Estudios sociodemográficos también para entender el comportamiento de la COVID-19

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¿Qué grupos de edades han sido los más contagiados con la COVID-19 en Cuba? ¿Son hombres o mujeres quienes más han enfermado? ¿Son mayoritariamente sintomáticas o asintomáticas las personas diagnosticadas en el país? ¿Qué color de la piel predomina en los pacientes confirmados?

A esas y otras interrogantes pretende dar respuesta una investigación sobre las características socio-demográficas de la población cubana afectada por el nuevo coronavirus y cuyos primeros resultados se presentaron en la más reciente reunión del Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, con el grupo de científicos y expertos que en estos meses ha trabajado sin descanso en el enfrentamiento a la COVID-19.

El trabajo realizado, según explicó el doctor en ciencias Antonio Aja Díaz, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, indaga en cuestiones demográficas, familiares, económicas y otras que pueden ser de gran utilidad, no solo para hacer frente a este evento, sino también a otros futuros.

Tomando como referencia el periodo comprendido entre el 11 de marzo y el 2 de octubre, el doctor Aja Díaz detalló que en el actual momento de la epidemia que vive el país se evidencia un desplazamiento en las edades de contagio, esencialmente a los grupos de entre 20 y 29 años, y 30 y 39 años. Otro aspecto novedoso, dijo, es que han ido aumentando las mujeres confirmadas que tienen entre 15 y 29 años.

Como un elemento interesante destacó que se aprecia una diferencia de 20 años en las edades donde más contagios han ocurrido en los dos momentos fundamentales de la epidemia. En el mes de julio, comentó, la edad promedio de mayores diagnosticados estaba en los 52 años, en tanto a finales de septiembre era de 32 años.

Resulta importante tener en cuenta, precisó, el comportamiento de los pacientes sintomáticos y asintomáticos, pues sobre todo es joven la población asintomática en Cuba. En la relación masculinidad y feminidad, acotó que en el caso de los sintomáticos están prácticamente similares, aunque en los asintomáticos se disparan los contagios de hombres.

Según los resultados que se han ido computando, dijo, al inicio de la epidemia el mayor número de personas asintomáticas se confirmaba en los territorios de Mayabeque, Isla de la Juventud, Granma, Villa Clara y Ciego de Ávila; no obstante, luego se fue equiparando el comportamiento en todo el país. En la actualidad son las provincias orientales donde se diagnostican más sintomáticos.

Una mirada particular en los estudios socio-demográficos ha tenido La Habana, donde a partir del mes de mayo se incrementaron otra vez los asintomáticos, con un predominio en las personas del sexo femenino, con excepción de los municipios de Regla, La Lisa y Cotorro.

La población objeto de estudio fue el 60,1% de los casos confirmados en la provincia, un total de 770 personas. Hasta el momento solo se ha llegado a diez municipios habaneros -Playa, Plaza, Habana Vieja, Habana del Este, Guanabacoa, San Miguel del Padrón, Diez de Octubre, Boyero, Regla y Cotorro- pues en el momento del nuevo brote de la epidemia se detuvieron los estudios en el terreno.

El periodo de análisis, puntualizó, abarca desde el 11 de marzo hasta el 2 de julio y actualmente se está concluyendo el trabajo en los cinco municipios restantes.

Según el sexo –detalló- se aprecia que de 0 a 19 años, y entre 60 años y más, las personas que han enfermado son esencialmente hombres, en tanto los otros grupos de edades tienen una mayor representación femenina.

En su intervención, el Director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana llamó la atención en que son las mujeres las que presentan más signos de vulnerabilidad, un aspecto que consideró vital continuar estudiando para el diseño de futuras políticas.

Finalmente, valoró que, al realizar los análisis estadísticos para tratar de clasificar la población habanera se destaca que en la capital los datos demuestran que el municipio, como estructura territorial, no puede ser visto como en las otras provincias del país, pues La Habana pudiera ser un gran municipio.

“Esta realidad nos llama la atención sobre la importancia de trabajar a un nivel más bajo de asentamiento que nos permita buscar muchos más elementos de vulnerabilidad”, subrayó.

Prevenir para evitar los contagios

Otro tema analizado durante el intercambio, como ha sido habitual en estos más de ocho meses de enfrentamiento a la COVID-19, fueron las conocidas gráficas del comportamiento de la enfermedad en el transcurso de los últimos días, presentadas por el decano de la facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, Raúl Guinovart Díaz.

Al referirse a las cuatro provincias que presentan mayores niveles de transmisión en estos momentos -Pinar del Río, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y La Habana- comentó que de manera general se manifiesta una buena recuperación de los pacientes, aunque se continúan confirmando casos.

El pronóstico, refirió, es que continúe creciendo la curva de confirmados en Cuba, en tanto la de casos activos debe mantener una meseta en las próximas semanas por encima de los 200 pacientes. En tal sentido, consideró primordial seguir reforzando las medidas epidemiológicas, dentro de las cuales el uso del nasobuso y el lavado frecuente de las manos son vitales.

Al reflexionar sobre este aspecto en particular, el Primer Ministros, Manuel Marrero Cruz, recordó que en la más reciente actualización del Plan Nacional para la Prevención y Control del nuevo coronavirus, precisamente uno de los elementos que se puntualizó fue el referido al uso del nasobuco, una práctica que ha demostrado su efectividad para contener los contagios y que debe ser mantenida con responsabilidad por la población cubana y también por quienes nos visiten.

En tal sentido, el Presidente de la República consideró que entre la población se ha ido creando una cultura del empleo del nasobuco, tanto así que en determinados lugares si alguien llega sin tenerlo puesto las personas le reclaman. Ese es un asunto en el que tenemos que seguir insistiendo, porque ni ofende a nadie, ni es para el mal de nadie, todo lo contrario, da tranquilidad ciudadana.

Tomado de: Cubadebate – 18 noviembre 2020

Comentarios realizados Comentar

19/11/2020

Tania @ 11:47 pm #

Probando comentarios

20/11/2020

Roberto Martín Gross @ 3:43 pm #

Me parece muy importante el estudio del comportamiento de esta enferdad, solo resta que la comunidad científica logre por fin encontrar la vacuna que controle el virus.

21/11/2020

LTM @ 12:54 am #

La llamada de atención es un problema que uno se busca. Hoy las autoridades estaban poniendo multas en las colas a las personas que los tenían como collar y se aplaudió a esos compañeros que salvaguarda nuestra salud. Sin embargo una compañera dentro de la tienda Siglo XX en Santiago de Cuba el gerente le llamó la atención a una mujer que no lo tenía puesto y llegó hasta ofenderlo. El gerente de dicha tienda la dejó por imposible.

22/11/2020

Juan Ramón Valdés Carrazana @ 3:57 pm #

Son muchos y muy apreciados los esfuerzos del gobierno y el estado cubano en el enfrentamiento de esta pandemia y sin dudas se obtienen resultados muy alagueños para su control por parte de la ciencia, pero que decir de quienes vulneran y sacaban tan digno trabajo a fuerza de indisciplina e irresponsabilidad.
El estado ha hecho votos de confianza situando en nuestras manos la responsabilidad de protegernos y proteger nuestras familias en un escenario de apertura necesaria para nuestra propia suscistencia pero para muchos pasa desapercibido el peligro real existente y ponen en peligro la salud de quienes si son respetuosos de la disciplina y mantienen una conducta acordé a la situación.
Por solo citar un ejemplo, me refiero a quienes ingresan desde el exterior por disímiles razones, llegan e irrespetando y haciendo caso omiso de todo lo establecido en cuanto a aislamiento, desde su llegada empiezan a recibir visitas, festejar su llegada con familiares y amigos, vivirán centros comerciales y gastronomicos, andan en la calle sin protección y por suouesto, en pocos días se ven los resultados, un grupo nada reducido de enfermos, contactos y contactos de contactos en aislamiento a costa del presupuesto del estado.
Hasta cuándo se van a permitir actuaciones así de irresponsables y costosas. Por qué no aplicar las medidas correspondientes sin distinción de personas. Pero incluso, antes que tener que tomar medidas, por qué no hacer un seguimiento por parte de las autoridades verificando el cumplimiento de lo establecido y tomar medidas severas con quiénes las vulneren.
Esta es mi modesta opinión acerca de los acontecimientos actuales. Y para terminar, un ejemplo: Granma es la provincia que más tiempo estuvo sin reportar casos autóctonos de Covid 19 y como apareció el primer foco; un visitante de exterior llega, arma el fetecun, visita tiendas y otros lugares y ahí mismo apareció la complicación. Ahora, por qué no exigir responsabilidad a este “señor”, a sus alegres familiares y amigos.
Saludos cordiales.

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