mientras corre tras el balón de un lado a otro, o abraza su caballito de tela en un imaginario galope de segundos.

Quizás por ser un niño “hiperactivo”, su madre acudió de inmediato al consultorio ante aquella fiebre súbita que no cedía y el cuadro diarreico que socavó las energías del pequeño.

“De no haber sido por la decisión del médico de la familia y la rapidez con que lo trasladaron al hospital pediátrico provincial Eliseo Noel Camaño, hubiese sucedido lo peor. Fue algo agresivo, cuando llegamos ya tenía anemia y estaba deshidratado. Entró directo a terapia intensiva”.

Allí, tras un proceso de análisis, los profesionales de la salud determinaron la afección de Diago: único caso cubano en edad pediátrica reportado con el síndrome inflamatorio multisistémico poscovid-19.

El doctor Amauri Lázaro Noda Albelo, especialista en segundo grado de Pediatría, explica que los estudios demostraron la presencia de anticuerpos contra el virus del SARS-CoV-2. Esto quiere decir que en las últimas semanas estuvo infectado aparentemente sin síntomas clínicos.

“Se trata de una enfermedad que apareció después de la pandemia y están relacionadas. Resulta compleja y aún se encuentra en estudio. El paciente tiene grandes probabilidades de fallecer si no la diagnosticamos a tiempo. De ahí la importancia de asumir una conducta adecuada, que consiste en modular la respuesta inflamatoria porque es una agresión del organismo contra sí mismo.

“En cuanto a Diago, presenciamos algo similar a un tornado: afectaciones hematológicas, anemia, trastornos digestivos, fallo renal, cardiovascular y respiratorio (por lo que tuvo ventilación mecánica). Permaneció ingresado más de un mes en la institución”.

Para Naylén no es fácil recordar sin que el llanto le ahogue las palabras. “Hubo momentos donde su salud se agravó tanto que esperábamos lo peor. Lo único que nos daba aliento era la preocupación constante del personal médico. Mi hijo llegó a llamarlos tíos y tías”.

Según Noda Albelo, también especialista en Inmunología Clínica, “el equipo multidisciplinario batalló hasta lograr que el paciente saliera sano del proceso. Se sometió a un tratamiento con los medicamentos Intacglobin y Metilprednisolona, de procedencia nacional. Además, se manejó de manera independiente cada fallo del organismo e incluso, expertos del Cardiocentro William Soler facilitaron un fármaco cubano para aumentar la fuerza del corazón, porque estaba muy dañado”.

Contemplar las imágenes que ilustran la gravedad del pequeño devuelve la angustia de aquellas horas. Su madre nos cuenta que “tuvo algunas escaras y perdió el caminar por el largo tiempo encamado. Verlo incorporarse, dar sus primeros pasos, hablar con fuerza, fue como si hubiese vuelto a nacer”.

El doctor Amauri señala que ahora Diago recibe seguimiento en la consulta multidisciplinaria de infectología poscovid-19, donde se atienden los más de 190 menores de edad que fueron positivos al SARS-CoV-2. Asegura que permanece sin secuelas y los exámenes confirman que todo marcha bien.

“Es importante aclarar que el síndrome descrito se comporta de forma semejante a la enfermedad de Kawasaki, primera causa de cardiopatía adquirida en la infancia. Si dicho padecimiento tiene vínculos epidemiológicos o serológicos con una infección por el virus SARS-CoV-2, entonces se considera un síndrome inflamatorio multisistémico”.

“En Cuba hay un incremento de casos positivos al coronavirus en edades pediátricas y existe la posibilidad de desarrollar complicaciones. Los padres deben tomar conciencia de la peligrosidad del nuevo coronavirus. El aislamiento social, el uso del nasobuco, el lavado de las manos, son la vacuna más efectiva para evitar el contagio”, alerta el galeno.

A diario Naylén se dedica por completo al pequeño y a su hermano mayor. Sabe cuán esencial es la preparación cuidadosa de los medicamentos y la alimentación. A veces el temor la alcanza, pues dos kilómetros separan a San Miguel de la carretera más cercana, y varios del poblado de Pedro Betancourt. Sin embargo, la tranquilidad regresa al alma luego de verlo anotar un gol y saltar alegre. “Creo que tras su recuperación está todavía más activo”, confiesa.

Diago levanta su manito para despedirnos. Mientras atravesamos el terraplén vienen a nuestra memoria su sonrisa y las palabras publicadas por el director del centro médico, José Hernández Hernández: “Los guerreros de este hospital pediátrico matancero lucharon fuerte por ti (…) Cuando seas grande podrás decir que estás vivo porque naciste en Cuba, donde la salud de todos, y especialmente la de los niños, es una prioridad”.

Tomado de: Cubadebate (con información del Periódico Girón) – 23 febrero 2021

Comentarios realizados Comentar

24/02/2021

Lázaro @ 9:43 pm #

A pesar del esfuerzo de nuestros médicos siguen en la calle algunos padres con sus hijos principal mente en los Reparto donde no hay un policía

25/02/2021

Marleny Morales Diaz @ 6:35 am #

Esta historia de este pequeño le saca las lágrimas a cualquiera. Muchas gracias a ese personal de salud que cada día trabajan sin descanso y sin importarles nada.gracias cuba.

26/02/2021

Luis Alberto @ 6:46 pm #

Q triste ,necesitamos la vacuna,pero yaa

03/04/2021

Róger Jorge Hidalgo Hernández @ 11:08 pm #

Cuantos no cuidan a sus hijos soy testigo que en cuadra hay niños sin nasobuco o mal puesto tu le llama la atención y se ponen bien pero a la ½hora sigue igual

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