Presentación de la COVID-2019 en niños

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niño-nasobucoLos datos reportados por China sugieren que los casos de enfermedad por COVID-19 en pediatría pueden ser menos graves que los casos en adultos, y que los niños (<18 años) pueden experimentar síntomas diferentes a los experimentados por adultos.

En esta descripción preliminar de los casos pediátricos de COVID-19 en EE. UU., se refleja que relativamente pocos niños con COVID-19 son hospitalizados, y menos niños que adultos experimentan fiebre, tos o falta de aire, aunque se han informado estados graves en niños, incluidas tres muertes.

Entre los 2 572 casos de COVID-19 en niños reportados en este estudio, la mediana de edad fue de 11 años (rango 0-17 años). Casi un tercio de los casos pediátricos notificados (813; 32%) ocurrieron en niños de 15 a 17 años, seguidos de los niños de 10 a 14 años (682; 27%).

Entre los niños más pequeños, 398 (15%) ocurrieron en niños de <1 año, 291 (11%) en niños de 1 a 4 años y 388 (15%) en niños de 5 a 9 años.

Entre 2 490 casos pediátricos de COVID-19 para los cuales se conocía el sexo, 1 408 (57%) ocurrieron en varones, comportamiento similar a lo que se observa en adultos.

Unos 184 (7,2%) casos en niños <18 años con información de exposición conocida, 16 (9%) se asociaron con viajes y 168 (91%) tuvieron exposición a un paciente con COVID-19 en el hogar o la comunidad.

Los pacientes pediátricos con COVID-19 pueden no tener fiebre ni tos. Los datos sobre signos y síntomas de COVID-19 edtuvieron disponibles para 291 de 2 572 casos pediátricos (11%) analizados en el estudio. Mientras que la fiebre (subjetiva o documentada), la tos y la dificultad para respirar se informaron comúnmente entre pacientes adultos de 18 a 64 años (el 93% informó al menos uno de estos), estos signos y síntomas se informaron con menos frecuencia entre los pacientes pediátricos (73% ).

Entre aquellos con información conocida sobre cada síntoma, el 56% de los pacientes pediátricos informaron fiebre, el 54% informó tos y el 13% informó dificultad para respirar, en comparación con el 71%, 80% y 43%, respectivamente entre pacientes de 18 a 64 años.

Mialgia, dolor de garganta, dolor de cabeza y diarrea también fueron reportados con menos frecuencia por pacientes pediátricos.

Unos 53 pacientes (68%) de los 78 casos pediátricos que informaron no tener fiebre, tos o falta de aire, no presentaron síntomas, pero no pudieron clasificarse como asintomáticos debido a la información incompleta de los síntomas.

Entre 345 casos pediátricos con información sobre afecciones subyacentes, 80 (23%) tenían al menos una. Las condiciones subyacentes más comunes fueron la enfermedad pulmonar crónica (incluido el asma) (40), la enfermedad cardiovascular (25) y la inmunosupresión (10). Entre los 295 casos pediátricos para los que se disponía de información sobre el estado de hospitalización y las afecciones médicas subyacentes, 28 de 37 (77%) pacientes hospitalizados, incluidos los seis pacientes ingresados ​​en UCI, tenían una o más afecciones médicas subyacentes.

Entre 258 pacientes que no fueron hospitalizados, 30 (12%) pacientes tenían afecciones subyacentes.

Se informaron tres muertes entre los casos pediátricos incluidos en este análisis; sin embargo, la revisión de estos casos está en curso para confirmar COVID-19 como la causa probable de muerte.

Los hallazgos en este informe están sujetos a al menos cuatro limitaciones. Primero, debido a la alta carga de trabajo asociada con las actividades de respuesta a la COVID-19 en el personal de salud pública local, estatal y territorial, a la mayoría de los casos pediátricos les faltaban datos sobre los síntomas de la enfermedad, la gravedad o las condiciones subyacentes. Es improbable que falten datos de muchas variables al azar, y como tal, estos resultados deben interpretarse con precaución. Debido al alto porcentaje de datos faltantes, no se pudieron realizar comparaciones estadísticas.

Segundo, debido a que muchos casos ocurrieron solo días antes de la publicación de este informe, se desconoce el resultado para muchos pacientes, y este análisis podría subestimar la gravedad de la enfermedad o los síntomas que se manifestaron más adelante en el curso de la enfermedad.

Tercero, las prácticas de realización de pruebas para la COVID-19 difieren entre jurisdicciones y también pueden diferir entre grupos de edades. En muchas áreas, es probable que se dé prioridad a las pruebas para pacientes gravemente enfermos, lo que resultaría en una sobreestimación del porcentaje de pacientes con infección por COVID-19 que están hospitalizados (incluidos los tratados en una UCI) entre todos los grupos de edad.

Finalmente, este análisis compara las características clínicas de los casos pediátricos (personas <18 años) con las de los casos entre adultos de 18 a 64 años. La enfermedad grave de COVID-19 parece ser más común entre los adultos en el extremo superior de este rango de edad, y por lo tanto, los casos en adultos jóvenes pueden ser más similares a los de los niños que lo sugerido por el análisis actual.

Los especialistas recomiendan que el distanciamiento social y las conductas preventivas cotidianas siguen siendo importantes para todos los grupos de edad porque los pacientes con enfermedades menos graves y aquellos sin síntomas, probablemente desempeñan un papel importante en la transmisión de la enfermedad.

Vea el análisis completo en el sitio web de los CDC.

Coronavirus Disease 2019 in Children — United States, February 12–April 2, 2020. MMWR Morb Mortal Wkly Rep 2020;69:422–426.

Comentarios realizados Comentar

10/05/2020

Thalia @ 12:59 am #

¿Cómo es la evolución de la covid 19 en recién nacidos?

Yuliet Rivera Valdes @ 1:42 pm #

Hay que tomar esto de la mano para poder volver a la normalidad

12/06/2020

Tdad2020 @ 1:33 pm #

@Thalia: hola

13/06/2020

D@yito @ 3:51 am #

@Thalia: Trate de buscar en esta Web que está por ahí, y cuídese demasiado jajá

D@yito @ 3:52 am #

@Yuliet Rivera Valdes: De la mano y con la cabeza también, cuídese

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